Los vengadores están para defender el planeta como lo conocen, para todos a simple vista son hombres estructurados, soldados que están dispuestos a dar sus vidas por lo que protegen. Sin embargo, son humanos. Personas que se enamoran, dejando el planeta como prioridad a un lado, pues su mundo puede ser el amor que reciban de aquel ser que tanto aman y admiran.
Si estuvieras en su universo. ¿Como los conocerías?
Ｔｏｎｙ Ｓｔａｒｋ🧠💸
El millonario mantiene su vida de soltero una vez más, pues su compromiso se vio afectado por el trabajo que lo agobiaba, Pepper no había podido aceptar un amor algo distante, pues parecía que competía con sus creaciones. «El amor no puede demostrarse en ¼ de día.» Tony lo había tomado mal, estaba dolido. Sin embargo solo le quedó aceptar, sintiéndose mal consigo mismo. Solo y despreciable. Aquella noche Rhodey lo había llevado a un bar, uno exclusivo donde podrían desahogarse entre alcohol y charlar entre ellos. Sin embargo eso no sería todo.
El millonario se mantenía sentado en el bar del centro, sus gafas tapaban parcialmente su rostro y el licor de su vaso cilíndrico endulzaba sus labios.
—Vuelvo en un instante. —Le indicó el moreno, levantándose del asiento.
Tony no se inmuto, no tenía ganas de hablar y es que había comenzado a superarlo. Terminó su bebida dejando el recipiente de cristal sobre la mesada de madera, la música resonaba en el lugar tenuemente, acompañando el ambiente levemente iluminado por diferentes focos. Este observó a sus lados un instante, y fue cuando te observo. Sus ojos por un instante se perdieron en la sonrisa tan perfecta que dejabas ver, animada movías tu cabello mientras hablabas con una de tus amigas. El corazón del playboy pareció detenerse, y como siempre, no perdería el tiempo. Se levantó de su asientos para dirigirse hacia ti, tocio falsamente llamando tu atención.
—¿Si? —Indagaste observando aquel rostro, uno que pronto te dejo muda ante la visión ideal de sus ojos oceánicos. Tony había tomado sus gafas, dándote una sonrisa ladina.
—Disculpen mi abrupta cercanía. —Musitó.— Pero te vi sonreír desde mi lugar y pensé, "Debo saber su nombre y tener su numero, o me arrepentiré el resto de mi vida." - Reiste inevitablemente, sin poder despegar tu mirada de él.
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Ｓｔｅｖｅ Ｒｏｇｅｒｓ🇨🇺
Gotas de sudor caían por la frente del soldado, sus respiración se veía agitada ante el entrenamiento que mantenía sus músculos tensos. Se encontraba cansado, pero impotente. Su última misión no había salido como quería, y eso lo perjudicaba en su interior. Sus puños chocaban contra una bolsa de arena que colgaba en medio del gimnasio de Shield. De aquel modo podía gastar su mal genio y dolor, todo lo que llevará dentro. Tú caminabas directo al gimnasio también, como agente de Shield tenías acceso cada rincón de aquel establecimiento. Prácticamente vivías más allí que en tu departamento, algo que no disgustaba en absoluto. Una leve sonrisa apareció en tus labios, al ver a un sensual Steve destruir el saco de boxeo. Aplaudiste falsamente captando su atención.
