Meses atrás...
Arianne
El funeral de mi padre es amargo, lluvioso y un mar negro de dolor. Los paraguas y ropas oscuras se extienden sobre nosotros mientras un sacerdote recita las oraciones en idioma celta y su tumba es cubierta por tierra. Ya no tengo lágrimas para derramar. Me he quedado seca, impotente y devastada. Nada lo traerá de vuelta.
Asher está a mi lado con gafas oscuras ocultando sus ojos, el resto de los hermanos permanecen quietos y en silencio. Aiden y su esposa escuchan atentamente. Emmie, Reynard y Melody me respaldan. En cuanto a Mila es la más ruidosa. Sus sollozos son audibles y lágrimas ruedan por sus mejillas mientras sostiene una rosa blanca.
He asistido a muchos funerales en mi vida.
Me pregunto cuándo será la última.
Decidimos incinerar el cuerpo de Theo. Fue lo mejor, no quisimos arriesgarnos a que alguien más intente utilizarlo para fines malignos. Es lo que él hubiera querido. Espero que finalmente tenga la paz que ha buscado dónde sea que se encuentre. No tuve mucho tiempo de llorarles porque mi estadía en el país será breve. Nos iremos lo antes posible.
La primera lágrima cae por mi mejilla y la limpio con mi mano. A veces pienso que mi vida es como una trágica novela de Shakespeare. Las muertes abundan y los finales nunca son felices. Resígnate, Arianne. La felicidad es relativa.
—¿Quieres decir algunas palabras? —pregunta Asher, su voz es un susurro compasivo y a la vez distante.
La punzada de dolor me apuñala de nuevo. Nuestra relación no volverá a ser la misma, no después de esa noche. La libertad estaba a mi alcance. Mi familia casi había tenido la paz que buscábamos, pero en un parpadeo se esfumó todo.
—Sí —respondo—. Seré breve.
—Tómate tu tiempo.
Salgo de la protección que ofrece el paraguas de la lluvia y me dirijo a todos los presentes de este melancólico cementerio en New Hope. No somos muchos, pero apreciamos a Josh. Excepto Aria, por supuesto. Es una hipócrita que está aquí porque su familia la obligó. Hubiera preferido su ausencia y no ver su cara. Me imagino que está muy feliz. Mis pérdidas significan un triunfo para ella.
—No voy a despedirme porque una parte de mí no quiere aceptar su muerte —susurro—. Quiero fingir que él no se ha ido y regresará pronto para irnos de pesca como había prometido.
Me tiembla la boca y las lágrimas brotan sin control. He tenido pesadillas desde esa noche, soñé con sus ojos, la sangre y le rogué a mi padre no me abandone nuevamente. Rogué tanto, pero él nunca regresó. Ya no lo hará.
—Quiero que cada uno de ustedes disfruten a ese ser querido que tienen al lado y le recuerden cada segundo cuán importante son. Nunca sabemos qué nos depara el destino. Un día lo tienen todo y luego nada. Así como yo.
Mi mirada pasa a echar un vistazo a Andrew que abraza a Emmie. Me alegra que estén aquí a pesar de todo. Al ver que incluso él llora como si su corazón estuviera roto, provoca que me rompa en llanto. Permito que Asher me levante del suelo y aún no dejo de llorar cuando cubren el ataúd con tierra y flores.
Josh Owen Laroux.
Padre de familia y gran protector. Siempre en nuestros corazones.
—Hasta pronto, papá —Miro el cielo con una triste sonrisa —. Haré que cada día te sientas orgulloso de mí. Lo prometo.
👨👩👧
Me las arreglo para mantenerme cuerda mientras termino de guardar mi ropa en la maleta. Asher está hablando con su padre y Anubis me mueve la colita. Una pequeña sonrisa asoma mis labios y toco su cabeza peluda.
