CAPITULO 12

1.1K 76 2
                                    

NARRA MIRIAM

Aitana y yo nos despertamos chillando porque sentimos algo bastante pesado encima nuestra.

- Aitana: ¡Chicos!

Si, eran Roi y Luis que habían tenido el detalle de despertarnos con delicadeza (nótese la ironía).

- Miriam: ¡Buah chicos que sueño!

- Cepeda: Venga despierta dormilona.

- Roi: Ya vengo, un momento.

Yo aún tenía los ojos cerrados cuando Roi se fue, Luis y Aitana estaban hablando y por el sonido de la puerta deduje que Roi ya había vuelto, supongo que se pondrá a hablar con Aiti y mi hermano, en cambio, note un chorro de agua fría por mi cuello, abrí los ojos de golpe y vi a Roi con un tapón lleno de agua la cual ahora estaba en mi cuello.

- Miriam: ¡ROI!

- Roi: Mira Luis ya se ha despertado.

- Miriam: Te voy a matar.

Y ahí fue cuando Roi empezó a correr y yo tras él mientras Cepeda y Aitana nos observaban divertidos.

Bajé hasta la planta de abajo ya que vi a Roi bajar por las escaleras, fui al salón, pero allí no había nadie, luego al baño, tampoco, por último fui a la cocina y cuando entré alguien me tiró del brazo, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba acorralada entre la puerta y Roi.

- Roi: ¿Buscabas a alguien?

- Miriam: Mmm pues no sé, tal vez buscaba algo, algo como... ¿Un beso? (Le doy un beso en la punta de la nariz y salgo corriendo)

- Roi: Vaya vaya, veo que te gusta dejarme con ganas de más ¿no?

- Miriam: Si quieres un señor beso tienes que ganartelo, yo no doy besos asi como asi.

- Roi: Ya veo que va usted de dura señorita pero... ¿si hago así me lo gano?

De repente Roi me cogió, me sentó en la encimera rodeando mi cintura con sus brazos y empezó a darme pequeños y suaves besos por el cuello.

- Roi: ¿Así me lo estoy ganando?

Madre mia, este chico va a hacer que me de algo aquí mismo.

Entonces empiezo a darle pequeños besos por el lóbulo de su oreja y cuando llego al oído susurro

- Miriam: Me lo pensaré.

Roi iba a contestarme pero llamaron a la puerta y antes de que Roi pudiera soltarme y yo pudiera bajarme abrieron la puerta.

- Aitana: ¡Ala! Lo siento lo siento.

Roi y yo nos incorporamos y nos separamos rápidamente.

- Miriam: Tranquila no pasa nada pero Aitana por favor no digas nada.

- Aitana: Ya os he dicho tanto a ti como a Roi que soy una tumba.

- Miriam: Gracias peque, te quiero.

- Roi: ¡Esa es mi sister A!

- Aitana: Ay sister R jajajajaja bueno pues Miriam tengo que hablar contigo... a solas.

Roi se fue y nos dejó a solas.

- Miriam: Bueno pues... dime, ¿qué la pasa a mi peque?

- Aitana: De que la pasa nada, cuéntame todo.

- Miriam: Pues ya te lo dije ayer... que no puedo con él, que a pesar de que no nos lleváramos del todo bien antes, ahora... me he enamorado sin darme cuenta y... ay que vergüenza me da decir esto (me tapo la cara con las manos).

- Aitana: ¡Ay que mona! Pero hija dime lo que no se, ¡lo de anoche! (Empieza a mover las cejas de arriba a abajo con una pícara sonrisa)

- Miriam: ¡Oye quita esa cara de pilla, malpensada! Aiti no paso nada, solo me dijo que me acostara un ratito con el y ya, solo dormimos.

- Aitana: ¿Pero no hubo beso ni nada?

- Miriam: No, aun no nos hemos dado un beso en plan morreo, solo un piquito.

- Cepeda: ¿Un piquito? ¿A quién le has dado un piquito?

Mierda, mi hermano acaba de entrar y me ha escuchado.

- Miriam: Ehh pues a nadie, yo no, fue Aitana que conoció a alguien anoche y le dio un piquito.

- Aitana: ¡PERO QUE DICES MIRIAM!

- Miriam: Su su

- Cepeda: Anda pero mirala la niña con lo timidilla que parece jajajaja oye pero me lo tienes que presentar que le tengo que dar el visto bueno eh.

Seguido a esto Luis se fue y Aitana me miró con cara como de querer matarme.

- Aitana: Miriam te vas a enterar eh, la venganza se sirve en plato frio amiga.

- Miriam: Su su.

NARRADOR NORMAL

Miriam, Cepeda, Roi y Aitana decidieron pasar el sábado en un pequeño lago de agua clara y cristalina que había en un bosque a las afueras de la ciudad.

- Aitana: ¡Uala, que chulo! ¡Que bonito todo! ¡Me encanta!

- Roi: ¡Aitana al agua!

Roi cogió a Aitana y saltó desde el pequeño acantilado en el que estaban hacia el agua, dejando solos a Miriam y Cepeda en la superficie.

- Cepeda: Oye Miriam, ¿puedo preguntarte algo?

- Miriam: Claro, dime.

- Cepeda: ¿A quién dio Aitana un piquito anoche?

Miriam soltó una carcajada y entendió a su hermano.

- Miriam: ¿Te gusta Aitana?

- Cepeda: ¡No, que dices!

- Miriam: No se no se, cuando me preguntas cosas asi es por algo.

- Cepeda: No no, era curiosidad...

- Miriam: Bueno pues...

Miriam se acercó a su hermano hasta quedar uno frente a otro muy cerca.

- Miriam: Si la quieres quierela bien, ella no es una más.

- Cepeda: Que tonta eres leona, yo nunca tendría nada con Aitana y si lo tuviera no le haría daño como a ti.

- Miriam: Pues que sepas que... ¿qué? ¿Cómo a mi?

- Cepeda: Su su, como a ti.

- Miriam: ¿A mí me has hecho daño?

- Cepeda: Si, mira.

En ese instante Cepeda se llevó a Miriam al hombro y se tiró al agua con ella.

ODIO AMARTE TANTO / MIROIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora