Unwanted Butterflies ❥ KOOKV

Office Copulation

Yoongi suspira tan pronto como abre la puerta de su departamento, lanzando las llaves sobre ese sofá púrpura a su derecha que él tanto desprecia. La única razón por la que este aún sigue ahí es porque Taehyung insistió en quedárselo diciendo que le daba un toque moderno a la casa (También amenazó con dormir fuera en el sofá si es que lo tiraban. A Yoongi no le importaba, pero a Jimin sí). Este último camina detrás de él con las bolsas de supermercado fuertemente sostenidas entre sus pequeños dedos. Justo cuando está apunto de preguntarle a Yoongi si quiere ordenar un poco de comida o cocinar algo, su novio descubre la cazadora de cuero de Jungkook tirada sobre el suelo y gruñe —Joder, está aquí otra vez.

—¿En serio? Eso es un nuevo récord. —Jimin rie, entretenido mientras empieza a guardar los vegetales frescos y las frutas dentro del refrigerador. Yoongi mantiene la puerta abierta para él, apoyado en ella con el ceño fruncido en la cara.

—No es divertido. Gracias a Dios la habitación de Tae está arriba—murmura. Sus ojos miran instintivamente hacia el techo.

—Como si eso bloqueara los sonidos—. Jimin se burla con un movimiento de cabeza que hace a su cabello naranja moverse, filamentos de este caen sobre su frente y bloquean su visión obligándolo a separarlos con la mano como suele hacerlo. —Probablemente ya terminaron.

—Oh, entonces... —. Se muerde el labio, asimilando ello lentamente.

—Sip, en cualquier minuto—. Jimin asiente, organizando la leche y el jugo de naranja junto a las cervezas, las bolsas de papel yacen junto a sus pies.

—Tres... Dos... Uno—. Yoongi cuenta con sus dedos, tratando de encontrar diversión a la situación justo como lo hace su novio. No es como si pudiera quejarse de todos modos, ya que es él quien se mudo al departamento hace unos meses. Quiso conseguir su propio lugar con Jimin pero ellos no podían permitirse uno bueno y considerando que este ya estaba pagado por los padres ricos de Taehyung, decidió no apresurarse. Sin embargo, no era consciente de los ruidosos pasatiempos de Tae. Al menos el menor tenía la descencia de nunca hacerlo durante la noche.

—¡Maldito idiota!—. El fuerte grito de Taehyung se oye en el departamento, ganándose unas carcajadas de su mejor amigo por la precisa cuenta regresiva.

—Como un reloj—. Yoongi no puede dejar de sonreír mientras ve los ojos de Jimin brillar con un ligero temblor en sus labios cuando ríe.

—¿Quieres cocinar?—Jimin le pregunta una vez que deja de reír.

—Sí, pero ayúdame con ello, ¿no? —pregunta mientras intenta recordar la vieja receta de jajangmyeon de su mamá. Jimin sonríe cuando empieza a seguir las expertas órdenes de Yoongi con entusiasmo, ya que apenas se le permite entrar a la cocina luego de que casi incediara el departamento al intentar hacer unas tostadas. Fue traumático, por no decir más. Corta las cebollas tratando de no hacerse daño como el rubio a su izquierda corta el cerdo en pequeños trozos, el horno separando las dos encimeras de marmol oscuro. Ambos permanecen en silencio, fingiendo no oír la riña de su amigo.

—¿¡Por qué me estás llamando idiota cuando tú decidiste esto?—. Jungkook dice después, con evidente furia en su voz.

—Encuentra la llave o juro por Dios... —. Tae amenaza de vuelta justo cuando una risa penetrante se oye, cortando su sentencia.

—¿Qué? ¿Me vas a abofetear como la putita que eres?

Yoongi se ríe por ello y Jimin lo fulmina con la mirada con sus ojos brillando a causa de la cebolla.