Asher
La nieve empieza a caer y cierro los ojos mientras el escalofriante viento congela hasta mi alma. Siento como si alguien me hubiera arrancado el corazón del pecho y lo retorciera entre sus dedos. Mis latidos murieron cuando ella dijo esas palabras.
«Rompí nuestro lazo, Asher. Ya no hay nada que te una a mí. Tu alma es libre de mi oscuridad. Estás a salvo»
Tomo una bocanada de aire con la esperanza de alejar esta sensación, la absoluta desolación. Estoy tan jodidamente vacío por dentro. Lo que más me duele es que ella tomó la decisión sin pensar en mis sentimientos. Asumió que sería lo mejor. Quizás sí, pero la traición arde en mis entrañas.
Arianne rompió mi confianza y no hay forma de repararla.
—¿Asher?
Hago caso omiso de la presencia de Axel, ignoro el picor en mis ojos y la ira que me consume con cada segundo que pasa. Joder. No es el mejor momento. Ella perdió a su padre y me necesita, pero no puedo mirarla después de lo que ha hecho.
No me considera lo suficientemente fuerte.
Ella me ve como una carga.
—Hermano...
—No puedo respirar —jadeo, frotándome el pecho —. No puedo.
Axel me abraza inmediatamente y trato de tranquilizar la devastación que surge dentro de mí. El abismo crece, llenándome de resentimiento. La sangre me arde y las lágrimas caen con más intensidad esta vez. ¿En qué he fallado? No me ha dicho sobre su embarazo y permitió que las palabras de mi madre tengan validez en nuestra relación. No le importa lo que siento.
—Estoy aquí —susurra —. Dime qué sucede.
Me aparta y me froto los ojos. Estoy convirtiéndome en miles de pedazos.
—Ella... rompió nuestro lazo.
La conmoción golpea el rostro de Axel y balbucea las siguientes palabras.
—¿Qué?
—Mamá le dio la gran idea y Arianne lo hizo porque está aterrada de perderme.
Traga saliva ante la expresión de horror que se le dibuja en la cara y me siento sobre un tronco.
—¿Acaso eso es posible?
—Fue un favor de la diosa luna. Ella le concedió el deseo.
Axel suspira con los hombros hundidos.
—Tuvo que estar muy desesperada para recurrir a algo así.
La conozco mejor que nadie. Sé que la muerte es su mayor miedo. Perdió a su familia y soy todo lo que tiene. Piensa que atarme sería mi perdición. Ella no quiere arrastrarme a la oscuridad que siempre la perseguirá. Lo hizo porque me ama más allá de la razón. La entiendo, habría hecho lo mismo si estuviera en su posición, pero no deja de dolerme.
Duele mucho.
—Lo está —susurro.
—¿Y mamá? No me sorprende nada de esa mujer —Axel niega con la cabeza —. Lo siento mucho, Asher. Sé que duele condenadamente, pero ustedes se aman a pesar de todo. Saldrán adelante juntos. Podrán superar esto y más.
—No sé qué hacer.
—Tómate tu tiempo —Me palmea la espalda —. Probablemente nunca sabré lo que se siente estar en tu lugar, pero cualquiera puede ver lo mucho que te ama Arianne.
—Ya no estoy tan seguro.
—Hey... —toca mi hombro —. Respira y habla con ella cuando te sientas listo. Nada está perdido. No permitas que esto los defina. Ustedes son mucho más que el lazo.
