I.

3K 164 8
                                    

I.

Se han cumplido tres jodidas horas desde que comenzó esta fiesta, cada hora transcurrida me parece igual; mi padre presentándome muchachas cada 15 minutos, yo bebiendo de mi vaso sentado en este rincón y, aproximadamente, cada media hora, salgo del baño con una chica, ya se imaginan que hicimos allí dentro.

Y ahí viene mi padre con las décimo sexta chica de la noche, de verdad esta insistencia porque me case lo más pronto posible me está exasperando y, además, este esmoquin me aprieta las bolas.

—Evan, que casualidad encontrarte aquí —exclama mi padre por milésima vez en la noche con un falso tono de sorpresa— Me gustaría presentarte a una de las amigas de tu hermana, su nombre es Kylie Catfish.

—Que apellido más ridículo, “gato-pescado”—pensé con gracia, creo que este trago me está afectando un poco.

—Un gusto en conocerte, Evan...—extendió su mano para estrecharla con la mía, con un leve rubor en sus mejillas.

—Peters—finalicé su oración y entrelacé su mano con la mía en señal de saludo.

—Yo los dejaré un momento a solas para que se conozcan —interrumpe mi padre para después alejarse de nosotros mientras voltea a mirar repetidas veces de reojo.

—Toma asiento— murmuré solo por cortesía y apunté el asiento vacío junto a mí, si hubiese sido mi elección, la habría echado de aquí, solo quiero terminar mi vodka.

—Gracias— dice y se sienta, acomodando su vestido largo sobre sus piernas.

—¿Cómo te describirías en tres palabras?— pregunté repentinamente.

—¿Perdón?— murmura un poco ida, se nota que no me estaba prestando atención en absoluto.

—Cómo te describirías en tres palabras— repito la pregunta un poco fastidiado.

—Para serte sincera, yo diría: atrevida, descarada e inteligente— contesta mientras mira directamente a mis ojos, una sonrisa se forma instantáneamente en mi rostro.

—¿Te gustaría que fuéramos a otro lugar, preciosa?— propongo mientras enrosco uno de sus cabellos negros en mi dedo índice.

—Me encantaría— responde con una sonrisa, sabiendo exactamente a lo que me refiero con “otro lugar”.

Ambos nos levantamos de nuestro asiento, entrelazamos nuestras manos y, a paso apresurado, caminamos hasta el baño. Siempre estuvo al tanto de no pisar su vestido, de no mancharlo y de mantenerlo en perfecto estado a pesar de estar en estas condiciones conmigo.

—Lo siento, es que es prestado— inquirió un poco avergonzada.

Cuatro minutos fueron suficientes para terminar de hacer lo nuestro y salir “disimuladamente” del baño con todas las miradas sobre nosotros, a decir verdad, mi reputación no es la mejor que digamos.

—Sabes que esto no significó nada, ¿verdad?— pregunté un poco nervioso en cuanto volvimos a los asientos, ya que la mayoría de las chicas a las que me follo se hacen ilusiones y creen que un “llámame” es suficiente para que realmente las llame.

—Pff... ¿qué dices? Lo tengo más que claro, es decir, no eres el primero que me tiro en esta fiesta— declara con una sonrisa burlona en su rostro.

—¿A sí?— murmuro con cierta simpatía, esta chica me está empezando a caer bien —Me parece bien.

—Solo no te vayas a poner celoso.

—No te prometo nada— bromeo.

—Ya, pero hablando enserio— su rostro se transforma en una mueca de seriedad total —¿A cuántas te has tirado esta noche?— pregunta llena de curiosidad.

—Tú eres la...— cuento con mis dedos por unos segundos —La sexta de la noche— sonrío descaradamente, pero en mi interior me siento, por primera vez en la vida, como una basura, solo por el simple hecho de que le estoy confesando ser un idiota a una chica.

—Auch— exclama —Creo que eres la primera persona que rompe mi récord— declara y posteriormente, libera una carcajada.

—Eso creo— comento con una sonrisa torcida, intentando ocultar mi estado anímico.

Su celular comienza a vibrar y puedo distinguir la pantalla iluminada de éste a través de la tela que cubre su pecho. Ella lo quita de su sujetador sin mucha discreción, se pone de pie y lo atiende.

—Sí... Claro... No, estoy con un chico— me observa con un sonrisa y yo correspondo su gesto —Sí, ya lo hice, pero... No me llames así— murmura divertida —Si lo sé, pero la estoy pasando excelente— me guiña el ojo sin despegar la oreja de su celular —Está bien— dice rendida —Solo porque mañana tenemos examen, señorita estudios... Okey... Adiós— dice para terminar lo más rápido posible la llamada.

—Veo que las está pasando bien conmigo— inquiero mientras me levanto de mi asiento y me acerco a ella.

—Sí, mucho, pero esa era mi compañera de habitación en la universidad y me pide que regrese para que ella pueda cerrar la puerta con llave y dormir— ambos carcajeamos.

—Que pena, la estaba pasando de maravilla contigo— declaro y me acerco a su cuello para depositar un pequeño beso.

—No coquetees conmigo— murmura entre risas —Además, sabes que estás más aburrido que la mierda, no inventes cosas—

—Eso es cierto, pero pasamos un buen rato ahí en el baño— la afirmo de las caderas y la acerco a mi rostro.

—Estuvo fantástico— dice mordiendo su labio inferior —Pero ya debo irme— quita mis manos de su figura y retrocede unos pasos —Espero que podamos volver a vernos.

—Me encantaría, pero esta vez en una habitación, por favor— comento y me acerco otra vez a ella.

—Me refiero a vernos como amigos, Evan— me aleja otra vez de su sensual cuerpo.

—Resistiré— finjo sollozar y ella ríe.

—Está bien, un último beso— dice apuntando a sus labios.

—Vamos al patio— murmuro tomando su mano.

—Debo irme, hazlo aquí— insiste Kylie un poco apresurada.

—Okey— me rindo ante sus encantos naturales.

La sujeto por las caderas y la acerco a mi rostro, ella mantiene sus manos sobre mi pecho y una sonrisa en su rostro. Se acerca rápidamente a mis labios y deposita un corto beso en ellos.

—Debo...— no la dejo terminar la oración cuando me acerco otra vez a ella y ataco su boca con mi lengua. Ambos comenzamos a mover nuestras bocas lentamente, casi como si estuviéramos enamorados. Esta vez, es ella quien se rinde ante mis encantos y rodea mi cuello con sus delgados brazos. En un arrebato, muerdo suavemente sus labios y la beso más profundamente mientras ella enrosca su cabello rizado entre sus manos y acerca mi cuerpo al de ella. Mis manos descienden a través de su espalda, acariciándola y ella pega un pequeño salto en cuanto estrujó su trasero con mis manos.

—Evan— murmura avergonzada en cuanto nos separamos para respirar un poco.

—¿Te gustaría regresar al baño?— pregunto con una voz seductora y sin soltar su cuerpo de entre mis brazos.

—No es que te conozca mucho, pero he oído hablar de ti y aquí viene la pregunta: ¿Dos veces con la misma chica en una noche?— desciende su mirada y ríe para sus adentros —Eso no es parte de los principios masculinos.

—Es que me encantaste— confieso, pero ella no lo toma enserio.

—Es que estoy experimentada en el asunto— inquiere y se acerca a mi oído —Tal vez otro día.

—Está bien— desvía su rostro y besa mi mejilla con delicadeza para después alejarse de mí hasta que se pierde su hermosa figura entre la multitud.

________________________

Necesito 3 votos y un comentario para seguir!

Be Careful |Evan Peters|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora