I Only Missed the Sex. I Swear.

12.6K 1.1K 387
                                    


Se tropiezan dentro del departamento como si estuvieran ebrios. En cierto modo, lo están; ebrios el uno por el otro. Taehyung elige dejar de lado todo pensamiento mientras su cuerpo se presiona contra la puerta. Él puede arrepentirse de esto más tarde. Jungkook ignora la voz de la razón, la cual sabe que esta es una mala idea; Tae es una mala idea, sus ojos, sus labios y su piel son una mala idea. Y todavía así, su boca baja por el esbelto cuello de Taehyung, los dientes apenas rozan el punto dulce de sus prominentes clavículas y obtiene un gemido suave del mayor, que casi le revive. Lo aprieta aún más contra la puerta, enjaulándolo con su cuerpo, empujando sus caderas hacia adelante sin separar su lengua de esa deliciosa piel bronceada. Taehyung contiene un grito ahogado, casi como un grito impaciente porque independientemente de que solo ha pasado dos semanas sin el toque de Jungkook, sabe que dos semanas es bastante, y apenas puede evitar tirarlo contra el sofá y liberar su cuerpo de esa camisa apretada. Recuerda la primera vez que estuvo en su departamento, hace aproximadamente un mes y medio, cuando tenía la intención de ir hacia la habitación de Jungkook, pero fue detenido al instante en la puerta. Aparentemente, su habitación era terreno sagrado y nunca dejaba entrar a nadie; esto hizo que Taehyung anhelara abrir la puerta y deseara descubrir los cadáveres o lo que sea que escondiera dentro, pero no había tenido la oportunidad. Observa desde lejos la puerta oscura frente al baño con curiosidad, aunque ahora la boca de Jungkook está sobre la suya y no puede evitar cerrar los ojos y derretirse contra el más joven.

Jungkook besa la boca de Taehyung con desenfreno, su lengua acaricia cada espacio mientras sus manos vagan alrededor de su cuerpo. Y a pesar de que Tae adora los besos, realmente quiere llegar a eso.

—Quítate la ropa —murmura en sus labios hinchados.

—No te he follado en dos semanas. Me tomaré mi tiempo —responde Jungkook antes de besarle la boca una vez más, y Taehyung obedece porque nunca lo ha escuchado tan necesitado, tan desesperado y sediento por consumir su cuerpo en la más lenta de las formas. Entonces, cuando Jungkook lo agarra por la cintura como si no pesara nada, con los bíceps apenas estirados, y lo coloca en el sofá, simplemente lo mira, esperando e intentando ocultar la leve decepción de no poder ver su habitación. Aunque, sinceramente, ¿por qué le importa tanto la maldita habitación de este idiota? A pesar de su respuesta desdeñosa, dicho idiota pone sus pensamientos a descansar una vez más mientras comienza a desabrocharse la camisa como lo pidió Taehyung. Este último cree que podría ser la primera vez que lo ve quitarse la camisa como una persona normal, sin romper la tela ni los botones. En realidad, Jungkook se toma más tiempo de lo normal como si demostrara un punto, sus dedos lentamente se abren camino hacia cada botón, dejando su musculoso torso revelado. Taehyung le mira con lujuria escrita en toda su cara, queriendo extender la mano y tocarlo. Lo intenta, pero Jungkook niega con la cabeza, el indicio de una sonrisa malvada aparece en sus labios. Se quita la camisa de los hombros, dejando al descubierto sus fuertes abdominales y bíceps, y Tae está innegablemente perdido, con los ojos medio cerrados y los labios entreabiertos por el deseo.

—Por favor, déjame tocarte—susurra Taehyung, porque no cree que pueda durar ni un segundo más sin que su lengua lama esos abdominales, sin que sus dedos jueguen con los pezones del menor, sin simplemente tocarlo.

Entonces Jungkook le mira con ojos divertidos y diabólicos. —Ya que preguntaste muy educadamente... —sonríe, tomando la mano de Tae y presionándola contra su pecho. Taehyung casi gime, la calidez de la suave piel y la mirada hambrienta en los ojos de Jungkook son suficientes para ponerlo completamente duro.

Tae comienza a mover su mano por todo el pecho del más joven, también tomándose su tiempo cuando sus dedos viajan a través de la piel, dibujando círculos y constelaciones en el mapa de su cuerpo. Jungkook no aparta la vista de él, como cautivado por el movimiento de sus manos, por su delicado toque y la concentración con la que estudia sus músculos, como si los guardara en su memoria. Sus palmas van y vienen, acariciando cada centímetro de piel que tiene permitido tocar, cada parte que tanto extraña.

Unwanted Butterflies ❥ KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora