Te condenaste tu solo.

9 1 0
                                    


¿Primera misión?, ¿Que nos esperara?, Espero sea algo de matar a un ser que come planetas o algo así. Nos mandaron a mis amigos y Barbara a buscar a una mujer llamada Beverly, cuando me dijeron que vivía en un pantano me asqueó.

Fueron como 2 horas caminando adentrándonos cada vez mas en un bosque mal oliente, ¿Saben?, ahora es muy difícil ver a Juane y no ver directamente tu cicatriz, es casi invisible, pero para los que sabemos que paso, se nos hace demasiado llamativa.

Nos detenemos frente a un charco enorme, me dijeron que era un lago, pero estaba todo lleno de cosas verdes, no exagero que había un olor tan fétido que no lo podía soportar.

-Aqui es.-Dijo Barbara mirando al lago.

-¿Es broma verdad?-Le pregunto Ylene.

-Beberly siempre destaca por querer impresionar a todos.-Dijo Barbara con las manos en la cintura.

-¿Que debemos hacer?-Le pregunte, imagino que hay que decir unas palabras mágicas o algo así.

Nuestra guía señala con el dedo el lago y nos mira, no entiendo, ¿Esta sugiriendo que nos arrojemos a ese charco enorme?

-Adentro.-Nos dijo algo seria.

Aunque berreamos un poco, todos lo hicimos. Hacia respiraciones muy pequeñas para no inhalar ese olor tan nauseabundo.

-¿No te vas a arrojar?-Le pregunte.

Una pequeña sonrisa se dibuja en su cara, se suelta a reír a carcajadas, daba gritos riendo, se tumbo al suelo aun riendo.

-Hija de puta.-Dijo Juane con agua verde hasta la garganta.

Se puso de pie, intento decir algo, pero la risa la cortaba. De la nada salio disparada hacia atrás dando un gran golpe en la espalda, rápidamente voltee a ver a Alva, pero el tenia la misma cara de sorprendido que nosotros.

Barbara se levanto de suelo furiosa, se limpio la ropa de cuero que tenia y nos dijo bajo:

-¿Quien fue?, ¿Fuiste tú?, Carrie, ¿O alguno de ustedes también tiene telekinesis como ese mocoso.-Nos dijo Barbara enojada.

-Fui yo- Una voz femenina se oye detrás de nosotros.

Giro la cabeza rápidamente y veo a una mujer morena, con un poco de sobre peso con bata blanca y una piedra color rojo en la frente flotando arriba de un agujero que se había creado en el agua, era espectacular, ella debe ser Beverly.

-No creí verte por acá, Barb-Dijo con una pequeña sonrisa-¿Estos niños quienes son?

-Barbara, me llamo así, no "Barb"-Hacia un gesto horrible al decir "Barb"-Son nuevos aliados de la P.A.P.H.S.-Acabo Barbara.

-Oh, esta bien. Niños, no era necesario arrojarse al lago, solo tienen que hablarme y les abriré un portal directo, ya no le crean a esta ramera.-Dijo Beverly.

Movió su dedo indice hacia abajo, me hundí en el agua sin haber tomado aire, tenia los ojos abiertos y veía una silueta intentando nadar hacia arriba, nos sumergió a todos, me estoy sofocando, el agua verde me impide ver el fondo.

De pronto estoy sentado en una silla de madera seco. Todos los demás están aquí.

-Lamento esa brusca entrada.- Veo a Barbara recargada en la pared.

-¿Ella como entro?-Le pregunto a la bruja.

-Eres muy curioso, Rogers. Tengo una llave para entrar sin tener que sumergirme en esas aguas tan apestosas, ewk.- Noto como se esta burlando de nosotros.

Noto que Barbara tiene un sentido del humor un tanto especial, no me sorprendería que su habilidad sea ver puntos de burla en cada situación. 

Apenas y pongo atención en el lugar donde estamos, es una casa hecha de madera llena de repisas con frascos con líquidos coloridos y plantas que jamas había visto.

-Bueno niños, se por lo que están pasando y debe ser duro. Yo y mis demás brujas estamos para ustedes, solo deben pedirlo y estarán aquí.-Nos dijo Beverly.

-¿Nos darán alguna llave?-Dijo Ylene.

Beverly y Barbara sueltan una pequeña carcajada, ¿de que se rien?, Si Barabara había dicho que tenia llave.

-No es literalmente una llaves, ya que, sigue siendo una casa y es privada, solo llámenme por teléfono y los traeré aquí.-Dijo seria Beverly.

-Pues bueno-Toma del brazo a Ylene y lo para de la silla en la que estaba sentado bruscamente.-gracias por invitarnos. Ya la conocieron niños, nos vamos.-Dijo Barbara.

Wow, ahora tenemos contacto con brujas, Barbara no dijo nada en el trayecto, se nota que entre ellas hay algo por detrás de esta relación un poco hostil que nos muestran.

Ylene Xcared.

Con todo este drama de super heroe, olvide el drama real, no he llegado a mi casa, mi madre me va a matar, le pido a Barbara que me lleve a mi casa rápido. Lo hace de  buena forma y salgo de la camioneta y entro a mi casa.

No hago nada de ruido, intento no mover nada. No hay nadie aun, ¿Y los niños?, ¿Donde están?, ¡Minerva!, esa hija del diablo, seguramente les hizo algo. No me puedo arriesgar. 

Oigo jadeos en la cocina, ¡Me lleva la mierda!, ¿Que debo hacer? Ponte bien los pantalones y avanza hacia allá.

Convierto solo mi mano en una afilada hoja de cristal. Doy pasos lentos, me están temblando las piernas, ¡No seas un marica, Xcared! Es tu oportunidad de vengarte de esa zorra.

Parado frente a la puerta respiro hondo y aprieto el puño.

Tumbo la puerta de un golpe y la arrojo a un lado donde no me estorbe.

-¡Madre de Dios!-Grito.

¡No!, ¡Bastardos!, ¿Que están haciéndole a mi madre? Hay sangre por doquier, su garganta, en sus piernas y sus manos, Los hijos de puta del novio de mi madre se la están comiendo.

-¿¡Que hicieron!?.-Les grito a los mocosos rubios.

Voltean a verme, tienen la boca manchada se sangre, ¿¡Que mierda esta ocurriendo!?

El mayor de ellos, Bruno, me mira fijamente mientras los demás se les pierde la mirada en otros puntos de la cocina, se pone de pie.

-¿Que haces aquí?- Su voz sale mucho mas gruesa de lo que la tiene, a lo mucho ha de tener 12.

-¿¡Que mierda le hiciste a mi mamá, bastardo mugroso!?-Le grite en la cara, cielos quiero llorar, estoy viendo a mi madre muerta, este hijo de re mil putas me las va a pagar.

-Estamos comiendo, nos quedo hambre, Hermanos.-Cuando acabo de hablar los otros 3 se pusieron de pie, Bruno se limpia la sangre de la boca vagamente pues le queda la mancha rosa-Vamos.

No deje que se me acercaran, mi corazón a mil por hora, se me acerco de golpe Bruno, no lo pensé dos veces, le corte el cuello a ese hijo de perra, chorros de sangre salían, juro que pude ver el hueso.

Gregorio y Santiago, un par de gemelos, tienen a los mucho 7 u 8, comenzaron a morderme las pantorrillas, uno en cada una. Me vuelvo de cristal y les proporciono una patada brutal a los dos, Santiago cayo en el lavabo muriendo y Gregorio como si nada.

Se pone en una posición extraña y me gruñe, se abalanza sobre mi con una fuerza descomunal, lo apuñalo por la espalda, en sus últimos alientos me araño la cara.

Solo quedaba Diego, el se volvió a sentar en el piso junto al cadáver de mi madre.

-Quiero a mi mami.-Dijo con voz dulce.

-Me importa una mierda lo que quieras, te metiste con la mía, te condenaste tu solo.- Le di el golpe de gracia.

Toda la cocina ahora parece una horrible escena del crimen con cadáveres por todos lados.

La puerta de abre de golpe, es Eduardo, me dispara. 

Final Feliz.Where stories live. Discover now