Say something♥

696 84 25
                                    


"Di algo, estoy perdiendo la fe en ti.

Lo siento por no poder llegar hasta ti, a cualquier sitio, te hubiera seguido..."

Año 2018

Una semana había pasado desde la vez que Florencia escuchó la voz de Jazmín por teléfono.

Una semana desde que se ataba los dedos para no volver a llamarla, pero como la tentación siempre está a la vuelta de la esquina y las madrugadas nos vuelven más vulnerables, la morocha la agendó en whatsapp, no podía ver su foto, debido a que seguramente la tenía configurada en modo privado, y eso un poco la frustró. Pero sin más, le envió un mensaje, que rápidamente eliminó, tirando el celular a un costado de la cama y se dejó vencer por el sueño.

Al día siguiente despertó habiéndose olvidado por unos segundos de lo que había hecho. Se alistó para su mañana laboral en la oficina y mientras se preparaba un café bien cargado en la cocina revisó su celular, lo que encontró allí sin dudas no lo esperaba en absoluto.

"Florencia?"

Tan solo leer esa simple frase, mejor dicho ese simple nombre, que casualmente era el suyo, su corazón comenzó a latir con más fuerza y por un momento pensó que se iba a caer. Sentía su respiración descontrolada y un montón de emociones que le eran casi imposibles de explicar.

¿Cómo se había dado cuenta que de era ella?, ahora podía ver su foto. Jazmín estaba en una playa paradisíaca con palmeras en el fondo y su cabello rojo y ondulado parecía bailar con el viento. No podía ver sus ojos con claridad ya que tenía gafas de sol, pero si pudo apreciar su sonrisa, esa sonrisa que la había vuelto loca toda su vida desde que la conoció. Esa sonrisa que solo ella podía lograr, pero que ahora, quizás le pertenecía a alguien más.

Tan solo de pensar eso Florencia sintió una angustia tremenda en su pecho, no podía reclamarle nada a Jazmín, no podía pedirle que no hubiera rearmado su vida. La misma Florencia nunca pudo hacerlo más allá de intentarlo reiteradas veces, pero quizás Jazmín si, y en el fondo era lo que esperaba después de tantos años.

Florencia no sabía que responder al mensaje. No sabía realmente que decirle, pero lo que si sabía era que no podía perder esta oportunidad.

"Si, soy yo, tengo tu número por la tarjeta que me diste el otro día."

" Cómo estás?"

Se arrepintió enseguida de preguntarle tal cosa como si no hubiera pasado nada, pero de verdad necesitaba saber como estaba, necesitaba hablar con ella, volver a abrazarla y a sentirla, aunque muy en el fondo sabía que eso esta vez no ocurriría.

Mentiría si dijera que pasó toda la mañana en la oficina trabajando, la realidad es que Florencia hizo el intento, pero no podía hacer otra cosa que estar pendiente de si Jazmín se ponía "en línea" o si le clavaba el visto. Ninguna de esas cosas sucedió esa mañana, pero Florencia no fue capaz de enfocar su mente en el trabajo.

Más tarde salió a comer con su hermana menor Miranda, por supuesto que no pensaba contarle nada de lo que había sucedido estas últimas semanas, pero la rubia tenía una intuición muy desarrollada y sabía que algo le estaba ocurriendo a la otra Estrella, lo que no sabía era qué, pero pensaba averiguarlo.

Florencia no dejaba de mirar el celular en la mesa mientras almorzaban y casi ni escuchaba lo que Miranda le estaba contando muy animadamente acerca de sus estudios en medicina.

- Florencia, ¿me escuchás? ¿con quién te estás escribiendo?

- Con nadie, son cosas de trabajo

- ¿Y por el trabajo te mordés el labio y te tiemblan las manos?

- Callate Miru, solo estoy nerviosa porque tenemos muchas cosas para hacer y estoy un poco estresada

- Bueno, cuando tengas ganas de contarme realmente lo que te pasa llamame -finalizó el interrogatorio la menor.

Lo que Florencia no sabía es que Miranda podría ser de gran ayuda en estos momentos. De hecho siempre pudo haberlo sido en estos cinco años, solo que Miranda estaba esperando que se lo pidiera y Florencia jamás se hubiera imaginado ni en sus mejores sueños, que la rubia tenía contacto con Jazmín casi a diario.

Cuando Florencia llegó a su casa intentó relajarse, se tiró en el sillón y comenzó a buscar una pelicula en netflix, pero absolutamente todo, le hacía acordar a Jazmín. No importaba el género de la película, ni la trama, así fuera una película de perros siempre había un sonido, una canción, un color que le hacia acordar a ella, creía que se estaba volviendo loca pero a decir verdad. ¿El amor tiene algo de cordura?.

Finalmente cuando tomó su celular nuevamente pudo ver las tildes azules en el chat de Jazmin y un "escribiendo" que le paralizó el corazón. Florencia podía jurar que durante esos segundos no respiró. Y si no fuera porque perdía la vida si no lo hacía, tuvo que volver a hacerlo.

Pero el "escribiendo" aparecía y desaparecía todo el tiempo. Y finalmente dejó de aparecer. Florencia no aguantó más y envió otro mensaje, dejando la poca dignidad que le quedaba en un cajón.

"Decime algo, por favor"

Y la respuesta llegó más rápido de lo que esperaba.

"No tengo nada para decirte"

Florencia lloró, pero no la culpaba, Jazmín estaba siendo sincera, como siempre.

"Pero por algo me diste tu número, por favor, necesito verte, aunque sea solo una vez más y te juro que después no te molesto nunca más. Tenemos que hablar"

Cerró los ojos fuertemente pidiendo un único deseo, y era que Jazmín aceptara volver a verla.

"Te acordaste un poco tarde de que teníamos que hablar"

Y Florencia sabía, sabía que Jazmín tenía razón. Cinco años pasaron, pero de verdad todo tenía una explicación lógica (o no) pero la amaba, nunca dejó de amarla y eso en definitiva era lo único que importaba.

"Por favor, de verdad necesito verte y hablar, no me prives de eso, aunque sea por única vez"

La Estrella seguía llorando pero era una especie de dolor raro. Le dolía que Jazmín la tratara así pero en el fondo estaba ¿feliz?. Estaba hablando con ella, eso no se lo hubiera imaginado ni en sus mejores sueños.

Después de cinco años Jazmín Del Río estaba enviándole un whatsapp aunque fuera de odio.

"Que decía el mensaje que eliminaste? el primero."

"Te lo respondo si aceptás verme"

"No cambiás más Estrella, ok acepto. Pero yo pongo el lugar, el día y la hora"

Ahora Florencia estaba sonriendo como una tonta frente a la pantalla del celular. ¿Esto estaba pasando realmente?

"Si, todo lo que vos quieras. Gracias de verdad.

Y si, hay cosas que nunca cambian Jazmín"

Tipeó la morocha aún observando la sonrisa de Jazmín en su foto de perfil.

"Viernes, 12 hrs. En el consultorio de tu terapeuta. Voy a estar atendiendo ahí desde la mañana".

"Hasta el viernes entonces" reespondió Florencia, pensando en cómo iba a sobrevivir estos dos días que faltaban para el encuentro con su Jazmín.

El Jardín (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora