Te quiero.

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– ¡Estoy en casa!–. Anunció Luke entrando a la enorme sala de su vivienda y tirando la sudadera que traía puesta al sofá.

– ¡Bienvenido, llegas tardé! –. El moreno casi se infarta al escuchar la voz de su padre contestándole desde la cocina.

Luke siempre que llegaba de la escuela solía decir "estoy en casa", imaginando que una dulce y amorosa voz femenina le contestaba "bienvenido, cariño", cosa que obviamente nunca pasaba. Nadie contestaba porque siempre estaba sólo, como un perro.
Se sentía algo patético al sentirse así, toda su vida había estado sólo ¿no debería ya haberse acostumbrado?.

– ¿Papá?–. Preguntó aún incrédulo, acercándose a paso lento a la cocina.

Que su padre estuviera en casa era una gran novedad para él.

– No, soy un asesino a sueldo.. –. Aoi salió de la habitación topándose con la cara de terror de su hijo.
No pudo contener por mucho tiempo sus ganas de reír.

– Si, burlate todo lo que quieras.. Yo estaría triste de que mi hijo pensara que es más probable que un asesino lo este esperando en casa en lugar de mi –. Le recriminó Luke molesto y avergonzado, yéndose de nuevo hacía la sala para sentarse en el sofá y encender la televisión.

– Oh vamos, Luke –. El mayor salió detrás de su hijo.

Miro divertido una ultima vez a al chico de cabellos azules y se sentó en el otro extremo del sofá donde se encontraba Luke.

– ¿Donde estabas?–. Preguntó mientras miraba el programa que su hijo había sintonizado.

– En dónde te había dicho –. Hablo el menor sin interés, cambio de canal al no encontrar nada divertido en lo que estaba pasando en la televisión.

– Son casi las 9 de la noche, no creó que te la hayas pasado todo el día en la plaza –.

Aoi comenzó a sentirse algo irritado cuando su hijo volvió a cambiar de canal. Ni si quiera parecía prestarle atención a lo que estaba pasando por la pantalla.

– Ah si. Estuve en la casa de Shino, de echó vengo de ahí –.

– ¿Shino?.. ¡¿El hijo de Uruha?!–.

Luke dio un pequeño salto en su lugar por la repentina euforia de su padre.

– Sí... –. Respondió mirando con extrañeza al mayor.

– ¿Como esta él?–. Preguntó Aoi con interés, acercándose más a su hijo para no perder detalles de nada que Luke le fuera a contar.

– Enano y con los ojos color moco –.

– ¡No él! Yo me refería a Uruha, ¿como está él?–.

– A-ah..–. Luke se removió algo incomodo en su asiento, girándose un poco hacia su padre para verlo mejor.
– Está bien.. muy bien, demasiado bien, malditamente bi...–. Él menor se dio cuenta que estaba sonando como un depredador sexual hablando de su siguiente víctima por la cara que su padre le estaba dedicando.
Comenzó a jugar algo nervioso con el control remoto, pasándoselo de mano a mano.

– Quiero decir..– aclaro su garganta fingiendo que tosía – Esta bien, muy feliz.. Bueno, siempre que lo veo esta feliz y sonriente –. Luke apretó sus labios con fuerza para no soltar ningún estúpido halago a la radiante sonrisa del castaño que lo delatará.

– Ya veo.. ¿Que llevaba puesto?–. Ahora el que sonaba como un pervertido era Aoi.

– ¡¿Qué?!–.

– Que espero volver a verlo..–. Respondió rápido el mayor, manteniendo una sonrisa tranquila en su rostro, aunque por dentro ya había cometido suicidio.

El ex de papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora