Bella

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Me dirigí hacia la barra y le pedí a la mujer que se encontraba detrás, tres bebidas a su elección. La mujer comenzó a verter líquidos en los vasos mientras Sam se acercaba a mi.
-no entiendo porqué accedí a venir aquí.
-Tal vez porque soy genial y no querias deasprovechar la encantadora oportunidad de venir conmigo?
-En tus sueños- Contesto Sam esbosando una sonrisa
-creo que quisiste decir en los tuyos. Veo que te saqué una linda sonrisa- le contesté finalmente, no sabía como reaccionaría Sam por mi estúpido comentario... " linda sonrisa",en que pensaba.
El rostro de Sam se oscureció y comenzó a caminar hacia la salida.
-hey, espera, ¿que haces ?-pregunté siguiendolo. Sam cruzó la puerta y se volteó hacia mí.
-me largo de aquí -dijo de manera indiferente
-esperame, voy contigo.
Lo seguí hasta mi auto y comenzé a conducir.
- a donde se supone que iremos ?dudo que quieras irte a tu casa.
-a donde sea, no me importa, solo quiero salir de este lugar...
-ocurrió algo ?
-nada, no es nada...
No hablé más y me concentré en el camino, conduje hasta el parque y cuando bajamos Sam se sentó en un banco, se veía pensativo, me acerqué y apoyé mi espalda contra un árbol.
-crees en el amor ?...
La pregunta me desconcertó, nose si era porque jamás lo había pensado o porque la pregunta venía de él.
-nunca me puse a pensar en eso, pero creo que , es solo que nunca nadie se ha enamorado de mi...¿porqué lo preguntas?
-por nada... es que...-lo miré a los ojos, quería decirme algo, era obvio- nada, es patético.-contestó desviando la mirada.
-no, no es patético...es tierno...
Lentamente acercó su rostro a el mío, y cuando nuestros labios apenas se rozaron él se alejó bruscamente.
-no puedo...no no no, no puedo hacerlo -dijo casi en un sollozo, lo miré insegura, no podía entender que le ocurría.
-que te ocurre Sam, ¿porqué actúas así cuando estoy cerca, no entiendo -pregunté enfadada. Estaba confundida y también molesta, pero no estaba solo molesta con él sino también conmigo, estaba enfadada por ser tan tonta, él no está enamorado de mí, ni siquiera le gusto.
Me levanté, y sin mirarlo a los ojos dije:
-debo irme, ¿te llevo?-pregunté, no deseaba llevarlo a su casa, pero sería descortés no ofrecerle.
Sammuel se limitó a negar con la cabeza. Simplemente me fuí caminando lentamente, cuando llegué al auto lo miré por última vez, pero el no estaba mirando, debía superarlo. Así que conduje hasta mi casa, las lagrimas amenazaban con escapar, pero temía que mis padres vieran que entré llorando. Entré rapidamente, (por suerte mis padres estaban dormidos) y me encerré en mi habitación, lo unico que podía hacer era llorar, lloraba y lloraba, sin parar. No entendía cómo podía haberme enamorado de alguien a quién no le importé jamás.
Sin darme cuenta me quedé dormida.
Miré a mi alrededor, estaba en el mismo parque en el que había estado el día anterior, estaba sentada en un banco. A unos metros estaba Sam, pero él no notaba mi presencia, estaba llorando, o eso parecía, no paraba de gritar palabras, se ecuchaba como si se quejara de algo..."porqué?!, porqué tuve que enamorarme de ella, estúpido estupido !!"

Me incorporé de repente, mi respiración estaba agitada, mis ojos estaban mojados, lo que significaba que había llorado. Había soñado todo.
Mis manos estaban temblando y sentía un enorme vacío en mi interior, mi respiración estaba entre cortada.
Sin pensarlo dos veces me fuí a bañar, cuando salí y miré el reloj me sorprendí, eran las 5:51 a.m
no quería seguir durmiendo, aunque quisiera, sabía que no podría hacerlo, me puse la ropa más comoda que encontré, una remera con mangas largas, un pantalón que parecia un pijama y un buso que me llegaba hasta las rodillas. No me veía nada bien, pero mi apariencia no me importaba en ese momento. Solo fui y me sente al lado de la ventana para contemplar la ciudad, siempre me servía cuando era pequeña, me relajaba quedarme viendo la ciudad, se veía encantadora, llena de luces, que quedaban preciosas. Cuando miré hacia arriba, todo seguía brillando con el resplandor de las estrellas, eso por lo menos me sacó una sonrisa, siempre lo hacía.

just you and me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora