I'm Trying

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Jungkook cree que, si realmente lo piensa, está mejor ahora que durante esas dos semanas que no folló a Taehyung. Sin embargo, está mirando al techo de su habitación, con los ojos abiertos sin ningún signo de sueño; ha estado mirando a través de la oscuridad desde que salió de la ducha, el olor del jabón es agradable pero nada comparado con el embriagador perfume de Taehyung. No puede dejar de pensar en las palabras que salieron de los labios del mayor antes de irse de su departamento. Dios, ¿qué le pasa? Ese es el hombre que odia (¿en realidad es así?), ¿Por qué le importa a quién ofrece Kim Taehyung su trasero cuando no está con él? El pensamiento hierve su sangre y le hace empujar su lengua contra su mejilla izquierda interna sin darse cuenta. De acuerdo, a él le importa a quién Taehyung se folla cuando no está cerca. Pero al menos él sabe que no debería, no tiene ningún derecho a enojarse cuando también se folla a otros tipos aparte de Tae. Esa pregunta ha vuelto a devorar su mente: ¿Qué le pasa?

Toma su teléfono de la mesita de noche, revisa la hora y son las cuatro de la mañana. No debería llamar a Hoseok, sin embargo...

—¿Sí?—La voz de su primo pregunta, ronca por el sueño.

—Soy yo.

—¿Jungkook? ¿Qué pasó?—escucha el crujido de las sábanas, como si el mayor estuviese sentado en su cama, probablemente pensando que es una emergencia ya que Jungkook casi nunca lo llama, y mucho menos a esta hora tan intempestiva.

—No mucho. Tan solo... no puedo dormir—confiesa, avergonzado. Se siente como cuando tenía doce años y temía las palabras de su padre, la forma en que su rostro podía cambiar tan rápido, como el cielo después de una tormenta. Corría a la habitación de Hoseok y escondía su rostro en el cuello de este, llorando en silencio ya que era la única manera de fingir que no había ninguna lágrima. A la mañana siguiente ambos pretendían que nada había sucedido. Su padre le sonreiría en el desayuno, le pediría que le pasara las tostadas y hablaría normalmente con Namjoon; siempre a Namjoon.

Una pausa, un suspiro y luego—Son las cuatro de la mañana, hijo de puta.

—Lo sé, lo siento. No debería haber llamado... —su dedo está tentado a deslizarse por la pantalla táctil para terminar con esta llamada vergonzosa porque ya no es un niño, no debería estar haciendo esto, pero el otro lo detiene con su voz tranquilizadora.

—Nah, está bien—Hoseok responde porque así es como es él. Jungkook oculta una sonrisa —¿Se trata de Taehyung?

La sonrisa es borrada de su rostro mientras gruñe en respuesta, cerrando los ojos y dejando un suspiro atrapado en su garganta.

—Dios, Kook... ¿te acostaste con él?

Otro gruñido, este más fuerte.

—No vas a superarlo de esa manera —responde Hoseok y Jungkook se muerde el labio, y... ¡joder! duele porque Taehyung también lo mordió durante el sexo; él mismo ha estado mordiéndose los labios desde que tenía diez años cuando le resultaba difícil hacerle frente a la vida. En ese momento, su terapeuta dijo que era un mal hábito del que tenía que deshacerse. Es decir, hasta que vislumbró los primeros cortes en sus muñecas, las marcas rojas que decían demasiadas palabras tácitas y otras más oscuras, no dichas. Solo digamos que le dejó hundir sus dientes contra su labio siempre y cuando no haya sangre involucrada. Jungkook apenas tenía idea de por qué el dolor era visto como un pecado en los ojos de un adulto. Para él, era simplemente una distracción; eso era todo.

—Lo sé, ¿si? Pero es que... no pude... —sacude su cabeza en negación a pesar de que su primo no puede verlo, con las uñas clavadas en las sábanas de su cama.

Unwanted Butterflies ❥ KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora