Prólogo

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—Padre, ¿para qué haces esto? —preguntó el pequeño príncipe demonio, mientras veía desde lejos como las llamas terminaban con los escombros de la pequeña aldea

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—Padre, ¿para qué haces esto? —preguntó el pequeño príncipe demonio, mientras veía desde lejos como las llamas terminaban con los escombros de la pequeña aldea.

El humo lograba camuflar a uno que otro demonio que intentaba escapar, pero de todas formas no lo lograrían, ya que sus cuerpos se desintegraban lentamente, por sus heridas.

—¿Qué pregunta es esa? Obviamente hago esto para demostrarles quien manda, creyeron que por formar un grupo de rebelión podrían vencerme. Miralos ahora, sólo quedan cenizas de ellos y todo lo que tenían se están quemando —el rey demonio soltó una fuerte carcajada, ante la desgracia y el sufrimiento de su anteriores aldeanos, digna de un ser que no siente amor por su propia especie—. Espero esto les enseñe a no meterse conmigo, el gran rey demonio —obviamente, la modestia no acompañaba sus palabras.

—¿No estas malgastando tu tiempo? —preguntó el pequeño,  desviando su mirada de los escombros ardientes, y la fijo en el cielo rojo, con nubres negras— La agencia de los humanos esta haciendo un trato con los demonios, deberías preocuparte por eso —opinó aun sabiendo la repuesta de su padre.

—¿Por simples humanos? —el mayor hizo una mueca de burla y desagrado— Esos simples parásitos que quieren evolucionar no son ningún peligro.

—Ese es el problema, todo es como en los cuentos —el rey observó curioso a su hijo, arqueando una de sus cejas—. Cuando mamá estaba con nosotros, ella me contaba cuentos, donde la maldad siempre era vencida por su ignorancia... Yo no quiero perder, quiero estar en el lado ganador —mordió su labio inferior, esperando ser ignorado por su progenitor.

—Nosotros somos el lado ganador —suspiró el mayor y ladeo la cabeza—, pero, si solo quieres largarte con los humanos, espera crecer un poco más y después hazlo. No te encariñes, porque tu eres el príncipe, el futuro de este reino y tendrás que volver.

—Lo sé...

El cuento del príncipe demonio (yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora