Capítulo 3 👨‍👩‍👧

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Asher

Melody llena cuatro platos con lasaña y nos sirve zumo de naranja. Arianne a mi lado come entusiasmada como si no lo hubiera hecho en días. Nuestra conversación de hace una hora la mantiene más tranquila. Ella necesita estar relajada en su estado. No seré el motivo de su estrés o depresión. Por mucho que odie lo ocurrido no puedo ser un imbécil y dejarla sola. Tiene a nuestro bebé en su vientre y siempre contará con mi amor y mi protección.

No permitas que esto los defina. Ustedes son mucho más que el lazo...

Axel tiene razón. No todo puede ser tan malo. Amo a esta chica desde el primer día que nos conocimos, incluso cuando aún no sabía que éramos compañeros. Le veré el lado positivo a las cosas. Nada ha podido destruir nuestra relación, ni siquiera mi madre.

—Axel y yo iremos a un bar esta noche —informa Melody, masticando —. Necesitamos beber hasta desmayarnos y divertirnos un rato.

Arianne frunce el ceño.

—Es una pésima idea. No conocemos a nadie y hay...

—Peligros en todos lados —la interrumpe —. No planeo vivir encerrada en este lugar, Meredith no lo apreciará y yo necesito respirar.

—Hay peligros en cualquier rincón —concuerda Axel —. Lo importante es que seamos prudentes y estemos más unidos que nunca.

—Nadie nos lastimará, Meredith no lo permitirá —añade Melody —. Deberían estar felices porque tendrán la cabaña para ustedes solos y podrán reconciliarse. Follarán sin que nadie los escuche.

Me río mientras bebo el jugo y Arianne se atraganta con la comida.

—¡Melody!

—No seas mojigata, Arianne. Aprovecha —me guiña un ojo —. Axel y yo la pasaremos muy bien bebiendo vodka.

Mi hermano sonríe.

—Cuenta con ello.

—No demoren tanto y cuídense —musita Arianne —. No dormiré tranquila hasta que regresen.

La señalo con un tenedor y una expresión de molestia que la hace encogerse en su asiento.

—Axel y Melody son adultos. Saben cómo cuidarse, nada de angustiarse. Tienes que pensar que ahora tu estado de ánimo afectará a alguien dentro de ti —suspiro —. Deberás olvidar muchos de tus hábitos. Empezando por esa necesidad de querer cuidar a todos. Tu salud será prioridad a partir de ahora.

Se tensa.

—Sabía que te pondrías sobreprotector.

Me burlo.

—Esto es apenas el comienzo y tendrás que soportar mi jodido temperamento. Voy a imponer algunas reglas que te beneficiarán.

—¿Reglas? —Hace una mueca.

Axel y Melody nos miran divertidos sin dejar de comer.

—Sí, impondré varias, pero no con el afán de querer controlar tu vida. Es por tu bien.

—Asher...

—Hablaremos de esto después —agrego más comida en su plato —. Termina de comer y luego descansa. Los mareos se detendrán cuando dejes de dar vueltas en la cabaña.

Pone los ojos en blanco.

—Sí, capitán.

—Esto será muy divertido —Melody se ríe —. O tal vez... aburrido. No podrás hacer ciertas cosas en tu condición.

Dulce EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora