Me Enamoré De Una Gitana || OGM

Capítulo 8:

"Un Hermano No Deseable"

Ya había pasado un rato y Violeta no podía dormir estaba recargada en la almohada agarrando sus rodillas, mirando desde lejos el cielo azul lleno de estrellas, solo pensaba en lo sucedido.

-(Al parecer el me ama y se tranquiliza con mis palabras... pero ¿Yo lo puedo amar él?)- pensó para ella misma

No podía jugar con sus sentimientos aunque Frollo haya lastimado a tantas personas, no se le hacía correcto.

-Aunque fuera la única opción, no puedo hacerlo... - tapo su cabeza con sus rodillas tratando de dejar ese tema de lado

El silencio invadía el cuarto, oyéndose el frio canto de la noche, no sabía que iba a pasar mañana, pero ya no quería estar aquí.

De pronto la puerta se abrió lentamente, dejando ver una sombra en ella, esa sombra se acercó lentamente a Violeta hasta que se pudo ver a la luz de la luna la cara de aquel ministro.

Llevaba una camisa blanca arremangada de los brazos, desfajado de su pantalón café mientras que no llevaba calzado.

El no dijo nada, solo se quedó mirándola hasta que camino hacia Violeta para después subirse lentamente a la cama y quedarse apoyado en su pecho.

-No quería que te asustaras con lo que paso hace rato- dijo rodeando sus manos en su cintura –Pero tenía que hacerlo

La miro, pero no como antes, si no, con lujuria y deseo, parecía estar ebrio, pero no lo estaba

-Tú eres mi mujer y quiero que seas la única que le demuestre de lo que soy capaz- no pudo decir nada ante esas palabras

De pronto el ya no pudo resistir y comenzó a besarla con pasión, ella no pudo aguantar y seguirle el ritmo, Frollo recorría con sus manos todo su cuerpo levantando la tela de su pijama, con desesperación quería verla desnuda dejando ver sus piernas, abriendo el escote que mostraba sus pechos.

El no pudo resistirse a tocarlos, jugo con ellos, mordiéndolos, chupándolos, mientras que ella gemía de placer agarrando fuertemente las sabanas.

-Por favor...para- decía ella mientras que el lambia uno de sus pechos a lo cual Frollo se alejó mirándola mientras se limpiaba la boca

-¿Acaso no lo estas disfrutando?- la tomo del mentó para después besarla con lujuria

De un momento a otro, bajo lentamente recorriendo su cuerpo hasta llegar a sus piernas y levantar una de ellas, mordiéndole el muslo dejando unas cuantas marcas en ella

-Ah...- gimió de dolor y placer

-Entonces seguiré- sonrio mordiéndolos dejando marcas en ellos a lo que Violeta trataba de detenerlo

Harto de lo que hacía se quitó su camisa blanca, mostrando su cuerpo, ella pensaba que sería flaco, pero tenía un cuerpo algo marcado, lo miro con temor por lo que haría.

Frollo la amarro de las manos poniéndolos arriba de la cabeza de ella, mirando por fin su sensual cuerpo, tomo las dos piernas dejando ver que ella no llevaba nada abajo

-Me temo que te voy a castigar por esta vez, querida- recorrió su lengua en la parte inferior de su labio mirándola

Narra Rubén:

Miraba lo que había afuera de la ventana grande del estudio de mi padre a lo que él estaba haciendo unos papeleos en su escritorio, era muy noche y no se escuchaba ningún ruido, solo el fuego lanzando chispas por la leña, regresar aquí, era como sentirme encadenado otra vez, suspiro a lo cual siento una presencia entrar.