Unwanted Butterflies ❥ KOOKV

At Last

Taehyung está preocupado cuando llega al apartamento de Jungkook. Le envió un mensaje de texto a las 2 am diciéndole que se dirigía de regreso. Taehyung había estado recostado en su cama, demasiado agitado para dormir, demasiado despierto e inquieto. Jungkook lo llamó tan pronto como llegó al edificio, y ahora aquí está, parado frente a la puerta, congelado. Debería tocar. Debería decirle a Jungkook que ya llegó. Sin embargo, está tan nervioso y asustado, y Dios, ¿por qué le dio un beso en los labios cuando supo que lo vería horas más tarde? Fue audaz y estúpido y ahora tiene que enfrentar las consecuencias; Jungkook rechazándolo una vez más.

¿Quizás podría dar la vuelta y marcharse? No es como si alguien lo detuviera o se interpusiera en su camino... No. Él quiere esto, ha estado esperando la verdad por tanto tiempo, a la mierda. La ansiedad es un amigo familiar de todos modos.

Él toca. Una vez. Dos veces.

Los segundos pasan. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, tal vez no debería estar contando, seis, sie...

La puerta se abre de golpe para revelar a Jungkook con una camisa negra y jeans oscuros, la línea en su cabello separa y expone su frente y sus ojos de venado. Se ve deslumbrante, sus labios tan besables que se separan para decir: —Pasa.

Él entra, es un caos nervioso, pero lo hace. Entra en el apartamento familiar, con la esperanza de que su jefe no esté dentro mientras sus ojos deambulan buscando un par de zapatos o unos papeles sobre la mesa. La única vez que entró en el apartamento y vio que su jefe ya estaba allí, había estado haciendo papeleo. Jungkook le había dicho que eso era lo que hacía la mayor parte de su tiempo libre. Recuerda lo mal que se había sentido por él entonces; no podía ser fácil tener todo el peso de la compañía sobre sus hombros cuando Jungkook no hacía nada y su padre era simplemente una figura.

—Namjoon salió con Seokjin. —explica el más joven, como si estuviera leyendo sus propios pensamientos. Él asiente en respuesta, incómodo mientras traga aire puro. —Um, siéntate. —ofrece, y Tae asiente de nuevo antes de hacerlo. El sofá es suave y cómodo como de costumbre. También es en el que han follado en innumerables ocasiones antes. Pero esos son solo detalles.

Necesita romper el silencio antes de acobardarse y que el sentimiento se aferre a él como una segunda piel. Suspira antes de poder preguntar: —Entonces, ¿cómo estuvo la fiesta?

Jungkook se encoge de hombros, —No fue realmente una fiesta.

Taehyung casi quiere gritar por esa respuesta. Desea que Jungkook se explique mientras asiente, ya que parece ser el único gesto apropiado que puede manejar. Piensa que si se mueve demasiado puede terminar haciendo cosas de las que se arrepentirá. —El cumpleaños de Yugyeom, ¿verdad? —Pregunta después de un momento, bajando los ojos a sus propias manos, dobladas en su regazo.

—Sí, era de él.

No lo dice con ningún sentimiento o emoción especial, pero Taehyung está demasiado convencido con la idea de que hay algo entre esos dos que no le importan los detalles. Chasquea su lengua contra el techo de su boca antes de mirar a Jungkook, el más joven de pie junto al sofá, no sentado como él y haciendo que todo sea más incómodo.

—Deberías haberte quedado con él. —dice. Está siendo mezquino y lo sabe.

Jungkook lo mira por un momento, confundido y cauteloso, antes de decir: —¿Qué? ¿Por qué?

—Bueno, obviamente te preocupas más por él... —se encoge de hombros, y sí, definitivamente está provocando a Jungkook para que diga todo lo contrario, para contradecirlo y hacerle sentir menos mal por todo esto.

Y lo hace.

Él está sacudiendo la cabeza antes de que Taehyung incluso termine su oración. —No lo hago. Y estoy aquí, ¿no? —Pregunta, alzando las cejas casi desafiante hacia él. Tae ama la provocación en ellos; la forma en que se curvan en su frente es casi artística.