¿No es increíble como tu vida cambia de un momento a otro? A veces, las pequeñas cosas que hacemos pueden producir grandes cambios en nuestras vidas sin saberlo. Es algo loco si lo piensas bien.
¿Conocen el Efecto Mariposa? Este explica que el pequeño aleteo de una mariposa, tan insignificante a simple vista, puede desatar un huracán en dos semanas. Y Hiccup no podía estar más de acuerdo. Tal vez, si hubiese decidido quedarse en casa esa noche, perderse tan solo una fiesta o si hubiese bebido una sola cerveza menos esa noche, o tal vez una más habría bastado para hacerlo vomitar y nunca habrían llegado a tener sexo. Tal vez no se encontraría parado donde se encontraba en ese momento. Sentado en el patio de la cafetería en su último año de preparatoria, pálido, confundido, asustado, con su futuro hijo creciendo en el vientre de su novia.
-¿Ya hablaste con alguien respecto a esto?-pregunto Hiccup aún aturdido.
-Si te refieres a mi tía Lucy... No. Y no creo que le importe tampoco, cumpliré la mayoría de edad en dos meses y será su perfecta oportunidad para deshacerse de mí. Desde que mi tutela fue a sus manos luego del accidente de mis padres no ha parado de recordarme que soy una carga, imagínate ahora que estoy embarazada. Me dejará sin siquiera pensarlo dos veces.-Hiccup asintió en silencio sin despegar la vista del suelo, sentía como todo le pesaba a la vez que un hoyo negro se iba haciendo espacio en su estómago- Tu... ¿Me dejaras también?-pregunto con la voz ligeramente quebrada Astrid.
Hiccup despegó sus ojos del pasto para clavarlos en los llorosos de Astrid. Sin dejar de mirarla tanteo en busca de su mano, una vez que la encontró la envolvió con la suya en señal de apoyo y le dio un ligero apretón.
-Jamás lo haría.
-Me refiero es que te entiendo si lo haces, acabas de conseguir tu beca y tus padres son muy fieles a eso de que no esta bien tener hijos fuera del matrimonio... entiendo si quieres que me borre de tu vida. Por eso te lo pregunto ahora. ¿Seguro de que quieres hacer esto? Somos mu jóvenes, yo no tengo a nadie y... siempre hay otras opciones.
-¿Hablas de... aborto?-Astrid afirmó con la cabeza. Todo sería más fácil... eran jóvenes, adolescentes, niños prácticamente. Hiccup ni siquiera podía terminar de hacer bien su propia cama ¿como podría cuidar a un bebe? Pero tan rápido llegó la idea a su mente también la descarto.- No. No me parece correcto... nosotros hicimos lo que hicimos y este niño no tiene la culpa, no podemos matarlo sin mas.
-Bien-dijo Astrid- ¿Lo tendremos entonces?
-Así es, no voy a dejarte sola en esto.-contesto decidido Hiccup.
-¿Que hay de tus padres?
-Déjame a mi hacerme cargo de eso... Pero todo saldrá bien, lo prometo.
Luego de eso acordaron encontrarse en el parque luego del almuerzo, discutirían sus opciones y luego decidirían que hacer, lo único que tenían que hacer antes era decirles a los padres de Hiccup, Astrid se había ofrecido para acompañarlo pero el se negó por miedo a la reacción de sus padres. Pero se hicieron una promesa, pase lo que pase, estarían juntos.
Camino a su casa Hiccup se mantuvo serio, repitiendo mentalmente una y otra vez que era lo que estaba por decirle a sus padres. Al llegar le dio la impresión de que lo hizo muy rápido y con las manos temblando saco la llave de la casa del bolsillo de su chaqueta y a duras penas abrió la puerta. De adentro le llegó el exquisito aroma de pescado frito, hasta podía sentirle una pizca de limón. Suspiró y cerro la puerta tras el.
Al principio todo transcurrió con normalidad, saludo a sus padres, dejo su mochila al borde de las escaleras y tomo su lugar correspondiente en la mesa. Se sentía tenso y más aún con sus padres actuando como si nada pasará. Sirvieron la comida y sin decir mayor palabra comenzó a comer mientras su padre miraba las noticias y charlaba sobre su trabajo en el muelle a la vez que se llevaba grandes pedazos de comida a la boca. Hiccup, por el otro lado, se encontraba en su propio mundo, trazando las miles de posibles reacciones de sus padres. ¿Cual sería la peor de todas? No podía decidir, en una literalmente lo mataban, en otra lo obligaban a mudarse de cuidad y abandonar a Astrid, en otra la obligaban a ella a abortar, en la siguiente lo enterraban vivo.
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Un Padre Adolescente, una historia conmovedora-Hiccelsa
FanfictionHiccup, un chico responsable y común, el típico adolescente con su típica novia. Un día, victimas del alcohol olvidan la protección y Astrid queda embarazada. La vida de Hiccup se hará más díficil por perder a Astrid, ser un padre soltero no es fáci...