La Heredera Vikinga

La noche más larga

Asmund volvió a la caseta.

-Mañana nos reuniremos con el jefe.-le informo a la princesa, sin mirarla.

-¿P-pero tu-u no er-es el jefe?-le pregunto la chica, mirándole de reojo.

-No-le rugió a la chica asustandola. 

-Tu dormiras en mi cama conmigo, así sabré si vuelves a intentar escapar, para irte con tu estupido prometido.-le advirtió a la chica.

A Yvette no le agradaba la idea, pero no podía rechistar o le iría peor. Se fue directa a la cama, no tenia ganas de comer nada, recostada en la cama pudo ver como Asmund comía en silencio con los músculos tensos. Yvette de reojo vio como el guerrero se levanto rápido, se quito la camisa y las armas, las dejo a un lado, y se acerco a la cama. Ella cerró los ojos rápidos para hacerse la dormida, así seria mas fácil, y el chico se acostó a su lado, dejándole su espacio. Asmund por su parte intentaba no rozarla pero la cama no era muy grande. La piel de la chica estaba tibia y se permitió imaginar que seria tan suave como la seda. Los dos se acostaron dándose la espalda, hasta que cayeron en los brazos de morfeo.

A media noche Yvette abrió un ojo, y se giro y se encontró cara a cara con el guerrero y con su cicatriz que le pasa por toda su mejilla derecha. Se preguntaba como se la habría echo, con la curiosidad, fue alzando la mano sin darse cuenta hasta acercarla a la cara del guerrero, cuando la yemas de sus dedos tocaron su mejilla herida, una mano la cogio bruscamente de su muñeca, y se dio cuenta que Asmund seguía con los ojos cerrados.

-¿Que hacia?- le pregunto con una voz ronca y somnolienta.

-Y-yo solo, no lo se.- le contesto asustada la chica, y se fijo que Asmund seguía con los ojos cerrados.-¿como te hiciste la herida?- la curiosidad pudo con ella.

-Fue cuando tenia 14 años, en mi primer duelo, tenia que ser el primero para ascender de puesto, debía ganar para ser el mejor, pero me distraje y falle, y me hirió mi contrincante.- le explico Asmund a Yvette con el entrecejo fruncido, recordando en dolor, y las inseguridades que ha pasado por su apariencia que asusta a la chica.

-Eras muy joven, como para estar luchando...eras solo un crío, debió de ser muy importante la causa del duelo.-le comento Yvette. Finalmente Asmund abrió los ojos, y le susurro "fue un duelo muy importante princesa". Y se volvieron a dormir.