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Dos semanas después

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Dos semanas después

-¡Cornamenta!- Gritó Fred a su mejor amigo, al ver que se había vuelto a quedarse embobado con cierta pelirroja que lo tenía loco.- ¿Puedes dejar de mirar a June por un maldito segundo?

James miró con el ceño fruncido al pelirrojo que sonreía victorioso. Lysander que ya se encontraba devorando el postre miró de reojo al par. Pero no dijo nada.

-No estaba mirando a Clarisse.

-¿Ah no?- Se burló Fred.- ¿Entonces mirabas a tu hermano?

James se sonrojó pero no negó nada.

No había podido hablar más con Clarisse, aunque lo había intentando y se había apuntado a cuidado de criaturas mágicas por ella, ya que eran de los pocos de todos Hogwarts que en el séptimo año elegían eso.

Pero aún así cada vez que intentaba hablar con ella o se arrepentía y daba la vuelta (sonrojándose con las burlas de sus amigos) o era ella que lo esquivaba para dirigirse con aquellas serpientes.

Tampoco sabía un poco más de ella, únicamente lo que le había dicho canuto en el tren.

-Bueno, te decía si en la próxima salida a Hogmeade nos vamos los tres juntos, pasaríamos por el pasadizo de la bruja tuerta porque seguramente nos van a castigar, ¿qué me decís?

Lysander al igual que Fred parecía emocionado, a lo que aceptó rápidamente, los dos miraron a James inquisitivamente.

-Pues esperaba invitar a... Bueno que más da, ¡Somos los Merodeadores 2.0! Hace mucho tiempo que no salimos al pueblo juntos.- Sonrió James.- Será una buena ocasión.

El resto del desayuno lo pasaron entre risas y chistes, planeando algunas bromas hacia los alumnos, la mayoría era de Slytherin.

A primera hora les tocaba clase de pociones con Slytherin, por lo que su humor decayó un poco.

La clase de pociones con el profesor Slughorn siempre había sido compartida con los Slytherin, desde hace más de 40 años, al menos lo que sugirió Fred entre risas.

La clase favorita de los tres era Transformaciones, con el casi medio hermano de James, Teddy Lupin. Se había criado con su familia desde que era un niño por la pérdida de sus padres en la batalla de Hogwarts.

Por lo que las clases eran las más divertidas, McGonagall fue quien le ofreció el puesto cuando él era auror y trabajaba con el padre de James, Harry y antes de que Ron se fuera a la tienda de Sortilegios con él.

Además la relación que tenía con Victoire Weasley-Delacour le había quitado un poco las ganas de capturar y arriesgarse por los últimos Mortífagos que quedaban aún vivos, que huían.

-¿Te puedes apartar? Impides el paso.- Dijo una voz a la espalda de James.

James se giró, para encontrarse a la chica con la que había estado prendido desde que la vió.
Clarisse June estaba enfrente de él, de su brazo colgaba una Slytherin con el pelo castaño que le llegaba debajo de los hombros, con los ojos café que transmitían odio puro.

El color subió a sus mejillas y empezó a balbucear cosas que ninguno de los presentes comprendía, Elena rió con soberbia mirando al chico.

Clarisse, al ver que Potter no iba a responder se dirigió hacia Lysander, ladeando la cabeza para verlo mejor.

Ella lo conocía gracias a la familia Trubblers, algunas veces habían coincidido en la casa gracias a que su padre Rolf Scamander los llevaba.
Los gemelos se habían quedado impresionados como la chica manejaba al dragón que poco a poco iba creciendo, así se hicieron amigos.

-Hola Lys.- Saludó amable,- ¿Podrías dejarnos pasar?

-Si es la pequeña dragoncita, no sabia que eras una Gryffindor, casi no te veo en la sala común.

Elena, aún agarrada al brazo de Clarisse rodó los ojos para sonreír maliciosamente.

-Eso es porque prefiere la compañía de las Slytherin claramente.- Clarisse enrojeció,- Por cierto, molestias en el camino, largo.

La Nott apartó de un empujón a los chicos, abriéndose paso con orgullo hasta el salón de pociones en donde el profesor Slughorn las regañó pero lo dejó pasar.

En cambio, cuando Lysander iba a pasara para la clase, James lo cogio de la capa y lo arrastró por los pasillos hasta un salón vacío, ante la mirada confusa de Fred que prefirió irse a la sala común para esperar a sus amigos.

-¿Pero a ti qué te pasa?- Preguntó el rubio alzando la voz enfadado, se masajeo el cuello.

-¿Y a ti? ¿Dragoncita, enserio? ¿Desde cuando conoces a Clarisse?

Lysander frunció el ceño.

-Cuida de un bebé dragón que nació la primavera pasada en casa de los Trubblers, ya te hable de ellos, amigos de la familia Scamander desde hace generaciones. Una vez coincidimos y nos llevamos bien, no sé qué te pasa. Ni siquiera sabía que asistía aquí, me imaginaba que era de Rumania o un país al Norte por el cuidado de dragones o yo que sé.- Habló rápidamente, intimidado por James que poco a poco se iba calmando.- ¿Y tú de qué la conoces?

-La empuje en el tren y se cayó, la ayudé y fue borde.

Lysander supo por qué le había tratado así, él se disculpó con los mellizos June en cuanto los vió casi a finales de verano, cuando habían ido a recoger a Clarisse.

-Nos metimos con sus hermanos, yo creo que razones tiene, ¿pero porqué ese repentino interés?

-Me ha flechado.- Respondió con una sonrisa, dejando al rubio con la boca abierta.

-¿Y qué piensas hacer Potter?

Treasure - James Sirius PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora