"Y en las estrellas tus ojos ver, cuando tus fotos me siento a ver"
Año 2018
Florencia no fue a bailar esa noche por su cumpleaños. Tampoco durmió en toda la semana.
¿Cómo un evento tan impredecible podía haberle desestructurado todo?.
Cinco años intentando armar una coraza que demostrara fortaleza, y en un segundo todo fue en vano.
Esa tarde le contó a su psicóloga que la mujer de la que tanto le habló durante estos cinco años era su nueva colega confiando ciegamente en el secreto profesional, sabía que María nunca lo rompería.
Se sintió mejor de poder compartir con alguien lo que sentía, pero nada se comparaba a la sensación de tener el mundo parado frente a sus ojos como lo había sentido el día de su cumpleaños. Linda forma de empezar los treinta, ¿no?.
Florencia no lloró desde el hecho y eso le hacía peor, lo sabía. Era perfectamente consciente. Y comenzó a llevar sus pastillas antiguas amortiguadoras de los ataques de pánico para todos lados. Sabía que en cualquier momento se venía el estallido.
En la semana ignoró los llamados de sus hermanas excusándose con el trabajo y en el trabajo rechazó salidas y charlas con excusa de que sus hermanas habían tenido algún problema.
En la soledad de su amplio y lujoso departamento desempolvó las fotos que había sacado con su cámara cuando estudiaba en Berlín. Era un poco masoquista si, pero necesitaba verlas de nuevo, necesitaba entender por qué aún le dolía tanto, porque no se lo perdonaba a ella misma y porque nunca pudo olvidarse del olor de Jazmín.
La caja donde tenía las fotos estaba arriba de su placard, tenía olor a humedad y a viejo. Y eso le dio un pequeño dolorcito en el pecho, no quería que se arruine lo único que quedaba de ese amor.
La limpió cuidadosamente y se sentó en su cama. Abrió la caja y la primera foto que vio le estrujó el corazón. Era de Bianca, la gatita de Jazmín, su vida entera antes de conocer a Florencia.
La morocha recordaba que al principio no se querían mucho con Bianca, pero con el paso del tiempo se hicieron íntimas, así como sucedió con Jazmín. ¿Seguirá viva? se preguntó. Y pensó que hay cosas que es mejor no saberlas.
La segunda foto era de un atardecer en Berlín, la foto era tomada desde la ventana de la habitación de Jazmín. Y no pudo evitar que la primer lágrima empezara a correr por su mejilla, la primera de muchas, de una catarata irrefrenable.
Año 2013
Hacía dos semanas que Florencia se había instalado en la casa de Jazmín. Estaba fascinada con sus papás, eran las personas más adorables del mundo. La casa era hermosa, la universidad de arte resultó ser todo lo que siempre soñó. Y la verdad es que de la compañía de Jazmín no podía quejarse en absoluto. Había algo en ella que la tenía atraída a la colorada como un imán y no sabía bien que era.
Muchas veces se encontraba sacándole fotos mientras esta estaba distraída. Le encantaba capturar las pecas que tenía en la nariz y verle los ojos verdes con detalle.
Florencia creía que los ojos de Jazmín eran una gran obra de arte que merecía ser conocida por el mundo.
Esa tarde Jazmín estaba sentada en su habitación pintando, como siempre. Ambas iban a la misma universidad pero Jazmín estaba inscripta en el departamento de artes visuales y Florencia en el de fotografía.
La morocha pasó por el pasillo para dirigirse al baño pero la puerta de la habitación de Jazmín estaba entreabierta. No pudo resistirse a obervarla.
Se quedó allí parada contra el marco de la puerta mirándola. Jazmín tenía el pelo colorado, largo y ondulado que caía como una cascada en su espalda.
Tenía una bata rosa que la envolvía y sus pies decalzos. Florencia estaba impactada con las caras de concentración que tenía Jazmín cuando pintaba.
Las facciones y los gestos eran una obsesión para la morocha que amaba retratar rostros. Y últimamente el de Jazmín era uno de sus favoritos, por no decir el único.
Se dirigió lentamente hacia su propia habitación a buscar su cámara. Cuando volvió se quedó oculta detrás de la puerta fotografiando a una Jazmín concentrada por la pasión y la inspiración.
Florencia sintió como su corazón se detuvo cuando Jazmín giró y clavó su mirada en ella.
Se quedó con la cámara en la mano y sintió sus mejillas arder.
-Perdón yo...puedo explicarte - dijo Florencia aún temblando
Jazmín sonrió ampliamente y se acercó a abrir la puerta.
- No pasa nada, ¿me las mostrás? igual te digo que hay muchísimas cosas más interesantes para fotografiar que mi cara.
Florencia sintió que se moría de vergüenza, asintió aún con la mirada baja y ambas se sentaron en la cama de Jazmín.
La colorada pasaba las fotos completamente sorprendida mientras Florencia observaba todos y cada uno de sus gestos.
- Sos demasiado talentosa Flor, no lo puedo creer. Son hermosas estas fotos
- No bueno, lo que pasa es que la modelo ayuda...y esas cosas
Jazmín largó una carcajada y a Florencia le encantó el sonido. Pensó que quería hacerla reír así siempre para tener el privilegio de escucharla.
-Hay tantas cosas para sacarle fotos Flor, encima con tu talento podrías hacer lo que quisieras con esta cámara. Mirá, justo está atardeciendo. ¿No querés sacarle al cielo? bah digo de metida.
Florencia asintió y le pareció una gran idea. Ambas se acercaron al amplio ventanal de la habitación de Jazmín que estaba en el segundo piso de la casa. Desde allí la vista era perfecta.
- Wow esto es increíble - se animó a decir Flor mientras capturaba. Jazmín se mantuvo inmóvil a su lado.
- Siempre quise sacar fotos así re grosas como sacas vos - dijo finalmente
Flor se sonrojó y tuvo una gran idea.
-Vení, acercate que yo te enseño- le dijo tan bajito que si Jazmín no hubiera estado tan cerca le hubiera sido imposible escucharla.
Jazmín se acercó tímida y Florencia se paró tras ella para sostener juntas la cámara.
-¿Ves? tenés que buscar la luz así...y enfocar ahí...¿viste?
A Jazmín se le erizó la piel de la nuca al sentir a Flor hablarle allí. Cerró los ojos por un segundo y se sintió un poquito mareada por el perfume de su compañera. Pensó que seguramente eran los nervios de aprender algo nuevo.
- Ahí! está hermosa, mirá que linda te quedó Jaz!
Jazmín miró la foto y no podía creer qué hermosa había salido.
-Bueno nuestra primer creación juntas.- Dijo Jazmín mirándola fijamente a los ojos.
Florencia creyó que nunca había visto antes unos ojos así.
- Si! la primera de muchas seguro. Bueno, no te molesto más vos estabas pintando y yo te interrumpí, me voy a mi habitación.
Florencia caminó hasta la puerta y cuando la abrió sintió la voz de Jazmín tras ella.
-Pará Flor, ¿te querés quedar a ver una peli?.
Año 2018
Flor lloró la foto, lloró el recuerdo, lloró el amor y el reencuentro. Lloró los años que pasaron, cada invierno sin Jazmín. Y cuando sintió que ya no le quedaba nada más por llorar, reaccionó que se le estaba pasando la vida. Y ya era hora, era hora de ir a buscar lo que nunca tuvo que haberse ido.
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GRACIAS! por acompañar esta historia también, los leo atentamente, cualquier comentario, pedido o sugerencia será escuchado!
besossssss
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El Jardín (Completa)
FanfictionUna historia de amor inconclusa Pasado y presente, Un encuentro que cambia todo lo que creían haber construído ¿Podrá el amor sobrevivir en el tiempo?