CAPITULO 14

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NARRA MIRIAM

Llegue al baño y no lo pude evitar, mis lágrimas salían solas, se que solo ha sido un abrazo y un beso en la mejilla pero según lo que ha dicho mi hermano están tonteando, aunque alomejor Aitana tenía razón y él la ve como una amiga... buah no se no se ahora mismo la cabeza me va a explotar. Seguí absorta en mis pensamientos hasta que alguien abrió la puerta del baño.

- Miriam: ¿¡Oye no te han enseñado a llamar antes de entrar!?

Cuando me giré para ver quién era lo vi, era Roi.

- Roi: ¿Miriam estás bien, por qué lloras?

De repente me levanté del suelo e intenté irme sin dirigirle la palabra, pero cuando estaba saliendo me agarró de la mano, aunque sin siquiera darme la vuelta me solté de su agarre y salí corriendo hacia mi habitación, pero Roi no se dio por vencido y salió corriendo detrás de mí. Cuando llegue a mi habitación cerré la puerta con llave dejándolo a él fuera.

- Roi: Miriam por favor, abre la puerta y hablamos, al menos dime por qué estás así conmigo.

- Miriam: ¡Déjame! ¡Vete!

- Roi: No me voy a ir hasta que no salgas y hablemos.

- Miriam: ¡No pienso salir, vete de aquí!

- Roi: Sabes lo cabezota y terco que puedo llegar a ser así que no me voy a ir.

- Miriam: ¡Joder! ¡No quiero verte! ¿entiendes? Ahora vete.

- Roi: Sé que eso lo dices porque estás enfada, pero ahora sal por favor.

- Miriam: Roi, si me quieres vete, aunque dudo que me quieras tanto. ¡Vete y déjame tranquila de una vez Roi Méndez!

- Roi: Miriam Cepeda Rodríguez no te creas que me voy a dar por vencido, te estaré esperando, y si no es aquí será abajo por que te quiero... te quiero más que a nadie en este mundo.

Entonces escuché los pasos de Roi alejándose, no asimilaba que esto estuviera pasando, ¡por qué me tenía que pasar a mí, por qué me engañaba! Con lo tranquila que estaba yo con Pablo yendo a lo que íbamos, tuvo que llegar este idiota y... enamorarme.

Tras un rato llorando en mi cama llamaron a la puerta.

- Miriam: No lo pienso decir ni una vez más ¡Vete!

- X: ¿Miriam?

- Miriam: ¿Pablo?

- Pablo: Si, soy yo, ¿puedes abrirme?

Le abrí y le indiqué que se sentara a mi lado en la cama.

- Pablo: ¿Estás bien? Ay que pregunta más tonta, pero si se te ve por encima que has estado llorando.

- Miriam: Tranquilo, es una tontería (miento).

- Pablo: Oye... ¿Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea eh?

- Miriam: Ya... es solo que estoy un poco deprimida hoy (vuelvo a mentir, había estado perfecta hasta hace una hora).

- Pablo: Bueno pues entonces lo que necesitas es... ¡Una dosis de cosquillas!

Pablo empezó a hacerme cosquillas por todos lados hasta que acabamos tumbados en la cama.

Tras un rato nos incorporamos y nos volvimos a sentar.

- Pablo: Bueno anda, ¿bajamos?

- Miriam: Vale... (digo no muy segura).

- Pablo: Oye... (me acaricia la cara con el pulgar) te lo vuelvo a decir, si necesitas algo estoy aqui rubia.

ODIO AMARTE TANTO / MIROIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora