08.

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Ten comía sus macarrones sentado a mi lado y en silencio. La situación se había tornado algo incomoda, y es que realmente se podía sentir, pero yo no sabía que hacer al respecto.

—¿Iremos por el helado entonces? — Tímidamente lo volteo a ver cuando hago la pregunta y soy capaz de notar que él voltea rápidamente a verme.

—¿Que? — Cuestiona, mientras una sonrisa empieza a aparecer en su rostro. Sus ojos han empezado a brillar. — Digo, ¡Sí! — Su sonrisa no abandona su rostro a la hora de pararse y tomar mi mano. — Vamos.

—¿A dónde? — Cuestiono y me levanto, empezando a seguirle.

—Por un helado. — Responde simplemente y me detengo un poco. — ¿Qué sucede?

—¿Venden helado en la cafetería? — Le miro confundida y el niega a la vez que una risa inunda el lugar.

—No, estoy seguro de que no.

Minutos después de estar caminando, llegamos a la parte trasera del instituto. Era un lugar desolado y Ten parecía saber cómo moverse a través de él.

—Saldré primero. — él abre una ventana, que da la vista hacia la calle y sé de qué se trata todo. Pero cuando me doy cuenta él ya está afuera de la escuela.

Rápidamente saqué mi cabeza por la ventana y le miré, algo nerviosa.

—Podemos ir después de clases por él, Ten. — Él ríe y niega. — Nos meteremos en problemas.

—¿Qué de malo puede tener una o dos horas en la sala de castigo, Gaeul? — Él alza sus manos y me sonríe. — Ven, yo te atrapo.

—Chittaphon. — Hablo y su sonrisa desaparece. Es la primera vez que la he llamado por su primer nombre. O llamado en todo caso. — Tengo puesta una falda escolar.

—No veré nada. — Una sonrisa leve vuelve a aparecer y cierra sus ojos, mientras cierra y abre las palmas de sus manos esperando a que accediese. — Vamos, la cámara te está viendo y no falta mucho para que un maestro aparezca.

Solté un gran y largo suspiro. Esperaba realmente que nada malo sucediera de esto.

—Asegúrate de atraparme y no ver nada en el intento. — Hablo y él ríe, a la vez que asiente.

—Lo he visto antes accidentalmente, Gaeul, tranquila. — Cuando dice eso, soy consciente del tambaleo que sufre mi corazón. Ha traído un recuerdo gracioso y vergonzoso a mi mente en tan poco tiempo.

Paso a través del marco de la ventana, y soy capaz de verlo, ahí parado con los ojos entrecerrados y las manos extendidas.

—Aquí voy. — Hablé y solté un grito al saltar. Ten efectivamente fue capaz de atraparme.

Pero para mí mala suerte, cuando me tomó, de una manera incomoda quedamos lo suficientemente cerca para sentir la respiración ajena. Sin quererlo, mi corazón se había acelerado demasiado.

Él abrió sus ojos y sonrió al verme en esa posición. Me sentía cohibida, y es que su agarre en mi cintura en contrario de ser disuelto, solo se hacía más fuerte, no al punto de ser doloroso, solo me incomodaba de alguna forma.

—Juro que no vi nada, Kim Gaeul. — Estiró su cuello y se acercó más a mi haciendo que yo me hiciera hacia atrás. Me tomó por sorpresa sentir sus labios en mi frente, y esta acción hizo que mi estómago se sintiera estremecido. Era realmente inhumana la sensación. — Controla tu corazón, Gaeul. — Dijo, al soltarme y empezar como si nada hubiese pasado.

No, nada estaba pasando. Solo estábamos escapando de la escuela y él acababa de besar mi frente. Realmente nada.

[...]

Detention» TenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora