Spicy 'n sweet[SooKai]

Capítulo 4

Yo estaba a punto de llamar a alguna ambulancia o llevarlo a un hospital cuando él finalmente empezó a abrir los ojos.

Entonces me di cuenta de que no había pensado en ninguna excusa de por qué yo estaba aún ahí a las 3 de la madrugada, por lo que rápidamente empecé a pensar en mis opciones.

Él no recordaría que yo lo había mordido, y eso había pasado prácticamente en cuanto entramos al departamento, así que podría decirle que él volvió a desmayarse y yo me quedé a cuidarlo. Probablemente él no creería esa última parte, y no lo culpo, cuidar de alguien no es algo que yo realmente...haga.

-Qué hora es?-Preguntó con la voz rasposa por el sueño

-Las 3 de la madrugada-Y ese era el momento en el que él se escandalizaba y me preguntaba que hacia yo ahí a esa hora, en cambio, él solo abrió los ojos para mirarme y los cerró nuevamente, ignorándome-Este es el momento en el que preguntas que hago aquí y te asustas

-Por qué debería?

-Soy un vampiro, a las 3 de la madrugada...en tu casa...

-Sí, y acabas de tomarte casi toda mi sangre

-Y acabo de...que?-Él me miró y yo me senté en su cama para mirarlo detenidamente-Como es que tu...

-Que lo recuerdo? No tengo idea-Se encogió de hombros y se sentó, frotándose un poco el lugar donde deberían estar las cicatrices de mi mordida, si no fuera porque obviamente yo las sané para no dejar evidencia-Duele-Se quejó bajito

-Tu...lo recuerdas? Todo? Como? Se supone que yo borré todo eso...y también...como es que...como es que no pude oír nada de ti mientras tomaba tu sangre?!

-Chanyeol me contó un poco de cómo es esto de ser...vampiro, pero de verdad que no entiendo de lo que estás hablando

-Yo borré tus recuerdos de mí desde que te mordí, no se supone que deberías recordar nada

-Tampoco se supone que tú deberías quitarme tanta sangre

-Además-Lo ignoré-Cuando tomaba tu sangre, no oí nada, por qué?!

-Chanyeol dijo que ustedes ven los recuerdos de sus víctimas, los deseos más dolorosos y las suplicas o algo asi...-Yo asentí repetidamente, instándole a continuar-Yo...no tengo de eso

-De que hablas?

-No tengo...deseos o suplicas que darte

-No puedes hablar en serio, he vivido miles de millones de años, me he alimentado lo suficiente como para haber tenido diferentes tipos de víctimas, incluso los estúpidos adolescentes suicidas tienen algún deseo al final, algunos incluso me suplican por su vida o para morir más rápido, pero nunca me había encontrado una mente tan...silenciosa...

-Por eso tomaste tanto?-Asentí

-Ni siquiera estaba dándome cuenta de lo que hacía, todo era demasiado silencioso...

-A mi verdaderamente no me importa, sé que para ti luzco como si fingiera que nada me importa, pero de verdad que no lo hace. No tengo una razón por la que quiera seguir con vida, pero tampoco hay una razón por la que quiera morir

-Tu...

Me callé, no tenía nada que decir realmente.

Su aroma seguía siendo el mismo, dulce y picante al mismo tiempo, atrayéndome a probar un poco de él nuevamente.

Eso no estaba bien.

Se suponía que una vez que lo probara, mis instintos no reaccionarían de manera tan primitiva de nuevo, y sin embargo, cada día después de la noche en que tuvimos aquella extraña conversación, mis instintos salían a flote sin previo aviso y tiraban de mí hacia él.

Más de una vez, me encontré sonriendo inconscientemente cuando él se lastimaba y sangraba.

Más de una vez me encontré siendo la causa por la que él se lastimara y sangrara.

Nada de eso estaba bien.

Cuando las vacaciones llegaron, me encontré siendo un total manojo de nervios, ansioso por verlo y probar su sangre nuevamente. Había pasado ya dos semanas, y sin embargo, yo no había sido capaz de probar otra sangre.

Cada vez que por mi garganta se deslizaba otra sangre, me daba asco y quería tirarlo todo de nuevo.

Una vez que pruebas vino, porque querrías tomar agua de nuevo?

-No te asusto? Ni siquiera un poco?-Le pregunté una noche, en medio de las vacaciones cuando ya simplemente no podía seguir aguantando el estar alejado y lo fui a visitar, él negó con la cabeza y siguió tomando el helado que le había llevado-Pude haber envenenado ese helado-Le dije, él miró la cuchara con helado que estaba a medio camino de su boca, pareció analizar la situación, se encogió de hombros y siguió tomando el helado-Ni siquiera si me ves así?-Transformé mi rostro al verdadero, ojos rojos, venas salientes dibujándose desde las esquinas de mis ojos, piel extremadamente blanca y colmillos largos y filosos-Esta vez rodó los ojos y siguió ignorándome-Y si me acerco?

Me levanté del sofá en el que estaba tirado y me senté a su lado en la alfombra, no había señales de efecto en su rostro, por lo que me seguí acercando, gateando para acercarme más, pero él ni siquiera retrocedía.

-Te lo dije, no me importa que me mates

-Y si no te mato?-Él encogió lo hombros de nuevo y yo acerqué el rostro hasta quedar separado del suyo por únicamente 2 centímetros, él seguía sin inmutarse, y eso me estaba molestando-Quiero besarte...-Murmuré antes de darme cuenta de que estaba pensando en voz alta mientras miraba fijamente sus labios, oculté los calmillos y cerré los ojos a la vez que apretaba su boca con la mía.

Sencillamente...delicioso...

Paseé las manos por sus brazos, amando el calor que su piel desprendía, de su garganta salió un pequeño gemido que pronto murió entre nuestras bocas unidas. Eso fue suficiente para descontrolarme.

Pronto sentí que su aroma se fortalecía y él se quejaba, me separé al instante, viendo sus labios hinchados a causa del rudo beso, y un hilo de sangre desprendiéndose de su boca donde probablemente mis colmillos lo habían cortado, cuando se dejaron ver sin que yo me diera cuenta.

Los dos respirábamos con dificultad y yo estaba tratando de no pensar en las pequeñas gotas de sangre que podía saborear en mis colmillos. Me controlé y pasé los dedos por su labio para cerrar la herida.

-Lo siento...-Murmuré

Y por primera vez, había deseo en sus ojos.

Él negó con la cabeza y se acercó a mí, besándome tan o más duramente de lo que yo lo había hecho.

Mis manos viajaron por debajo de su camiseta, acariciando cada centímetro de piel que alcanzara, mientras mis labios se movían al compás con los suyos, nuestras lenguas enredándose y luchando por dominar.

Rasgué su camiseta, demasiado excitado como para darme tiempo a quitársela apropiadamente, se sentó a horcadas sobre mi regazo, y de nuevo, todo en él era mi perdición. De alguna manera desaparecimos la ropa entre nosotros y cuando él enredó sus piernas a mí alrededor, yo lo levanté y me lo llevé hasta su habitación, dejándonos caer en el suave colchón.

-No los saques-Me pidió en un débil susurro, cuando mis colmillos amenazaban con salir de nuevo y aunque no estaba seguro de poder controlarlo por mucho tiempo, asentí y seguí besando cada centímetro de la piel de su cuello y pecho mientras con lentitud y cuidado lo preparaba para mi

Él no paraba de gemir y revolverse debajo de mí, volviéndome loco con cada movimiento, sin embargo, me contuve lo más que pude, sabiendo que si daba rienda suelta a mis instintos, probablemente terminaría mordiéndolo de nuevo, y nada me aseguraba que no lo matara esta vez.

La primera vez, por pura suerte había sentido su mano aferrarse a mi hombro, y aquello de alguna manera me había despertado, pero y si lo volvía a intentar y él no se movía esta vez? Beber de su sangre era demasiado hipnotizarte y silencioso, y yo no confiaba en mí mismo si se trataba de él.