Me miró en silencio, tratando de enjugar con ambas manos las lágrimas que me bañaban el rostro. Le pedí una y otra vez que no se fuese, que se quedase conmigo, pero hizo caso omiso.
-Lo siento, pero tengo que irme. -Se excusó y me besó la frente.- Vendré a verte en cuanto pueda y trataré de conseguirte entradas para los conciertos, ¿vale? Te amo y lo seguiré haciendo.
-Y yo a ti. -Repliqué, aunque destrozada, y le besé.Aquel beso había sido exactamente todo lo que me esperaba de aquella despedida: cariñoso, pasional, pero frío y desesperanzador. Un par de segundos después llegó el autobús y, en la misma parada en que nos habíamos conocido, le vi irse. Me despedí agitando la mano diestra durante cerca de diez segundos, sujetando con la zurda el bolso, angustiada.
Mentiroso.
Era un mentiroso.
No recibí entradas, tampoco visitas. Me llamaba de vez en cuando, se excusaba, no venía. Había pasado cerca de un año y yo, idiota de mí, seguía esperando cada mañana sus buenos días. Aunque hubiese podido dejarle e irme con otro hombre, fui incapaz; me sentía morir con tan solo pensar en no tenerle de nuevo, aunque ya no lo hiciese.
Pasó otro medio año y la situación fue a peor. Seguía llamándome pero se limitaba a decirme lo difícil que era ser idol durante un par de minutos y, una vez se hubiese relajado, a ponerme una excusa para irse con sus compañeros de nuevo. Sin embargo, tan enamorada como yo seguía de él, fui incapaz de olvidarle. Extrañaba sus besos, su cariño, y aunque pasase el tiempo me negaba a comprender que la relación ya había terminado. Sin embargo, cuando ya habían transcurrido cerca de dos años desde su ida, supe que no podría seguir alargando mi sufrimiento.-Johnny. -Dije, en cuanto descolgó.
-Hola, cielo. -Replicó.Se me formó un nudo en la boca del estómago en cuanto comenzó a hablarme pues, para mi mala suerte, aquel día se mostraba especialmente cariñoso. Era doloroso, pero sabía que debía hacerlo. Estuvimos un rato conversando con tranquilidad hasta que, haciendo acopio de valor, decidí confesar cómo nuestra relación me hacía sentir.
-Creo que quiero... Dejarlo. -Mascullé, con nerviosismo.
Se quedó en silencio por un par de segundos hasta que, con más que perceptible dolor, respondió en un susurro.
-Yo... No sé qué decir. -Murmuró, compungido.- Da igual. Será como tú quieras que sea. Siento haber sido un capullo durante este tiempo.
Con aquello dicho, colgó. Sentí cómo el corazón se me encogía y se me partía en mil pedazos y, sin saber qué más hacer, me eché a llorar.
Tardé en recuperarme, pero él pareció no hacerlo: en menos de un mes el rumor de un posible romance entre él y otra idol inundó las portadas de la prensa rosa y fue confirmado días después por las empresas de ambos. Me sentí herida y despechada, sintiendo que quizá me había querido tan poco que no había necesitado siquiera intentar olvidarme y que tan solo lo había hecho de la noche a la mañana. La situación mermó mi autoestima y me llevó a encerrarme en casa durante otro mes entero, saliendo únicamente para trabajar y para ir a comprar comida. Tuvo que ser JiYoon, a veces acompañada de Yugyeom, quien me sacase de casa de vez en cuando a la fuerza y quien me obligase a abrirle la puerta cuando yo estaba viviendo los peores momentos de mi miserable vida. Poco a poco me ayudó a superar lo ocurrido y, ya pasado medio año desde la ruptura, encontré a alguien que supo llenarme de felicidad de nuevo. Jaebum, un compañero de trabajo de Yugyeom y amigo de JiYoon al que había conocido por salir a veces de fiesta con ellos, terminó robándome el corazón.Acurrucada en el sofá junto a él, suspiré. Me encontraba pasando con tranquilidad las páginas de la revista que me había comprado aquella mañana, con el que por aquel entonces ya era mi novio dormido a mi lado. Las noticias eran lo que se podría esperar de cualquier revista de prensa rosa: este idol sale con aquel otro, escándalo con este otro por alguna tontería que ha hecho... Entonces, cuando menos me lo esperaba, una frase me paró por un instante el corazón: "Johnny, integrante de NCT, desmiente el romance con Lisa: «estoy enamorado de otra persona»". Pasé la página, tratando de evitar entrar en conflicto conmigo misma y con mis sentimientos, pero no supe calmarme. ¿Por qué leer aquello me había afectado de aquel modo? Ya no le quería. Hacía tiempo que había dejado de hacerlo.
"... Ya no le quiero, ¿no?", pensé. Mi mente se quedó en blanco, quizá porque ni yo misma hubiese sabido qué responderme; por si fuese poco, estuve a punto de echarme a llorar. "No puedo quererle. Fue un idiota conmigo y no va a poder enmendar el error que cometió." Observé, inmersa aún en mis propios pensamientos, el techo, dejando a un lado la revista y manteniéndome en completo silencio. ¿Qué debía hacer con aquella información? Amaba a Jaebum. Estaba segura de ello.
"No, no estoy segura.", me dije, frustrada.Pasaron los días y, dado que no recibí nuevas noticias de mi ex novio, dejé de pensar en él. Sentía que aquella sensación de duda había desaparecido ya de mi interior hasta que, sentada en la terraza de un bar junto a mi pareja, un nuevo titular me revolvió de nuevo el estómago: "Johnny de NCT deja su carrera como idol". Tragué saliva y, una segunda vez, cerré la revista y la dejé a un lado.
-¿Pasa algo? -Preguntó Jaebum, preocupado.
-No, no. No te preocupes, estoy bien. -Repliqué, forzándome a sonreír.- Me ha sentado un poco mal la comida. Tranquilo.Desde luego sí había algo que me había sentado mal, pero no había sido la comida. Si había abandonado su carrera musical aquello probablemente significase que volvería a casa y, si lo hacía, sabía que terminaría viéndome obligada a retomar el contacto con él.
"Que no vuelva" recé, en silencio.
Pero volvió.
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Para ti. ✎ Johnny 「NCT」 fanfic.
Fanfiction✎ Segunda temporada de la novela "Para mí". ✎ Me viste. ¿Dónde estás? En aquella parada de autobús, creo que dejé de conocerte; hacía buen tiempo, pero pareciste llevártelo contigo, dejándome sola en la tormenta.