Un cambio de vida [Zutara] ||Katara || Zuko

Cap. 3: Recaidas

Zuko había llegado a su oficina tan puntual como siempre, revisando las finanzas, acciones por adquirir, negocios que cerrar. Masajeaba su cuello, algo le preocupaba, se gira su silla de escritorio y admira la vista de la ciudad.

Anoche no pudo dormir pensando en Katara y su extraño comportamiento '¿Qué habrá pasado con ella? ¿Estará teniendo una aventura? El solo imaginarlo le ponía colérico aunque él no tendría cara para reclamar pues hacia lo mismo; sin embargo le hervía la sangre al solo pensar que su esposa estuviera en brazos de otro hombre. Además él no la tocaba desde que se casaron ni na sola vez la había tocado.

- Oye princesa ¿Terminas de construir castillos en el aire? -Hablaba una voz a su espalda-

- Tan galante como siempre Haru -Hacia 4 años ambos comenzaron una empresa que rindió grandes frutos y no solo eso sino que se hicieron muy cercanos-

- Vaya mira nada más esa cara de muerto que tienes –dice en broma.

- Gracias por el cumplido ¿Cunado llegaste?

- Apenas ayer –se sientea en la silla que queda frente a Zuko- ¿Cómo esta Katara?

- Bien, supongo –se enconge de hombros-

- ¿Supones? –Zuko frunce el ceño- Levas 3 o 4 años de casados y supones que tu esposa está bien –arquea una ceja-

Haru lo imita y lo sigue, ambos entrar a la sala donde los esperaban otras personas.

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Katara yacía sumergida en su lap top leyendo correos, revisando su agenda o algún otro pendiente que pudo haber surgido, el teléfono de su oficina comienza a sonar.

- Si, Liyu –contestas-

- Señora Malferit, está aquí la Señora Toph ¿Le hago pasar?

- Por favor

- Enseguida Señora

Por más que Katara le decia a su asistente que la llamra por su nombre, jampas lo ha hecho e insistía siempre en llamarla por su apellido de casada; dejaría atrás ese detalle pues en ese momento estaba contenta, pues hacía meses que no veía a su amiga y ahora por fin estaba ahí, tenía tantas ganas de verla y poder desahogarse.

- Ey! Princesa de azúcar -decía la castaña mientras abrazaba a su amiga. –

- ¿Cuándo fue que llegaste¿ -se separaron para verse mejor-

- Apenas ayer ¿Puedo? –señalando la silla-

- Claro que sí, perdona, toma asiento

- ¿Cómo va la editorial? –posa ambas manos en el escritorio de la morena y se recarga sobre ellas-

- Con la editorial todo va excelente, he encontrado muy buenos escritores, de igual manera estamos buscando nuevo talento. Nos arriesgaremos para promover nuevas historias de escritores poco conocidos -comenta de manera entusiasta- ¿Cómo te va en tu puesto de Fiscal?

- Ser fiscal y atender a mi fundación me deja agotada pero la verdad es un logro ser la primera mujer en un puesto como este. Además soy maestra en la Universidad Republica, pobres novatos soy dura con ellos pero deseo que aprendan lo mejor de mi –guiñendo un ojo-

- Tendrán a la mejor maestra, así que es un hecho -sonríe y se acomoda un mechón de cabello detrás de la oreja- ¿Cómo va todo con Haru? –pregunta.-

- Todo marcha muy bien con nosotros –Se sonroja levemente e intenta ocultarlo- Estamos hablando de tener hijos, aunque sentimos que es muy pronto para eso, él viaja contantemente y yo en los juzgados, supongo que deberíamos tener una vida relajada –se rie-