Sarah

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Comenze a sentirme extraña,pero de una manera positiva, como una niña pequeña antes de su primer día de clases. Tenía muchas ganas de hablar con Bella sobre lo que había ocurrido con Stuart, pero ella estaba pasando por cosas mucho peores con Sam, casi nunca salía del Hospital, y yo no podía ser tan egocéntrica como para hablarle de eso justo ahora, estaba segura de que la haría sentir peor.

Por otro lado, Hoy venía a visitarme Simon, un viejo amigo que viene de Irlanda, lo mejor es que me dijo que vendrá de intercambio a mi escuela. Se lo presentaré a Bella y tendrán, muchas cosas de qué hablar, ambos eran muy amables, divertidos y decir que AMAN leer es bastante poco si se trata de ellos, además, ambos compartían su libro favorito, se llamaba "Mi Vida En Mil Comienzos".
Lo único que quería era lograr sacar a Bella del hospital por un par de horas para que pudiese descansar y dormir bien, necesitaba relajarse, ese chico extraño la hacía preocuparse demasiado por él. Quería que se relajara, no era buena idea que estubiera tan tensa, y menos en sus últimas vacaciones en la ciudad. Por eso queria que conociera a Simon, para ver si lograba sacarla del hospital.
En ese momento alguien llamaba a mi puerta, atraveze el living caminando sin ningún apuro, sabía que era Simon quien tocaba la puerta, y siempre tardaba unos minutos en tomar sus valijas y acomodarse para pasar por la puerta con la cantidad de equipaje que traía.
Abrí la puerta y me encontré con su sonrisa, su pelo rubio y sus pómulos pronunciados.
-Shira !!!-desde pequeño me decía Shira, era un apodo que usaba cuando queria convencerme de algo o estaba muy feliz. El apodo surgió cuando su hermana pequeña me conoció y como no podía pronunciar mi nombre correctamente me llamaba "Shira"- Te extrañé muchísimo, estaba ansioso por verte- continuó aquel chico de ojos azules entrando en mi casa con las dos grandes valijas color verde, seguidas por un bolso enorme y terriblemente pesado que me había ofrecido a cargar.- que hermoso lugar. Se nota que disfrutas cocinar- dijo admirando los libros de cocina que se encontraban en la repisa sobre la mesada.
La mayoría los había comprado hace unos años cuando había viajado Washington a visitar a mi tía. Desde ese momento me había vuelto adicta a la cocina, con Bella nos juntabamos seguido e intentabamos recetas diferentes todos los fines de semana.
-con Bella cocinamos mucho, a mis padres no les molesta, por cierto, ellos están de viaje en Las Vegas- mis padres eran empresarios,lo que significaba que no pasaban mucho tiempo en mi casa, casi siempre invitaba a Stuart y a Bella y pasabamos todo el fin de semana juntos, viendo peliculas o cocinando. Mis padres no tenían problema porque preferían que esté con mis amigos antes de que esté sola en la enorme casa.
-perfecto, podré quedarme aquí toda la semana !!!-exclamó con mucho entusiasmo.
-emmm, sí, estás en lo correcto-contesté- me parece que será una semana muy divertida -agregué soltando su pesado bolso. No comprendía como era que podía pesar tanto un bolso si solo cargaba ropa...pero Simon no era conocido por ser la persona mas organizada del universo, así que su equipaje era un desastre. Miré las valijas una vez mas y me hicieron acordar a un viaje sorpresa que le hicimos con Bella, habíamos entrado en su habitación y le habiamos dado 10 minutos para que hiciera su quipaje ( para mí eso seria muy poco tiempo para poder armar una valija ). Pero Simon habia terminado en menos de cinco minutos. Como no podiamos creer que lo hubiese hecho tan rápido le dijimos que quedaban 5 minutos mas y que tenia que desarmer la valija y volverla a armar, pero esta vez, nosotras lo estabamos observando. En ese momento comprovamos nuestra teoria de que Simon es un desastre andante, ya que para armar su equipaje iba echando cosas a las maletas, sin fijarse que llevava, lo unico que hacía era tirar desde la otra punta de la habitacion su ropa, de modo que esta quedaba desdoblada y la maleta era un simple desastre.

Simon subió las escaleras y entró en la habitación de visitas, en la que estaría por una semana hasta que la dueña de la casa en la que iba a pasar el último año de estudio llegara de su viaje. Simon me contó que viaja todo el tiempo y visita lugares maravillosos, la familia vive en una enorme casa vanguardista en el centro de la ciudad y a unas pocas cuadras de la escuela. La dueña era una hermosa mujer y tambien una actriz exitosa, su hijo había ido a Irlanda a estudiar, haciendo intercambio con Simon. Su nombre era Scarlet, tristemente ella estaba sola porque su esposo había muerto hace 2 años, dejandola destrozada y muy triste.

Me dirigí hacia la cocina y comenze a sacar los ingredientes necesarios para preparar el postre favorito de Simon, macarrons de pistachos, de frambuesas y de nutella. Desde pequeña hacía macarrons, mi abuela le había enzeñado a mi madre, y ella a mí. Con Simon los cocinabamos muy seguido antes de que se mudara con su familia a Irlanda. Hace 4 años se habían mudado a ese maravilloso lugar porque sus pardres, quienes trabajaban como directores de cine, obtuvieron eron la mejor propuesta de su vida, por eso se fueron. Luego de dos horas, los macarrons estaban saliendo del horno y Simon estaba listo para rellenarlos y decorarlos con una gran sonrisa en su rostro. Admiraba al chico que tenía en frente mío, era brillante, talentoso, valiente, e incluso una de las mejores personas que conozco. Cuando él era solo un adolescente era maltratado en la escuela, muchas personas se reían de él, sólo porque le gustaba estudiar y tenía el mejor promedio de toda la escuela, Simon estubo solo toda su infancia, ya que sus padres habían muerto en un incendio y el había quedado huérfano, sin nadie que lo cuidara, y ese era otro motivo por el cual le hacían burla. Cuando me cambié de escuela, y entré en la misma a la que iba Simon, el fue mi primer amigo, y apenas lo conocí y vi como lo trataban los demás chicos de la escuela, me prometí que jamás lo abandonaría, y que siempre estaría a su lado cuando me necesitara. Y así fue, nos hicimos muy amigos, y cuando una pareja adoptó a Simon, su vida fue más feliz aún, porque me tenía a mí, y hermosa familia lo había adoptado, ellos lo amaban y vivían muy cerca de mi casa. Desde ese momento nos volvimos inseparables, y a pesar de los años seguíamos viendonos y pasandola genial juntos.
Cuando dejé de pensar en cómo nos habíamos conocido, me di cuenta de que Simon había terminado los macarrons y que se había ido a la sala de juegos. Subí las escaleras rapidamente y entré en la habitación y lo encontré en el sillon jugando videojuegos. Estaba jugando call of duty, era su juego favorito desde que lo conocí, repetía una y otra vez los mismos juegos, y yo no comprendía como no se aburría de hacer sienpre lo mismo.
Salí de la sala de juegos y caminé lentamente, sin apuro, hasta llegar al estudio, busqué mi libro favorito y volví con Simon. Me dejé caer en el sillón azul francia que se encontraba en la esquina de la habitación, ese era mi sillón favorito, los tres eran exactamente iguales, pero el sillón de la esquina tenía una ubicación perfecta, cerca de la chimenea, al lado de la ventana, con una vista del jardín. Recuerdo que desde pequeña pasaba horas y horas sentada leyendo y contemplando las flores en primavera, verano e incluso en invierno, cuando las camielias flrorecian, llenando de color las tardes lluviosas.

just you and me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora