Clarisse aún siendo una orgullosa e intrépida leona, se llevaba especialmente bien con los Slytherin, hasta el punto de sentarse con ellos a comer y pasar más tiempo en las mazmorras que en su propia sala.
Lo cual, para los Gryffindor era por así de...
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-Te lo digo enserio, Potter quiere liarse contigo, Clare.- Volvió a repetir Elena mirando por encima algunos libros que había cogido de la biblioteca.
-Y yo te digo que no nos conocemos, en estos siete años sólo hemos hablado una vez, y fue para pedirme disculpas por caerme.
Elena no comprendía como Clarisse podía ser tan inocente y no darse cuenta de las intenciones de Potter mayor, después recordó que era una Gryffindor y no volvió a sacar más el tema.
-¿Porqué no te pusieron en Hufflepuff?
Clarisse bufó molesta.
-¿Y a ti en Ravenclaw? Eres la más lista, Prefecta y futura premio Anual, y estás en Slytherin.
Elena aunque no lo pareciera, se pasaba las noches en vela estudiando, ya que su orgullo no le permitiría ir a la biblioteca, así que cuando necesitaba algún libro mandaba a la Gryffindor. Ella quería mantener su reputación en alto, no quería que la conocieran por "la más lista". No lo soportaría.
-Estoy en Slytherin porque toda mi familia ha ido a esa casa durante generaciones.- Soltó orgullosa.
-Todos mis hermanos están en Slytherin y yo no.- Recalcó la pelirroja, arrojando un libro de plantas acuáticas a la cama.
Las chicas tenían examen de Herbologia en una semana, aún era pronto, pero el profesor Longobottom lo había puesto para 'alentar' a los estudiantes.
-¿Porqué haces que los demás hagan tu tarea cuando TÚ eres capaz?-Soltó Clarisse.
Se lo llevaba preguntando desde que la conoció, un claro ejemplo era Louis, que había salido con él para que le hiciera los deberes (que después compartió con su amiga) Pero Clarisse sabía que ella sin hacer tanto lío podría haberlos resuelto en menos de un cuarto de hora. Aún así, había utilizado al menor de los Weasley-Delacour
-Porque es divertido.- Respondió con una sonrisa socarrona.
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-¿Qué diablos haces, James?- Preguntó Fred, al ver a su mejor amigo esperar enfrente del cuadro de la señora gorda, que daba a la sala común de Gryffindor. Fred cayó entonces.- No me digas que la estás esperando, no creo que vuelva.
-¿Cómo que no va a volver?
Fred suspiró derrotado, prefería al James que se iba con una chica diferente cada noche a el que esperaba como un perro a su dueña.
James libre y sin ataduras era mejor, lo gracioso era que la chica por la que él estaba colado ni le hechaba cuenta, es más, le odiaba por lo que le hizo a sus hermanos.
Unas risas interrumpieron la conversación que llevaban. Por el pasillo caminaban Clarisse June y Elena Nott, las dos charlando mientras reían. Elena, al ver al dúo que estaba en la puerta sonrió pícaramente y se despidió de su amiga, volviendo hacia las mazmorras.
Clarisse avanzó, pero por segunda vez en el día James Potter le impedía el paso.
-¡Hola pelirroja!- Saludó Fred mirando burlón a James, que se removía nervioso.- Bueno yo me voy, tengo que ayudar a Lysander en algo, no sé exactamente qué pero ese Scamander necesita ayuda.
Y desapareció por el cuadro.
-Hola Clarisse, ¿qué tal estás hoy en un día tan bonito como este?
-Es de noche.- Respondió la ojiverde aburrida, estaba cansada y no le apetecía hablar.
James enrojeció al darse cuenta de la pregunta absurda que le hizo.
-Te tengo esto, es un regalo.
James le extendió una pequeña cajita, que Clarisse abrió dudosa, por miedo al encontrase una broma, en lugar de ello, una cruz de Cristo con una cadena de plata y de color rosa. La miró inquisitiva.
-Cómo eres nacida de muggles he pensando que te gustaría.
Clarisse rió, el chico no sabía nada de ella.
-Soy sangre pura.- Respondió soltando una carcajada, aún así se colocó el collar- Nos vemos, Potter.
