Alana Miller.
Iba saliendo de la escuela junto con mi amiga Patrice, las dos vivimos cerca y el colegio queda cerca de mi calle, así que me voy caminando, tengo un secreto que guardaba con todos, tengo poderes fuera de lo común, por ejemplo, puedo congelar cosas a voluntad, al principio me daba miedo, pero ya lo controlo mejor, ya imaginaran el shock que ocasiono la película de "Frozen" de Disney cuando salio en el cine, es mi película favorita hasta la fecha.
Patrice entro conmigo a casa, mis padres llegan un poco mas tarde y no tengo hermanos, mi amiga y yo teníamos la casa sola, fuimos a mi recamara, se recostó en mi cama como si se tratara de la suya, me miro e hizo una sonrisa muy coqueta, solté una pequeña carcajada y me recosté con ella, no crean nada malo, solo nos besamos, ella es lesbiana, pero yo solo estaba buscando nuevas sensaciones, sentía tanto placer al sentir sus labios que empece a apretar las cobijas con mis manos, cuando de pronto se empezaron a congelar.
-¿Que mierda, Lana?-Dijo saltando de un golpe de la cama.
Se me cae la cara de vergüenza, no puedo creer lo que acaba de pasar, acaba de descubrirme, intento explicarle pero ella solo toma sus cosas y se va de la habitación, la sigo hasta la cocina.
La entiendo, pues fue algo muy raro para ella ver como congele las cobijas, creo que se esta yendo por el susto, la logro tomar del brazo.
-¡Te lo explicare en una segundo si me lo permites!-Le dije casi gritando.
Mi miro atónita mientras hacia una cara de dolor muy leve, la tenia sujetada de los hombros, ella tenia una linda blusa color azul rey, la suelto rápidamente y veo que en sus mangas hay pedazos de hielo, se levanta la manga derecha y ve que su piel de esa zona esta morada.
-¿Que me hiciste?-Me dijo casi llorando.
De un momento a otro estamos en mi habitación sentadas conversando sobre el tema, al principio estaba muy sorprendida, pero al final acabamos con un abrazo, por los nervios tenia que ir al baño para soltar todos mis líquidos, es muy común en mi, creo que lo herede de mi madre.
-Aquí te espero.- Me dijo Patrice con una voz muy dulce.
Salí del baño muy liberada, cuando entro a la recamara ya no veo a Patrice......, Creo que se que se lo que paso, escapo, no la culpo, fui a la cocina por un baso de agua, a medio trago veo a Patrice en mi sala, me estaba mirando con terror, de la nada grita brutalmente, veo como de su estomago sale una gran cuchilla de metal completamente bañada de sangre, esta llorando mientras dice palabras a gritos inentendibles, cada vez que abre la boca sale sangre como si de baba de tratara.
Corrí hacia ella ignorando el hecho que había algún asesino, veo a una mujer de aspecto pantanoso me miraba, lance una gran bola de granizo de las palmas de mis manos, ella se logro desplazar de manera rápida por mis sillones, yo la seguía con potentes ventiscas que salían de mis manos, se me perdió de vista, la comienzo a buscar con la vista, siento como algo me golpea el brazo derecho, caigo al suelo y veo como hay bloques de madera en el suelo, me rompió una silla, estoy adolorida, con un bloque de madera logro acertarle en la cara dando tiempo para ponerme de pie.
Creo un bloque de hielo mediano y le doy figura de cuchillo, ya no esta esa hija de puta, desapareció por completo, cuando me doy la vuelta siento como un cuchillo atraviesa un costado de mi estomago, lo saca rápidamente dando paso a que la sangre saliera como agua en cascada, miraba como salia sangra, me toma del cuello y me arroja a la pared, y ahora si se va, me deja ahí, desangrándome, a unos 5 metros estaba la puerta de mi casa, me intento arrastrar a la puerta, me logro arrastrar unos 40 centímetros, el dolor era insoportable ya no podía mas y me deje llevar.
Ylene Xcared.
Saliendo de la escuela veo como Alana y Patrice se van a sus casas, las dos me debían dinero, ya no podre comprar la ropa para poder salir con Catrina, es una chica que me gusta, tiene unos rulos hermosos, ah, pero todavía tengo la mente ocupada con lo que paso el sábado, Juane no vino a la escuela hoy, y con razón, Casim se me acerca con la mochila en un solo brazo.
-Cenicienta, Juane dijo que fuéramos a su casa en la tarde, ¿Puedes?-Me pregunto.
- Ah, prefiero no ir, no puedo verlo ya.-Le respondí, es enserio no puedo.
-Esta bien, le hable a Alva, para ver si el podía.-Me dijo, Alva va en otra escuela.
Peluca se fue por otro rumbo y yo me senté en la acera esperando a mi madre.
Mi mamá tiene la mala costumbre de pasar tarde por mi, salgo de la escuela a las 2 PM, y por lo general llega a las 3 o 3:30 PM, a causa de esto, conozco a mucha gente que trabaja en la escuela, el maestro de historia Roman de vez en cuando me invita un sandwich de la cafetería en lo que llega mi madre, a veces pienso que puede ser unpedófilo , pero conmigo no a hecho nada, no lo acusare, también la maestra de ciencia de primer grado, Jackie, a veces ella se queda platicando conmigo sobre su vida, es muy lista, una vez me contó que su marido tenia problemas de alcohol, hasta que ella le puso un liquido cuyo nombre no recuerdo que lo hizo vomitar hasta por las orejas, y lo dejo para siempre, y uno que otro conserje que me hace platica.
Hoy solo se despidió de mi la maestra Jackie y se fue.
Son ya las 3:48 PM y me llega un mensaje.
"No podre pasar por ti, ven tu, están tus hermanos solos"
Bah, esos niños ni siquiera son mis hermanos, son hijos del esposo de mi mamá, se llama Eduardo, es un idiota, trata de ganarse mi afecto, pero no lo va a lograr, yo solo tengo un padre, y el vive a miles de kilómetros de aquí, por culpa de mi madre, que lo abandono por este zopenco.
Oigo sirenas, segundos después pasan dos carros de policía y dos ambulancias que casi me aplastan el pie, como estoy aburrido, decido seguirlas de lejos, por que iban muy rápido, y si me ponía a correr detrás de ellas, me vería raro, veo como se estacionan fuera de la casa de Alana y ahora si corro con todas mis fuerzas para enterarme de lo ocurrido, cuando llego veo a todo el barrio fuera de la casa, empujo a algunas personas para obtener paso y veo como la mamá de Alana llora abrazada de seguramente alguna vecina, al cabo de varios minutos, salen hombres cargando bolsas negras de muerto, cuando salieron la mamá de mi amiga lloro aun mas fuerte gritando "Mi hija no", me lleva, Alana esta muerta, pero tengo esa intriga morbosa de saber quien es el otro cadáver, un instinto me hace voltear a la izquierda lentamente, y no lo se, algo sobre humano estaba obligándome a ir hacia aquella dirección, me lleva a unas cuantas casas, en un árbol que había en un parque cerca de ahí, estaba el ente pantanoso Minerva posando con una sonrisa muy coqueta, pero de un segundo a otro, ya no la veía como ese monstruo sucio como la había visto el otro día, ahora la veo muy linda, muy hermosa, estoy sintiendo deseos por ella.
Me acerco a pasos lentos a ella, mientras me mira de una forma que me hace tener un deseo hacia ella brutal, cuando me acerque lo suficiente, nos miramos a los ojos mutuamente, sus hermosos ojos cafés, me tenían idiota.
-No te contengas.-Me dijo.
Nos comenzamos a besar apasionadamente, sentía como si fuera la primera vez que lo hiciera, en el transcurso del beso sentía como si besara a distintas personas, abría los ojos segundos después y veía a Sierra, la hermana de Alva, luego veía a Patrice, luego a Catrina, nada de eso me importo, pues la seguí besando, al final volví a ver a Minerva, ese beso me robo toda fuerza, cuando acabo, caí al suelo como su fuera un cadáver.
Me sentía muy débil, vi mi mano, que ahora estaba en un tono grisáceo, me dio un sueño brutal y me quede dormido, esa hija de puta acaba de matarme.
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Final Feliz.
Science FictionUna tierra donde la gente con habilidades sobresalientes pasan desapercibidas, cuatro muchachos están en desarrollo de sus poderes, intentaran convertirse en unos súper héroes como sus antepasados aun que cueste caro.