Bella

26 4 2
                                    

Vi en camara lenta como Sam se desplomaba en el suelo, quedando inconsciente. Corrí hacia él rapidamente e intenté depertarlo, sentía como mis ojos se cristalizaban y las lágrimas comenzaban a resbalarse por mis mejillas.
Me dirigí hasta la clase en la que había estado trabajando y abrí la puerta, muchas de mis amigas estaban riendo mientras discutian sobre que colores utilizar en la decoración del salón, pero cuando me vieron, sus rostros se vieron confundidos.
-Sam se desmayó, y no despierta - grité intentando evitar todas las miradas que estaban clavadas en mí.
Al instante, todos los jóvenes salieron a buscarlo mientras Sarah, Liss y John llamaban a una ambulancia.
Cinco minutos después la ambulancia había llegado y me encontraba dentro de ésta, tomé la mano de Sam e intenté llamar a su madre, cuando el teléfono sonó por cuarta vez Mariam atendió.
-hola ?
-Mariam,soy Bella, Sam está inconsciente, fue a la escuela a entregar una prueba que debía y se desmayó- contesté intentando evitar largarme a llorar más fuerte.- estamos llendo al hospital que se encuentra cerca de la escuela.
-estoy lendo, en unos minutos estaré allí- contestó casi llorando
Se me hizo un nudo en la garganta de solo pensar en que Sam muriera, estaba segura que no podría superarlo...
Sin darme cuenta ya estábamos en el hospital, los médicos le sacaron la camisa cuidadosamente, dejando a la vista su torso marcado y lo depositaron sobre una camilla.
Mi sangre se heló cuando vi que tenía muchísimos cortes en su brazo derecho, disimuladamente los conté, eran 12. Mi estómago se revolvió y el nudo de mi garganta empeoró.
En ese momento llegó su madre preocupada preguntando en donde se encontraba Sam, me acerqué a ella y coloqué mi mano en su hombro con empatía y nos dirigimos a la habitación en la que se encontraba .
Se veía terriblemente pálido, su rostro se veia cansado y cuando acaricie su mejilla noté que ésta estaba un poco húmeda, había estado llorando. Tenía miedo de pensar en lo que había querido hacer ese día, no creía que halla ido a la escuela solo para entregar una prueba, en ese momento Sarah me llamó, tomé el teléfono y contesté.
-bella, cómo está Sam ?-preguntó en un tono suave.
Miré el reloj, creía que habian pasado solo unos minutos desde que habíamos llegado al hospital, pero había pasado más de una hora.
-ya te respondo, espera un segundo - contesté acercandome a uno de los doctores que se encontraba ena habitación de Sam.
-disculpe pero, se mejorará cierto ?
El doctor asintió y respondió:
-su desmayo fue probocado por falta de sueño y energía, se nota que no ha dormido en un par de días, tiene suerte de que hallas estado allí, porque si hubiese estado de este modo un tiempo más sus condiciones serían riesgosas. Le salvaste la vida - respondió saliendo de la habitación.
Acerqué nuevamente el teléfono a mi oído y me senté en una silla que se encontraba al lado de la camilla.
-escuché todo, que suerte tiene de que existas, envíale un saludo de mi parte, no lo conozco mucho pero nadie merece estar en una situación así....ah ! Casi lo olvidaba !! Encontré una carta, es de ese chico, es para tí, estaba dentro de tu casillero, y atado al candado habia un dibujo, eres tú... ese chico es muy talentoso...
-gracias, pasaré a buscar la carta y el dibujo por tu casa mañana, ¿quieres ?
-claro, no hay problema, nos vemos -
-chau, gracias -contesté cortando la llamada.

Esperaba que Sam se mejorara pronto... necesitaba que lo hiciera, había algo en él que hacía que me sienta atraída, intrigada, y con la necesidad de saber todo sobre él.
Tenía miedo...no quería aceptar que estaba enamorada de él, porque no quería que me lastimara. Para mí, el romance solo existía en libros, y muy pocas veces la gente se amaba realmente.
Acaricié su pelo oscuro y lo contemplé por un segundo. No entendía lo que sentía por él, era algo extraño, jamás había sentido lo mismo por nadie. Había salido con algunos chicos, pero jamás con alguien así, es tan complicado entenderlo, pero a la vez sentía que podía ser yo misma cuando estaba cerca de él. No tenía que fingir ser alguien que no era, me sentía libre...
Recibí agradecida la taza de café que Mariam me ofreció y bebí un sorbo largo, la bebida caliente tranquilizó mi estomago que pedía comida, no había comido nada, así que busqué mi bolso y saqué mi almuerzo, eran unos sándwiches de atún y una manzana, le di uno de los sándwiches a Mariam y comimos en silencio. Durante las siguientes horas no intercambiamos muchas palabras, en la habitación reinaba la tranquilidad y el silencio, pero no era un silencio incómodo, sino un silencio deprimente, y vacío.
Le envíe un mensaje de texto a mi madre contándole lo ocurrido y luego le pedí que me trajera un libro y algo para comer.
Mi madre llego en unos minutos con unas flores, un libro y unos muffins que había cocinado el día anterior.
Depositó las flores en un jarrón con agua, habló un rato con la madre de Sam y se despidió dándome un beso en la frente.

No sabía que hacer, no quería que Mariam se sintiera mal, seria horrible estar en su situación . Levanté un poco mi rostro y la ví, estaba sentada a mi lado pero de espaldas a mí, noté que estaba dormida, no la quería despertar, necesitaba descansar, aunque ,no la había escuchado, había estado llorando, y se había dormido con una lagrima callendo por su mejilla.
Volví a sentarme en el asiento en el que estaba antes y saqué de mi bolso uno de los libros que me había traído mi madre hace un rato, lo abrí en la página 133, mi parte favorita, había leído repetidas veces el mismo libro, y era una de las únicas cosas que me reconfortaban a parte de ver las estrellas.
Con voz pausada y calmada comenzé a leerle a Sam mi parte favorita de la historia.

just you and me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora