Capítulo 2: Lazos de sangre (Días (a)típicos II)

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Me abalancé hacia Yoshio quitándole el bote de pastillas de las manos.

―¡Estás loco! ¿Qué pensabas hacer? ―me puse de rodillas a su lado mientras él me miraba con los ojos muy abiertos.

―Hime tranquila no es lo que crees ―puso sus manos sobre mis hombros―. No voy a hacer nada malo esas pastillas no van a hacerme daño, solo me harán sentir mejor.

―Unas pastillas no pueden hacerte sentir mejor... ―quité sus manos de mis hombros.

―Hime créeme si no me las tomo no podría seguir viviendo ―me interrumpió mientras sus ojos comenzaban a humedecerse.

―Yoshio si es por lo de Akashi tú no tienes la culpa... ―el castaño apartó la vista para mirar el suelo.

―No es solo eso ―su voz sonaba muy débil, cosa muy poco común en él, era como si estuviera a punto de romper en llanto―. Yo..., no he tenido una buena vida sabes...

Me quedé callada sin saber bien que decir, mientras el mánager seguía sin apartar la vista del suelo.

―No voy a obligarte a que me digas nada ―me atreví a decir rompiendo el incómodo silencio que se había formado.

―Sabes creo que puedo confiar en ti ―dijo antes de mirarme y poder apreciar que parte de su maquillaje se había corrido por culpa de las lágrimas―. Todo comenzó con el repentino distanciamiento de mis padres, fue una situación muy complicada para mí, el hecho de ver como dos personas a las que quieres, se odien era doloroso para mí, pero aun así después de eso tuve un tiempo de paz. Mi madre pasaba mucho tiempo conmigo y eso me hacía feliz. Pero todo se complicó con el nacimiento de mi hermano ―soltó un largo suspiro―. Nació con una complicada enfermedad respiratoria, haciendo que se pasase la mayor parte del tiempo internado en el hospital, al final dejamos de tener dinero suficiente para tenerlo internado y tuvimos que traerlo a casa. Yo intenté ser un buen hermano, pero un día jugando con él le hice daño y.... ―su voz comenzó a temblar y más lágrimas bajaron por su rostro, puse mi mano sobre la suya para intentar tranquilizarlo―. Mi madre me acusó de asesino, yo no quería hacerlo así que cuando se recuperó me prometí protegerlo, pero eso no es todo, la gota que colmó el vaso fue la repentina muerte de mi padre en un accidente de tráfico eso terminó de destruirme emocionalmente.

―Lo siento Yoshio no sabía nada de eso...

―Y ahora que estoy aquí dentro no puedo... ―metió la cabeza entre las piernas.

―Proteger a tu hermano, ¿no es así? ―él me miró y asintió―. Te pareces mucho a él ―dije en un susurro que Yoshio escuchó por mi cercanía.

―¿Él? ―se limpió una lagrima haciendo que su maquillaje se pusiera peor de lo que estaba.

―Mi hermano, él también era muy protector conmigo. Ahora mismo debe estar muy preocupado por mi ―miré a la nada para evitar la mirada de Yoshio.

―Perdona por creer que iba a suicidarme Hime ―Yoshio mostró un intento de sonrisa que se quedó en una extraña mueca―. Tu hermano es muy importante para ti, ¿verdad?

―Sí, él me impidió que hiciese algo horrible en el pasado y le estoy muy agradecida por ello.

Yoshio volvió a bajar la vista, estaba claro que no estaba bien del todo aún.

―Sabes somos amigos y lo amigos se apoyan en todo así que si tienes algún problema no dudes en decirme, ya sabes mi puerta está enfrente ―le di una cálida sonrisa―. Y no solo yo, todos estaban preocupados por ti.

De improviso Yoshio me abrazó llorando desconsoladamente.

―Gracias por escucharme Hime ―me dijo entre sollozos.

Danganronpa: Hope vs Despair (Cerrado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora