Seul Bi es una chica algo inquieta e inocente, que a duras penas sabe como sobrellevar su vida, eso sí, nunca carece de alegría y su inigualable amabilidad.
Sin embargo esto cambia cuando al ingresar a un nuevo Instituto le toca compartir asiento c...
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Estaba viendo los perfumes y todos me parecían muy bonitos es difícil escoger solo uno, mire uno que me llamó la atención me acerqué para tomarlo y abrí el de muestra y coloque un poco en mano derecha para después olerlo, realmente olía muy bien. Creo que éste le gustará mucho, ahora que lo pienso Yoongi no a regresado desde que se fue, empeze a caminar por el pasillo por el que se había ido.
—¡Yoong! ¡Yoongi! —comencé a buscarlo pero no lo miraba por ningún lado ¿Y si me había dejado? Cuando comenzaba a entrar en pánico lo ví y rápidamente fuí hasta él.
—Yoongi encontré un perfume que creo que le gustará —dije pensaba reclamar el por qué se había ido tanto tiempo, pero preferí dejarlo así, que tal si se enoja y me abandonaba de verdad aquí, yo ni siquiera conocía este lugar.
—¿Y dónde está? —preguntó, mostrando un poco de interés.
Lo tome de la manga de su cazadora para que me siguiera, pensé que se resistiría pero no fue así, tomé nuevamente el perfume de la estantería y se lo mostré.
—Vaya después de todo no eres tan inútil —sonrió, era la primera vez que lo veia sonreír de esa manera, tiene una linda sonrisa.
—¿Lo vas a comprar? -inquiri, yaun sabiendo la repuesta.
No dijo nada, solo se dió la vuelta y llego hasta la caja para pagarlo. Fuí detrás de él para seguirlo y mantenerme a su lado para por supuesto no perderme. La señorita de la caja estaba atendiendo a otra persona, así que tuvimos que esperar un poco, cuando por fin estuvimos ahí lo pagó pero la cajera pregunto algo antes de envolverlo.
—¿Quiere qué lo envuelva para su novia? —le pregunto a Yoongi para después señalarme a mí.
—¿Eh? Yo... —pensaba contestar, pero alguien se me adelantó.
—No es mi novia —dijo en un tono molesto y serio al que por cierto empezaba a acostumbrarme.
—Oh lo siento, yo creí... —Yoongi le dirigió una fría mirada, la cajera no dijo nada más y término de meter el perfume en una pequeña bolsa —Gracias por su compra vuelvan pronto.
Salimos de aquél local, aunque ahora que lo pienso es muy fácil pensar que Yoongi y yo somos novios, pues vestimos como si llevaramos ropa de pareja. Mientras caminabamos, pasamos por enfrente de una heladería y se me antojó un helado.
—Yoongi cómprame un helado —lo detuve parandome enfrente de él para que dejara de caminar.
—No.
—¡Por favor! —insistí.
—¡No voy a comprarte un helado! —exclamó, alzando un poco de nivel el tono de su voz.
—Pero yo te ayude a escoger el perfume, sin mí hubieras sido un desastre —argumente a mí favor.
—Pues te recuerdo que tú fuiste la que se ofreció a hacer lo que yo quisiera, ahora sigue caminando —dijo pasando por un lado de mí hombro izquierdo, que casi podía sentir que se rosaban.
