A la mañana siguiente Levana despertó gracias a su despertador, pues se había propuesto dar un paseo por la playa temprano. Se levanto y corrió a darse una ducha lo mas rápido que pudo para después ponerse una playera negra, unos jeans ajustados y unos converse negros, cuando termino de vestirse se puso maquillaje y salio corriendo de su casa.
Cuando llego a la playa un pequeño escalofrió recorrió su cuerpo, había algo de brisa, pero en realidad eso no le importaba mucho, en lo único que pensaba era en como algo tan complejo como un amanecer puede erizarte la piel aun mas que un simple viento helado. Luego de haber estado aproximadamente una hora ahí congelándose, llego un chico, quien se sentó a lado de ella y se quito el suéter para dárselo.
-Llevo observándote desde que llegaste-Dijo el muchacho.
-¿Por qué?- Dijo ella sorprendida por no haberse dado cuenta.
-Digamos que una persona como tu no pasa muy desapercibida -Dijo el sonriendo por primera vez.
-¿Como te llamas?-pregunto ella
-Aaron Carpenter ¿y tu?
-Levana Lowell- contesto sonriendo- ¿Vives por aquí?
-Si, justo en esa casa- El chico apunto a la casa que quedaba justo a un lado de la casa de Levana.
-Yo ahora viviré justo en la de a lado
-Eso es genial-Dijo el sonriendo le a la chica- Sabes antes ahí vivía mi amigo Cameron.
-¿Cameron? -Pregunto Levana y Aaron asintió-Oh una vez conocí a un cameron pero nunca lo volví a ver en mi vida.
-El mundo es pequeño, tal vez algún día vuelvas a verlo. -Aaron le guiño el ojo
-Aunque así fuera, la única vez que lo vi tenia 7 años así que no creo reconocerlo ya sabes las personas cambian.
-¿y aun lo recuerdas?-Pregunto el chico sorprendido.
-No conozco a muchas personas. -Levana se encogió de hombros restando le importancia.
-Imposible, debes tener a miles de chicos a tus pies.-Dijo el nuevamente sorprendido.
-Soy muy reservada y algo diferente al resto de chicas de nuestra edad.
-Aaron aquí estas, llevo buscándote un buen rato-Dijo un chico castaño que llego corriendo hasta nosotros.-Espinosa esta furioso porque no hay comida en la nevera y según el esta muriendo de hambre.
-Oh no-Dijo esta vez Aaron.-Levana ven conmigo.-Ambos chicos se pusieron de pie.
-¿A donde?-Dijo Levana mientras se sacudía la arena de la ropa.
-A mi casa y por cierto el es Taylor- Taylor sonrió y los tomo de la mano para que corrieran hasta casa de Aaron.
-¿Donde esta?-Pregunto Aaron cuando entraron a la casa.
-En la cocina- Le respondió Taylor.
Fuimos a la cocina y ahí estaba un chico algo histérico gritando cosas que nadie podía entender y así estuvo 5 minutos hasta que se percato de la presencia de Levana quien estaba un poco escondida detrás de Aaron.
-¿Quien es la chica?-Pregunto el chico ya un poco mas calmado.
-Ella es Levana, la conocí en la playa hace un rato- Dijo Aaron-El es Matthew-Volvió a hablar Aaron.
-Hola, lamento que me hayas visto tan enojado pero sigo sin poder creer que en esta casa no haya buena comida.-El chico iba a continuar hablando pero Levana lo interrumpió.
-Que grites no va a camiar eso-Dijo la chica un poco desesperada por los gritos.-¿Puedo ver tu nevera?-Pregunto a Aaron.
-Claro, estas en tu casa.-Dijo este.
-Gracias- Levana le sonrió a Aaron y después camino hasta la nevera que aunque no tenia mucha comida tampoco estaba vacía, tomo un poco de verduras que era lo que mas había en la nevera. En un recipiente batió varios huevos, le agrego trocitos de pimiento rojo y verde, cebolla y unas hojas de espinaca picada. Vació la mezcla en una sartén y espero a que se cocinara. Finalmente relleno los omeletts con aguacate y queso.- Listo- Dijo la chica y les sirvió a todos, quienes ya estaban sentados en la cocina.
-Gracias Levana- Dijeron los tres al mismo tiempo haciendo reír a todos.
-No es nada.
-Niña tienes que pasarme esta receta- Dijo Matthew con comida en la boca, al parecer si tenia mucha hambre.
-Cuando quieras-contesto ella.
Los chicos tenían planeado pasar la tarde en la piscina así que insistieron en que Levana tenia que ir y ella acepto gustosamente pues no tenia nada que hacer. Fue a su casa por una toalla y se cambio la ropa por un traje de baño de dos piezas sencillo color negro y encima un short de mezclilla y una blusa roja. Regreso corriendo a casa de Aaron y entro sin tocar porque ya sabia que los chicos no escucharían, camino hasta la cocina y Aaron estaba ahí.
-Comenzaba a pensar que no regresarías-Hablo él.
-No me perdería esto, por nada.
-Bien entonces vamos-Aaron tomo a Levana de la mano y la llevo hasta el patio donde había una gran piscina, ahí ya estaban Taylor y Matt jugando.
-Levana entra-Grito Matt porque tenían música puesta.
-Voy en un momento-La chica comenzó a quitarse la ropa quedando en bañador y así atrapando la mirada de todos los chicos.
-Estas..... preciosa- Hablo primero Aaron.
-Gracias-Levana se comenzó a sonrojar cosa que no le había pasado nunca en la vida.
-¿Vamos?-Pregunto de nuevo Aaron.
-Claro- Aaron la tomo de la mano y corrió hasta la piscina obligando la a saltar.
Ellos se la pasaron toda la tarde jugando y divirtiéndose en el agua hasta que Levana decidió que era hora de ir a casa para cenar con sus padres.
-¿Enserio tienes que irte?-Pregunto Aaron que la había acompañado hasta la puerta.
-Si, lo siento.
-Esta bien pero promete que nos veremos mañana.
-Lo prometo.-Dijo ella
-¡Así no!-hablo Aaron rápido-Tienes que hacerlo con el corazón.-tomo la mano de Levana y la puso en su pecho-Ahora si dilo.
-Te prometo que mañana volveremos a vernos.
-Bien, vamos te acompaño a casa.-dijo el sin soltar la mano de la chica.
Caminaron tomados de la mano ya que Aaron no la había soltado y a ella no le molestaba tampoco.
-Bien, llegamos.-Dijo la chica.
-así es. - contestó el.
-Adiós, Aaron- ella se iba a dar la vuelta para irse pero Aaron la jalo y la envolvió entre sus brazos, ella no estaba muy acostumbrada a que la abrazara y menos de esta manera pero aún así le devolvió del abrazo rápidamente.
-Adiós, Levana- la solto y justo cuando la solto un escalofrío recorrió cada centímetro de su cuerpo pero no dijo nada y cada quien se fue por su lado.
Ya en casa sus papás la esperaban como siempre con su plato servido.
Ella les contó como había conocido a sus vecinos y como se había divertido tanto, sus padres le sugirieron que seria buena idea que hiciera una fiesta con ayuda de sus nuevos amigos para que así pudiera conocer mas gente ye ella acepto encantada.
Cuando se fue a la cama no podia dejar de pensar en lo maravillosa que era la gente y en como habia podido sobrevivir 20 años sin tener un solo amigo. Con todos esos pensamientos se fue quedando poco a poco dormida.
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LEVANA.
De TodoTodos queremos ser extraordinarios, y todos nosotros queremos encajar. Desafortunadamente, las personas extraordinarias raramente encajan.