Los sentimientos de las personas no podían manejarse con claridad.
A pesar de ello, Taehyung jamás entendió cómo podía ser posible que su mejor amigo, Park Jimin, se enamorara en un dos por tres de las personas menos indicadas.
Se sintió feliz cuan...
La lluvia no había alcanzado a empaparlo, por suerte arreció cuando se encontraba resguardado en la cafetería a la cual había ido con Jungkook. Fue antes a la biblioteca pero el chico que se encontraba cubriendo a Seokjin le dijo que su hyung no había podido asistir por cuestiones desconocidas. Intentó llamarlo pero fue inútil, seguramente Seokjin tenía cosas mejores que hacer que responder sus llamados.
Suspiró pesadamente, con la taza humeante de café entre sus manos, ¿Por qué de repente se sentía tan vacío? Jimin prefería a Namjoon ahora, Jungkook estaba disfrutando de su compañía, Seokjin le ignoraba y se sentía avergonzado con Hoseok como para llamarle. Las personas importantes en su vida no podían estar junto a él en ese momento.
Era un sentimiento extraño, Taehyung jamás lo había sentido. Él solo quería ir corriendo a su habitación, encerrarse y hacerse un ovillo en la cama mientras llora por algo que no es tan importante para los demás. No se había dado cuenta de que estaba llorando hasta que unas lágrimas osadas cayeron al dorso de su mano, las quitó calmo, importándole poco si alguien le miraba en ese estado ya. De todos modos, no había tanta gente con la lluvia que se soltó de repente.
Cerró sus ojos con pesar, los sentía cansados, sus hombros estaban caídos y ya se le habían quitado las ganas de tomar el café. A pesar de tener un frío tremendo, sabía que no era a causa del invierno presente. La campanilla del local se escuchó, haciendo consciente la llegada de un nuevo cliente pero eso a Taehyung no le importaba demasiado, sino hasta que escuchó su voz.
—Taehyung...—Abrió sus ojos de repente y su boca se abrió sin poder formular nada al ver a Jungkook de pie frente a él, mojado hasta los zapatos y con el ceño fruncido en clara preocupación—¿Dónde rayos estabas metido?
—Jungkookie. —El castaño se puso de pie en un segundo pero no pudo moverse, Jungkook había comenzado a llorar sin razón aparente y no sabía qué hacer— Jungkook, Dios, no llores. ¿Qué ha pasado? — Preguntó, acercándose al pelinegro cuando le vio ocultar su rostro entre sus palmas, dejando caer el agua en su ropa. Un mesero se había acercado a ayudar pero rápidamente Taehyung pidió que se marchara, pues él se encargaría. No pensó dos veces en quitarse su abrigo y tendérselo al menor. —Mírame, Jungkook, mírame.
Su respiración se fue aplacando de a poco y le guió hasta la silla donde estaba sentado momentos antes, se puso de cuclillas y le quitó las manos del rostro, obligándole a verle— T-tú...
— ¿Qué fue lo que pasó? —Volvió a preguntar.
—¡Me dejaste preocupado!—exclamó, limpiando sus lágrimas.— Estaba tan preocupado por ti luego de la llamada, creí que algo malo había pasado. Fui a la biblioteca y no estabas ahí, te busqué en la cafetería de la universidad y tampoco estabas, incluso fui a tu apartamento pero Hoseok dijo que no habías llegado...
—¿Fuiste a buscarme tu solo hasta mi apartamento con este clima?— Preguntó, sorprendido—Jungkook, ¿En qué rayos estabas pensando? ¡Pudiste haberte perdido! Ahora enfermarás y...
— ¡En ti! ¡Estaba pensando en ti!—Le interrumpió, mirándole directamente a los ojos, sus orbes más oscuros de lo que ya eran—¿Cómo querías que dejara pasarlo? Me llamaste tan, agh, y luego apagaste tu celular.
El mayor parpadeó un par de veces— Oye, espera, ¿Dónde dejaste a Namjoon y Jimin?
—Les dije que tenía asuntos que arreglar y que sería mejor que lo dejáramos para otro día.
—¿Lo-lo hiciste por mí? —Su corazón comenzó a sentirse cálido luego de horas de haberse sentido completamente abandonado. Jungkook se quedó en silencio, mordiendo su labio inferior mientras asentía y Taehyung supo que jamás había visto algo más lindo que eso. No existía persona más linda que Jeon Jungkook.
Que su Jungkook.
Ni siquiera le importó que el menor estuviera empapado por completo, tampoco las miradas curiosas que los pocos en el local les estaban dedicando, él simplemente quería abrazarlo. Quería que supiera que gracias a él ahora estaba muchísimo mejor. Jungkook no tardó en pasar sus brazos por sobre sus hombros, inclinándose un poco para quedar más junto pues Taehyung seguía de cuclillas. El castaño escondió su rostro en el cuello de Jungkook y sintió cosquillas en el estómago, esas que lo acompañaban siempre que pensaba en él y esas que se habían esfumado en todo el día para dejarlo sentir miserablemente solo, sin nadie que le hiciera ver lo contrario.
—No lo hagas más, hyung. Por favor no me dejes de nuevo así. —Pidió en susurro, afianzando más su agarre.
—Lo siento Jungkookie, perdóname.— Se disculpó, separándose y sentándose lo más cerca que pudo del menor- Toma esto, te dará calor.— Alcanzó su taza de café a medio tomar y Jungkook la aceptó gustoso— Ah, realmente, eres todo un caso.
—Un ''gracias por preocuparte por mi'' hubiese bastado, ¿Sabes?
Taehyung río— Y ahí está, el Jungkook de siempre.
—Hyung...—Taehyung asintió, incitándolo a hablar— Vamos a casa, estoy empapado y es seguro que yo...—Jungkook no terminó de hablar cuando ya había soltado un estornudo—enfermaré.— terminó.
—Eres tan lindo.—Dijo Taehyung, mirando como enseguida se sonrojaba, —Tan, tan pero tan...
—Cállate.
—Uy, no hay necesidad de ser agresivo— Se burló—Aun así tú sigues siendo lindo.
Ladeó su cabeza—Hm, no estoy de acuerdo. Tú eres más lindo.
El castaño abrió su boca para responder pero solo sintió como el calor llegaba hasta sus mejillas— ¡Ah, tu, pequeño irrespetuoso!
Jungkook río con ganas para luego estornudar—Lo siento.
—Está bien—Dijo, poniéndose de pie— Vamos a casa, Jungkookie.
—Espera, ¿A tu casa o a mi casa?— Preguntó, poniéndose de pie de igual manera.
—¿Te incomoda si yo me quedo a dormir en tu casa?
Negó— En absoluto. Así tú podrás protegerme de los rayos, ¿Recuerdas?— Sonrió de oreja a oreja.
Taehyung se inclinó ligeramente al cuerpo de Jungkook por pura inercia, como si algo normal fuera pero se detuvo en seco cuando se dio cuenta de sus acciones y parece ser que el menor también se había dado cuenta de lo cerca que estuvieron sus rostros pues el sonrojo en sus mejillas se hizo más intenso.
Él quería besarlo, Taehyung iba a besarlo. Pero algo se lo había impedido a pesar de que Jungkook incluso había cerrado sus ojos.
Carraspeó alto— Vamos a casa, Jungkookie.
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Vine por acá de sorpresa solo para decirles: bienvenidos al tramo final de UPPNTP 3:)
