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Caminamos unas cuadras hasta llegar a una plaza en la cual ambos entramos, aun con los brazos unidos como marido y mujer en una boda. Entramos y comenzamos a caminar hasta llegar al área de comida, nos detuvimos en un puesto de donas. Nos formamos y cuando llegamos pedimos, el una de chocolate, y yo una de fresa. Nos sentamos un unas bancas y riendo. 

Después de unos cuantos chistes y juegos Joshua tomó un poco de chocolate de la cobertura que tenía la dona y lo puso en mi mejilla, después otro mas en la punta de mi nariz haciendo que me riera como una chica de 13 años cuando estaba con el chico que le había gustado desde los 7 años.  

-Josh basta. 

Entré risas y juegos terminé con las mejillas llenas de chocolate, así como la punta de mi nariz. Con una sonrisa en el rostro y tomando sus muñecas para que no pudiese mancharme mas. 

-¿Cómo piensas limpiar esto ahora?

Me dedicó una sonrisa y después se zafo de mi agarre para tomar mi rostro entre sus manos y me miro a los ojos. Mis mejillas se tornaron rojas e intente bajar la cabeza ante su intensa mirada, mas sus manos me lo impedían. Se acercó a mi lentamente y beso mi mejilla derecha quitando el chocolate, después de relamió los labios quitándolo de ahí, continuó con la mejilla izquierda y finalmente la punta de mi nariz. 

Cuando se separo dio una ultima lamida a sus labios quitando los restos de aquel dulce. Mi rostro y mis orejas estaban completamente rojos de vergüenza, baje la cabeza intentando que el cabello cubriera parte de este. Puso una mano en mi mentón para hacerme verlo a los ojos, me sonrió de nuevo y comenzó a acercarse a mi. Nuestros labios se rozaban, nuestras respiraciones se mezclaban y aun no era capaz si quiera de abrir los ojos y verlo. Incline mi cabeza hacia adelanto intentando eliminar la distancia entre ambos mas el se alejó, confundido y apenado abrí los ojos, seguía sonriendo, pero no era una sonrisa sarcástica, era una que me daba calma. 

-¿Puedo?

Moví la cabeza de forma tan leve que apenas y pudo percibirse, pero eso fue todo lo que necesito para unir nuestros labios. Los primeros segundos no me moví, mas cuando el comenzó a hacerlo lo seguí,tenía una mano en mi mejilla mientras las mías estaban en su pecho descansando. Quizo terminar el contacto mas lo tomé del cuello de la camiseta que llevaba para pegarlo mas a mi y hacer el beso mas profundo. Cuando sentí que me faltaba el aire me separé de el, aun lo tenía agarrado por la camiseta mas mi rada estaba en mis manos y mi respiración era pesada. 

-Hyung, ¿Quieres salir mañana conmigo?

De nuevo asentí contra su pecho aun recuperando la respiración y tomándolo por el cuello de la camiseta.

-Nos vemos aqui mañana a las 5. 

Levanto mi cabeza con la mano y volvió a besarme, ahora con menos delicadeza, pero igual de tierno. Cuando nos separamos nos acomodamos de modo que mi cabeza se recostara en su hombro y nuestras manos estuviesen juntas frente a ambos. Nuestros pulgares jugaban mientras nosotros simplemente los veíamos como si fueran lo mas interesante del mundo. Entonces lo recordé. 

-Shua, tengo que regresar a mi trabajo. 

-Te acompaño. 

-Esta bien, no te molestes. 

-No es molestia, así sabre de donde puedo recogerte cuando quiera darte alguna sorpresa. 

Dejo un beso en mi frente para después comenzar a caminar de vuelta a la casa de los Choi. El cielo comenzaba a oscurecerse dejando ver tonos de naranja, rosa y amarillo, cuando llegamos a las puertas me dio la vuelta y me tomó del cuello para volverme a besar, gustoso acepté. Fuimos interrumpidos cuando la puerta de la casa se abrió detrás de mi. Seungcheol. 

Si Señor... [JeongCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora