CAPITULO 8

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Ya era de noche.

Se escuchaban los leves sonidos que producía un búho.

Un lobo caminaba lentamente hacia una cueva iluminada.

Tenia un ciervo en la boca, arrastrandolo con mucha facilidad.  

Al llegar a la cueva, dejo caer el ciervo y unos cachorros se acercaron a olfatear.

-A los niños les encanta la carne fresca...-una mujer se acerco sonriendo.

El lobo gruño y se fue cerca del fuego.

-Oye... ¿Por que tardaste tanto...?-Un rubio alto se acerco.

El lobo lo miro, pero desvío la mirada.

-Oye... te estoy hablando...-Se sentó cerca del lobo- tu olor... es un poco distinto...-

El lobo comenzó a cambiar, su pelaje de dos colores cambiaba a piel desnuda.

Solo se quedo con la cola y las orejas.

-Eso no te importa...-Lanzo un pedazo de leña al fuego.

-Claro que si me importa, Jean...-

-Pero a mi no... así que deja de molestarme... traje el ciervo... pueden comer... yo lo hice en el camino...-

-Esta bien...-El rubio se puso de pie y se alejo.

Tomo a un cachorro en sus brazos, para darle caricias.

-Idiotas...-gruño el chico de cabelño bicolor.

Lamio sus labios.

Aun podía sentir esa dulce sangre en sus labios.

Sabia que devorar a un humano estaba prohibido, pero ese chico es distinto.

Su sangre huele muy bien, demasiado bien y su sabor es único.

Una delicia.

Miro como todos devoraban el ciervo crudo, mientras que otros comían las gallinas cocidas.

Su olfato sintió la presencia extraña, los que eran lobos comenzaron a gruñir.

El joven cambio su cuerpo a la del lobo y se acerco a la entrada de la cueva.

Gruñia viendo esa presencia.

-Oye... pulgoso de mierda...-un tipo de cabello azabache y ojos azul eléctrico lo miraba.

-¡Alejate!-Dijeron los que eran humanos.

Tomaron a los cachorros y su comida, mientras que los lobos estaban resguardando la entrada.

-No me interesa su asquerosa sangre...-Fruncio el ceño-Tu...-apunto el lobo de dos colores-Tu cruzarste nuestro territorio...-

El lobo solo gruño y se acercaba de a poco al azabache.

-¿Crees que con esos gruñiditos me vas a espantar? Mocoso pulgoso...-

El lobo quería atacarlo.

-¡Jean!¡Entra a la cueva!-Le dijo una mujer vestida con pieles.

El lobo asintió y entro a la cueva, dirigiéndose con los cachorros.

-Levi... solo fue un mal entendido... no queremos guerra... -

-No es guerra... es nuestro territorio... tu maldito cachorro pulgoso estaba en nuestro territorio... sabes que a Kenny no le gusta esa mierda... y a mi tampoco...-

-Se que... es su territorio... perp los cachorros estaban hambrientos... seguramente Jean lo siguió sin querer hasta las fronteras...-

-¿Crees que eso me importa...?-Fruncia mas el ceño.

-No lo se... pero... solo fue una vez... nadie quiere guerra... ni tu raza... ni mi raza... así que por favor... vete...-

El cuerpo de la mujer comenzó a cambiar a la de un lobo.

El azabache la miro y golpeo un árbol molesto.

-¡Tsk!¡Si tu cachorro vuelve a cruzar la frontera!¡Lo matare!-Se fue del lugar.

Los cachorros siguieron comiendo, pero la presencia del azabache los dejo en alerta.

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