[7]

446 40 5
                                    

La alarma me hizo abrir los ojos indicándome que debía levantarme a trabajar. Yo simplemente quería quedarme en cama hecho bolita para no tener que ver a Seungcheol nunca más. Pero sabía que eso no podría pasar, no mientras trabajase ahí, y necesitaba el dinero. Sin muchos ánimos me levanté de la cama, me metí en la ducha un poco mas de lo que normalmente acostumbraba, cuando salí hice mi rutina de siempre de nuevo poniendo mi cabello en una cola de caballo baja y poniéndome el mismo uniforme que el día anterior. 

Bajé sin hacer mucho ruido y entré a la cocina, Jisoo estaba ya con una bandeja lista para que se la llevase a Seungcheol. Después de saludarla a ella y a Minho  tomé la bandeja y me dirigí al segundo piso. Una vez frente a la puerta toqué dos veces con las manos temblorosas, el corazón lo sentía en mii cabeza y este iba a mil por minuto. 

-Pase. 

Tuve una extraña sensación en el estomago, solo quería correr a esconderme y no entrar. Mas reuniendo toda la voluntad que tenía abrí la puerta lentamente, con cuidado de no tirar nada, pues eso sería lo último que necesito en estos momentos. Una vez dentro cerré la puerta con el pie y camine rápidamente junto a Seungcheol, dejé la bandeja en sus piernas, hice una reverencia evitando mirarle los ojos y murmuré un "Buenos días Señor". Me dirigía a la puerta de nuevo, sintiendo la libertad en mis manos, y una sensación de alivio me inundo. 

Hasta que sentí como Seungcheol tomaba mi muñeca para impedir que me fuera. Mi corazón se detuve y la sangre abandonó mi rostro. 

-¿N-necesita algo S-Señor?

Me giré para quedar de frente a el, mas aun no levantaba la cabeza. No podía. Mis manos jugaban desesperadamente entre si intentando distraerme. Tomaba la parte baja del saco y la pinchaba entre mi dedo indice y mi pulgar. 

-Hannie, quisiera hablar acerca de lo de ayer. 

-P-pero no hay nada de que ha-hablar Señor. El error fue mío por no haber cumplido y desatendido con lo que se me había dicho, y asumiré las consecuencias. 

-No, Hannie, no me estas entendiendo. No estuvo bien de mi parte hablarte de esa forma. 

-P-pero usted es mi jefe, usted tiene derecho de hablarme como u-usted crea conveniente. 

-No Hannie, no. No esta bien que nadie te hable de esa forma, da igual si es o no tu jefe... Y por eso te pido perdón. 

-Usted no tiene p-por que pedir perdón. Ya le comenté que el error ha sido mío, y lamento haberlo hecho, prometo que no volverá a pasar, le pido que no me despida por que en serio necesito este empleo, tengo meses de deudas en renta que pagar y si pierdo este empleo dormiré en la calle. 

Mis ojos comenzaban a cristalizarse y nublaban mi vista. Con la mano hecha un puño limpie de forma un tanto agresiva las lagrimas que amenazaban con salir. ¿Por que estaba llorando? Quería detenerme, pero simplemente no podía. Patético.

-Hannie. 

Quitó la bandeja de comida y se levantó para quedar frente a mi, haciendo que me estremeciera e intentase hacerme mas pequeño al mismo tiempo que daba un paso hacia atrás. 

-Oye, no te preocupes, no perderas este empleo, y tampoco te bajaremos el sueldo. No tienes por que preocuparte, ¿ok?

Asentí levemente, provocando que con el movimiento de mi cabeza dos lagrimas cayeran de mis ojos y rodaran por mis mejillas. Llevé una mano a mi mejilla para limpiarlas de forma agresiva, mas Seungcheol fue más rápido, y puso una mano sobre mi mejilla, haciendo que desesperadamente buscara aire. Con el pulgar iba a limpiar mis lagrimas cuando reaccioné. 

Me alejé un poco de el, dejándolo confundido. Limpie con algo de rudeza mis lagrimas, hice una reverencia, y con expresión fría dije. 

-Si no necesita nada más, me retiró, Señor. 

Me giré y con paso firme deje la habitación. Cuando cerré la puerta detrás de mi permití que las lagrimas salieran, todas las emociones que había tenido esta última semana se acumularon en ese momento, haciendo que me quebrara. Comencé a deslizarme por la pared en silencio cuando escuché unos pasos acercándose. Me levanté rápidamente y limpié mi rostro. Cuando Jisoo llego tenía una sonrisa falsa en mi rostro para ella. 

-¡Ay dios mio Jeonghan-ie! ¿qué te paso?

-Nada Jisoo No-Noona, todo esta bien. 

Le dediqué una sonrisa falsa con la esperanza de que lo dejase pasar, pero eso no sucedió. 

-¿Cómo que nada? Si tienes los ojos completamente rojos en hinchados. 

Por instinto una mano se dirigió a mi rostro pero antes de que hiciera contacto con mi piel me detuve y recobré la compostura. 

-En serio estoy bien Noona, no tiene por que preocuparse, si me disculpa, iré a hacer los deberes. 

Le dediqué una sonrisa y una reverencia para después retirarme y tomar los artículos de limpieza necesarios, comencé con la habitación de los padres, por ordenes me salté la se Mac, y terminé con la de Seungcheol, que afortunadamente estaba vacía, pues tenía que ir al instituto. 

Una vez todo quedó limpio dejé las cosas y me dirigí al tercer piso. Tomé mi cámara de video que tenía escondida en uno de los cajones para que nadie pudiese verla. Salí a la azotea donde estaba el pequeño huerto y comencé a grabar. Primero las plantas, que tenían un color verde intenso, y algunas unos frutos colgando de ellas también de intensos colores. Después cambié a la ciudad. A pesar de ser tan grande y activa se veía muerta. Enfoqué a las calles y todos caminaban rápido, apresurados por llegar a algún lugar, los autos iban y venían con mucha vida, y al mismo tiempo tan muertos. Todo era mecánico. La gente que corría lo hacia por que si no llegaba a donde tenía tendrían consecuencias, la gente que iba en auto simplemente se quejaba de el tráfico. 

Pero algo llamo mi atención. Dos niños. Tendrían entre 7 y 9 años, gemelos. Jugaban felices entre las personas jugando a evitarlas como autos de carreras, mientras la que suponía era la madre intentaba que estos le hicieran caso y se apuraran, pues llegarían tarde. La madre se veía tan angustiada y drenada de toda energía, todo parecía que lo hacía una máquina, mientras que los niños jugaban llenos de vida, y sin preocupaciones del mundo adulto. Simplemente viviendo como debían. 

Apagué la cámara y me quedé observando a los niños hasta que desaparecieron de mi vista. Bajé la vista a la cámara para revisar las tomas que tenía, para posteriormente editarlas.  Cuando de pronto una gran sombra me hizo detenerme en seco. Seungcheol. Por instinto escondí la cámara detrás de mi y me alejé de él.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Como pueden ver este es un tanto mas serio, pues tengo muchas cosas que sacar, se que probablemente (seguramente) no leerán esto, por que a quien le importa? Pero ese no es el caso, no tengo donde mas sacar esto, puede que lo eliminé en unas horas, pero tengo que decirlo. Después de muchos años encontré por fin una pasión, algo que en serio disfruto mucho hacer, lo había intentado antes pero de forma amateur, pero ahora intente ponerle mas empeño, y mas profesionalismo, y los resultados que tuve me hicieron sentir bien, más después de mostrarle a algunas personas cercanas a mi me di cuenta que a nadie le importa. Digo, por que debería de importarles? Por alguna razón, aun sabiendo que no debo esperar nada de nadie esperé algo, alguna reacción, algún comentario,  algo. Pero nada de eso paso. Entonces me puse a pensar, por que no les importa lo que me gusta hacer? Será por la actividad? O será por mi? La respuesta aun no la tengo, pero espero poder. Lamento haber escrito todo esto, probablemente (seguramente) estoy exagerando todo, y solo sea yo haciendo tormentas en vasos de agua. Se que no lo leerán, pero esta bien. Lamento haber escrito esto y haberlos molestado. Que tengan buenas noches/dias 

Si Señor... [JeongCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora