CAPITULO 4

1.6K 80 9
                                    

Cuando Miriam consiguió alcanzar a Roi este estaba arrancando su moto para salir de ahí lo antes posible, pero Miriam fue más ligera y ágil que él y consiguió montarse. –Miriam bájate –No –Miriam joder –No quiero –Bajate -¡Arranca joder! -Tras esto Roi y Miriam salieron disparados hacia algún lugar haciendo que las ruedas chirriasen dejando una marca negra en el suelo. Roi notaba el cuerpo de Miriam sobre él, estaba agarrándolo con mucha fuerza. –¡Roi frena nos vamos a matar! ¡Vamos muy rápido! ¡Roi por favor! ¡Casi que llegamos a los 230km/h! ¡Para! –Roi fue frenando poco a poco hasta llegar a un descampado a las afueras de la ciudad, cuando aparcó se bajó de la moto y se fue hacia un banco sin decir nada, Miriam lo siguió. –Roi por favor perdóname, no quería decir eso, estaba muy enfadada y encima había bebido bastante, de verdad no era mi intención, lo dije sin pensar – Miriam empezó a llorar y se sentó junto a él para abrazarlo -Roi, aunque no lo creas yo te tengo cariño, no sería capaz de decir eso de forma consciente de verdad, se por lo que has pasado, no quería herirte, Roi perdóname por favor, lo siento. –Aquí es donde me traían mis padres de pequeño, mi padre me enseñaba a jugar al fútbol mientras mi madre animaba desde este banco. –Roi hablaba de una manera muy fría mirando al frente, Miriam se incorporó y lo abrazó con todas sus fuerzas, el chico le correspondió el abrazo, hundió la cabeza en el cuello de ella y comenzó a llorar como un niño pequeño, Miriam nunca había visto a Roi de esa forma, a medida que lloraba se iba haciendo más pequeño entre sus brazos –Roi... -besó su cabello –Roi mírame –Roi se incorporó, estaban frente a frente -¿Dónde está ese chico fuerte que puede con todo?¿dónde está el chulo de playa que va arrasando por donde pasa? –Miriam ese chico no puede más, les echo de menos, no hay día que no piense en ellos, no puedo más –Si que puedes Roi, tu puedes con todo y tanto yo como Luis como todos vamos a estar ahí para ayudarte –Miriam lo vuelve a abrazar y le da un beso en la mejilla –Es que además tienes razón, eres la primera persona que me ve así, ni tu hermano me ha llegado a ver tan mal, porque todo esto lo escondo tras un escudo de prepotencia y chulería, uso a las chicas para olvidarme de todo pero, hasta aquí llegué Miriam, necesitaba desahogarme con alguien –Roi seguía llorando, tenía los ojos hinchados, abrazaba a Miriam tan fuerte como podía. –Roi tranquilo, estoy aquí contigo, te quiero –Y yo Miriam y yo. –Los dos se llevaron un buen rato abrazados, no querían moverse, estaban cómodos así. Se habían dicho te quiero pero, ¿un te quiero de amigos o un te quiero de...? Al cabo de un rato, Miriam y Roi decidieron marcharse para volver con los demás, esta vez durante el trayecto Miriam estaba agarrada a Roi con más delicadeza, ahora no iban tan deprisa. Cuando llegaron los demás habían puesto colchones por el suelo, estaban todos en un sueño muy profundo, Roi se acostó en el sofá y Miriam fue a desmaquillarse, cuando esta volvió se sentó a los pies de Roi. –Roi... ¿estás despierto? –Si... -Siento mucho lo de hoy –Tranquila Miriam, me has ayudado más de lo que crees –hizo una seña para que Miriam le abrazara y así se quedaron dormidos, el uno sobre el otro.

A la mañana siguiente un flash les despertó –Joder Luis ¿qué haces? –Luis para... -Este momento tenía que quedar grabado en una foto, en mi memoria corría el riesgo de que se olvidara –Cuando Miriam y Roi se dieron cuenta de que habían dormido juntos el uno sobre el otro de un salto se sentaron cada uno en un extremo del sofá, estaban muy rojos, esto provocó la risa de todos los que les observaban.

Por suerte Álvaro los salvó de esa incómoda situación para los dos. -Chicos que os parece si pasamos aquí el resto del día, podemos hacer barbacoa, solo tenéis que ir a vuestras casas a por ropa limpia y los bikinis, lo demás lo pongo yo –todos estuvieron de acuerdo con Álvaro, no era una mala idea eso de pasar el día juntos.

-Roi... ¿podemos hablar? –Ana ya lo vi todo anoche –Roi lo siento de verdad, no quería que te enteraras de esa forma –Tranquila no estoy enfadado, se notaba que morías por ella, la verdad es que me gustaría dejar las cosas aquí y no romper nuestra amistad, yo tampoco estaba seguro de lo que sentía por ti, era más que nada atracción y cariño, pero cariño de amigos –Entonces... ¿amigos? –Amigos –Roi y Ana se abrazaron y se fueron a la piscina con los demás.

ODIO AMARTE TANTO / MIROIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora