La mañana llego y Elsa fue la primera en despertar. Aún sentía el rastro de las lágrimas en sus mejillas y como todos los años el enorme hueco en su pecho. Cinco años, habían pasado cinco años sin su hija, sin su Leah. Cinco años sin verla crecer y convertirse en una preciosa niña.
Aún así estaba sorprendida de sentir unos brazos rodeándola, Hiccup se había quedado dormido junto a ella. Se aparto al instante despertando al castaño. El también se sorprendió al despertar junto a la rubia, ambos se miraron unos momentos mientras recordaban como abrieron sus sentimientos la otra noche.
-Buen día-dijo Hiccup algo incomodo.
-Buenos días-saludo Elsa llevando un mechón de pelo tras la oreja.- Yo... lamento lo de anoche, no tenías porque aguantar mi llanto...
-No te disculpes, estoy tan familiarizado al dolor como tu.-espeto Hiccup encogiéndose de hombros- ¿Te quedas a desayunar? Rapunzel terminara su turno al medio día.
-Claro, pero no quiero molestarlos hasta ese entonces... Además, tenía algo pendiente. Aún así gracias por la invitación.-dijo Elsa apenada.
-Lo entiendo, iré a despertar a Mía para desayunar...
Hiccup dejo a Elsa sola y fue al cuarto donde su pequeña niña roncaba a no más poder aferrada a la muñeca que le había regalado Elsa. Hiccup río al ver a su princesa toda despeinada y con un hilo de baba. Se sentó junto a ella en la cama y le movió el hombro con delicadeza, despertandola.
-Buenos días princesa...-la saludo con una dulce voz.
-Buen día papi-respondió Mía aún adormilada- ¿Elsa sigue aquí?
-Así es, esta preparando nuestro desayuno.
-¿Seguro que no puede ser mi mama?-pregunto Mía suplicante mientras envolvía su padre en sus brazos, haciendo reír a este.
-Lo lamento Mía, no es tan fácil.
-Lo es si ella quiere.
-No la molestes, ahora vamos... apuesto a que te hará algo delicioso.
Al llegar a donde Elsa, Mía se lanzo a sus brazos y insistió en preparar el desayuno los tres, así que eso hicieron y comieron mientras Mía miraba dibujos animados, y por dibujos animados me refiero a Peppa Pig y jugaba con sus muñecas. Elsa se cambio y le devolvió la ropa a Hiccup dándole una última miradas a las prendas, especialmente a los pantalones de Mérida.
-Interesante... me sorprende que Mer nunca haya venido a buscar esto antes...-dijo Elsa mirando los pantalones y luego a Hiccup- ¿Ustedes alguna vez fueron pareja?
La pregunta saco una carcajada tanto de Mía como de Hiccup. Elsa quedo mirando a ambos atónita.
-A la tía Mérida no sale con chicos-dijo inocente Mía.
-Tiene razón Els, Mérida es lesbiana-dijo Hiccup, Elsa se sintió apenada de inmediato.
-Oh lo siento, no quería insinuar...
-Mi papi no tiene citas con chicas-espeto Mía- Nunca lo hizo...
-Mía basta-dijo Hiccup avergonzado haciendo reír a Elsa- Bueno Elsa, fue un gran honor conocerte y espero volverte a ver pronto.
-Lo mismo digo Hiccup-exclamo Elsa con una gran sonrisa- También adore conocerte Mía.
La niña se puso de pie y corrió hacia los adultos aferrándose a la pierna derecha de Elsa.
-Por favor no te vayas, podemos jugar juntas... O ver dibujos animados, lo que tu quieras.
-Oh linda, quisiera quedarme pero de verdad necesito irme, pero prometo que volveré a jugar contigo.-dijo Elsa abrazando a la niña.
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Un Padre Adolescente, una historia conmovedora-Hiccelsa
FanfictionHiccup, un chico responsable y común, el típico adolescente con su típica novia. Un día, victimas del alcohol olvidan la protección y Astrid queda embarazada. La vida de Hiccup se hará más díficil por perder a Astrid, ser un padre soltero no es fáci...