Me Enamoré De Una Gitana || OGM

Capítulo 2:

 "Asilo"

Narra Violeta:

Entraba a la puerta caminando hacia donde esta Rubén, los monaguillos empezaban a curar su pierna poniéndole unas cuantas vendas, mientras que él se quejaba constantemente como si fuera un niño.

-¿Y como esta? - mire al padre que se acercaba a mí

-Podrá caminar - suspiro –Sé que el ministro se deja llevar por sus impulsos, pero es una gran persona-

-Claro, tratando de capturar a nuestra gente es ser bueno ¿No?- dijo Zafiro cruzado de brazos mientras estaba recargado a uno de las columnas de la iglesia

-No te preocupes al menos ninguno de nosotros ha sido atrapado- dijo Rubén parándose –Debemos irnos por detrás tal vez debe ser seguro- de repente llega un monaguillo corriendo hasta pararse enfrente del padre

-Padre, hay guardias por todo la plaza, al parecer siguen en busca de más gitanos - dijo un poco preocupado

-En verdad no tiene vergüenza...- dijo molesto para después mirarnos y suspirar –Me temo que se tendrán que quedar un poco más, igual pueden pasear por el lugar, están en su derecho, nadie los juzgara-

-Muchas gracias padre, en verdad- dijo Rubén y nos miró –No quiero que se alejen y tengan cuidado- sonrio amable mirando el lugar para después sostenerse con un bastón de madera que le dieron para después dirigirse a una biblioteca que estaba al fondo

-De acuerdo, gracias- dije mirando las escaleras del fondo, la curiosidad me mataba al saber a dónde llevarían, era un misterio

Camine hacia las escaleras, pero el padre me detuvo

-No creo que te agrade ir arriba- puso su mano enfrente de mi 

-¿Qué es lo que hay arriba?- dije curiosa

-En lo más alto está el campanario y ahí hay un chico que las cuida, pero no nos permiten ir con el- se quedo pensante

-Eso no es malo, solo iré unos momentos, no tardare, le prometo no ir hasta el campanero- dije para después subir

Llegue al primer piso de arriba el lugar era hermoso, había notado que había una torre, supuse que es donde vivía el chico, pero no quería desobedecer al padre, asi que lo deje de lado para mirar la vista, el panorama era increíble, el cielo rojo del atardecer se hacía presente en todo el lugar, se podía ver todo el cielo lleno de nubes color melón.

-Hermosa vista ¿No es así?- esa voz me asusto volteando rápidamente mirando a un chico tímido –Lo... Lo siento, no quería molestarte...- dijo dándose la vuelta tapándose la cara con sus manos

-No, no te preocupes, está bien, tú debes ser el que cuida las campanas ¿no es así?- el solo me mira un poco para después asentir – ¿Me podrías mostrar?- le sonreí con dulzura

Narra Zafiro:

Paseaba por el lugar mirando curioso los objetos, pero con la mortificación de que los guardias estaban afuera y pensar que uno de ellos podría entrar...

-No pienses así, Zafiro- me dije a mi mismo-Estamos a salvo aquí, no me debería preocupar tanto- me recargaba en una de las columnas cruzado de brazos tratando de pensar en otra cosa

Después de un rato sentía una presencia acechándome, volteo para mirar que es lo que era, pero no veía nada, vuelvo a regresar como estaba, pero una mano tapa mi boca asombrándome que era aquel ministro

-Shhh...No hagas ningún ruido- dijo mientras sacaba un cuchillo y lo ponía en mi cuello –Te mataría ahora o te haria sufrir como lo he hecho con otros, pero si no fuera por esa chica...- rápidamente mordí la mano que tapaba mi boca y lo empuje alejándome