Había sido una tarde maravillosa. Mentiría si negase que la había echado de menos aun habiendo pasado para aquel momento tan poco tiempo separados, así que sus mensajes me habían alegrado el día. Lo cierto es que jamás hubiese esperado recibir una confesión por su parte, no tan pronto, ni mucho menos haber podido compartir nuestro tiempo del modo en que lo habíamos hecho, pero no tenía quejas. Lo único que me aterraba era la posible reacción de Jaebum ante las noticias que le esperaban, aunque quería confiar en él y pensar que no sería el tipo de persona que le haría daño. En cuanto llegué a casa me preparé algo de cenar, comí con tranquilidad y me metí en cama, sin preocuparme por nada más. Al día siguiente planeaba visitar a JunOh en el trabajo, de modo que debía dormirme temprano.
Revisé el reloj al despertarme y me encontré con que eran aún las diez de la mañana. Sabiendo que tenía tiempo de sobra para ir, me duché, desayuné y me preparé, para luego entretenerme con uno de los juegos de mi móvil. Cerca de las tres y media me dirigí al restaurante en el que trabajaba en mi coche, esperando que Jaebum no se encontrase allí bajo ningún concepto. Entré al lugar, encontrándomelo ya casi vacío, y vi a JunOh al fondo sirviendo el que parecía uno de los últimos pedidos de su jornada. Me senté en una de las mesas y esperé a que se percatase de que estaba allí, con paciencia. En cuanto me vio se aproximó a paso ligero con una sonrisa en los labios, sujetando una pequeña libreta y un bolígrafo entre las manos.
-¿Qué vas a pedir? -Inquirió, con alegría. Sonreí.
-Ponme un sundubu jjigae. -Repliqué, sin pensármelo siquiera.
-Vale, tomo nota. Sabes que voy a venir a comer contigo, ¿verdad? Mi turno casi ha terminado. -Declaró, mientras escribía.
-Lo sé, y esperaba que fuese así.
-Pues nos vemos ahora.Salió entonces en dirección a la cocina y, aunque me percaté de que no había pedido bebida, supuse que sabría a la perfección lo que quería. Esperé por un buen rato hasta que vi a la muchacha traer la comida de ambos en una bandeja, ya vestida con ropa informal y no la del trabajo.
-Aquí tienes. -Dijo, sirviendo en la mesa los platos y bebidas.
-Gracias, bonita. -Repliqué, provocando que se ruborizase.
-No me llames bonita en público, idiota... -Pidió, haciendo un mohín.
-Te llamo bonita porque eres bonita.Se giró con velocidad y llevó la bandeja a la barra antes de volver y sentarse frente a mí, aún mostrando cierta indignación.
-¡A comer! Y no hables mientras. -Exigió.
-Sabes que lo voy a hacer, ¿no?
-Ya... No sé por qué lo intento.La comida transcurrió con normalidad, intercalada con nuestra conversación, pero el ambiente terminó por tensarse eventualmente, cuando ella lo hizo. Parecía buscar las palabras adecuadas para decir algo importante, algo de lo que probablemente no quería informarme.
-Aún no he podido decir nada a Jaebum. -Terminó confesando, suspirando luego.
-¿Y eso? -Inquirí, tras haber tragado la comida que tenía en la boca.
-Volvió tarde y yo me quedé dormida. Y esta mañana tenía prisa por venir al trabajo y él también por ir al suyo, así que no he podido hablar con él. -Explicó, aparentemente avergonaza.
-Eh, tranquila. Ya hablarás con él. No tengo prisa, ¿vale? He esperado bastante, puedo esperar un poco más.No quería verla tan consternada, y mucho menos por algo tan ridículo; cierto era que deseaba poder volver a besarla como antes lo hacía, volver a sentirla entre mis brazos, pero no necesitaba que fuese de forma instantánea. Prefería que, ante una situación tan delicada, tomásemos cada decisión con cuidado y meditación, sin precipitarnos.
-¿Seguro? Me sienta un poco mal no haberle dicho nada... -Masculló, haciendo un mohín. Parecía más relajada.
-Seguro. De hecho, es mejor. Así tienes tiempo de sobra para pensar en qué decirle para que no sea demasiado... Fuerte, ya sabes. -Dije, esperando ayudarla a relajarse.
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Para ti. ✎ Johnny 「NCT」 fanfic.
Fanfiction✎ Segunda temporada de la novela "Para mí". ✎ Me viste. ¿Dónde estás? En aquella parada de autobús, creo que dejé de conocerte; hacía buen tiempo, pero pareciste llevártelo contigo, dejándome sola en la tormenta.