Me Enamoré De Una Gitana || OGM

Capítulo 19:

"Engaños y Amenazas"

Narra Violeta:

Estaba en el palacio de justicia, corría por los pasillos observando a mí alrededor, mi aliento era cansado y agitado, pero mi desesperación de encontrarlo era más preocupante que lo que me pasaba a mí. La noche estaba clara, la luz de la luna atravesaba las cristaleras de colores de los pasillos mientras observaba en cada uno de ellos en busca de Claude.

Hasta que en aquella habitación tan grande, en donde solo había una chimenea, el estaba el ahí, solo, junto al fuego, estaba arrodillado a ella mirando como las brasas quemaban la leña y la luz tenue rodeaba su alrededor.

Al mismo tiempo que entre, una gran ráfaga de aire entro a la habitación. A lo que el volteo quedándose perplejo al notar que la persona que entraba era yo.

Abrió sus ojos con asombro, y de torpeza se levantó para ir a abrazarme. No dude en ir hacia él, mis emociones llegaban a tal punto de querer llorar de alegría, quería decirle que estaba bien, que ya todo había acabado...

Antes de que pudiéramos darnos un abrazo, a unos cuantos pasos de que pudiera estar con él; unas cadenas salieron del fuego encadenando de los brazos y de las piernas a Claude.

-¿Claude...?- Me detuve para mirar lo que estaba pasando

Las cadenas empezaron a tirar hacia atrás, jalándolo a las llamas de la chimenea, trate de detenerlo, de ayudarlo, pero varias cuerdas muy delgadas y finas como telarañas rodearon uno de mis brazos y después mis piernas, trate de pedir ayuda, pero otra cuerda rodeo mi cuello apretándola con fuerza.

-¡Violeta!- trato de hacer fuerza pensando que así podría detenerse, pero fue inútil

-¡Claude!- estiraba mi mano, como si esa fuera la única solución de poder alcanzarlo

-Violeta...- se tranquilizó un poco mientras estaba a unos cuantos pasos del fuego

Nos miramos a los ojos, el momento fue corto pero pareció eterno; de su mejilla derecha recorría una lagrima y como si le costara demasiado trato de hablar.

-T-Te...T-Te amo...- lo último que hizo fue sonreír antes de que el fuego lo consumieran y un grito desgarrador se oyera por toda la habitación

-¡Noooooo!- abrir los ojos con rapidez gritando al mismo tiempo que me levantaba de la cama

Mi respiración era agitada, no podía ser verdad, el no debería estar muerto, trate de calmarme para después recapacitar de que todo fue un sueño y darme cuenta de donde estaba.

La habitación era muy hogareña, no estaba nada mal, la vista era de un prado muy muy lejos de la cuidad ya que no reconocía nada al rededor. Al recordar lo que paso mire mi estómago y abrace mi vientre con tristeza.

-Descuida, no vamos a estar mucho tiempo aquí, yo te protegeré...- trate de ser fuerte y no llorar

Sé que alguien nos iba a rescatar, y no tenía que perder la esperanza.

Tres semanas después...

Las dos familias se encontraban reunidas en el palacio de justicia en un salón sencillo, ya que esto no era una fiesta o una invitación para tomar te.

Las familias estaban sentadas en una mesa dividiéndose entrese si. A la izquierda estaban los Lacroze, que eran William, Rubén y Zafiro, y a la derecha estaban solamente Giselle y Jehan