La estancia en la habitación de entrenamiento fue larga, muy larga, y aunque para Pablo todo ocurrió en el transcurso de algo menos de una semana humana para el resto del mundo habían pasado 4 meses terrestres, el tiempo había sido largo, más largo de lo que esperaba, y cuando volvió a la academia se llevó una gran sorpresa, Dana y Erik no estaban en ese momento en la base, algún tiempo atrás consiguieron superar el examen, consiguieron el rango 3 y con ello crearon el equipo que habían prometido junto a Pablo, la guardia de la luz.
Al principio se sintió incómodo pensando que le habían dejado de lado, pero también descubrió que para rellenar el hueco del tercer integrante habían optado por un estudiante de mayor rango que suele ayudar a los novatos, pero que nunca se queda en los equipos de forma permanente.
Eso impulsó a Pablo a querer pasar el examen lo más pronto posible, con su rápido aprendizaje y el entrenamiento para mejorar su capacidad energética estaba seguro de poder superar cualquier desafío que se interpusiera en su camino, por ello se dirigió a la biblioteca, durante esos 4 meses no solo había estado entrenando, también había obtenido la información básica sobre el examen y los requerimientos, así que abandonó el recinto escolar y se dirigió a su casa, más concretamente a la mesa de su habitación, sobre la que se encontraba el libro que recibió en su primer día, ahora convertido en un libro de hechizos.
Se preparó tan fuerte para leerlo que esperaba poder leerse un capítulo entero en menos de una hora, pero el estudio de la magia era mucho más complejo de lo que esperaba, y había muchas cosas a tener en cuenta, la primera era el estilo, aunque sin límites todo ser vivo que posea energía tiene un tipo de magia a la que su cuerpo se adapta más fácilmente y que puede desarrollar de forma más rápida e incluso inconscientemente, un ejemplo de ello sería el radar, a lo sumo a veces aparecen seres con 2 poderes que su cuerpo considera como favoritos, siendo lo máximo visto hasta el momento un inicio con 3 poderes naturales, pero no hay que confundirse, aunque todo el mundo tenga una especialización esta no tiene por qué ser un tipo de magia básica o simplemente una magia, puede ser un simple hechizo como el radar, pero no poder desarrollar de manera natural conjuros relativos al mismo, un ejemplo sería el poder invocar unas llamas heladas, ello implica tener conocimientos tanto de magia de fuego como de magia de hielo y juntarlos, pero para una persona que desarrolla el poder naturalmente esto se realiza de forma inconsciente, de manera que aunque es capaz de realizar ese hechizo no es capaz de utilizar el hechizo de chispas, básico de la magia de fuego que permite encender objetos inflamables, o es posible que ni siquiera sepa que la magia de hielo se obtiene con el hechizo de agua que te permite controlar la temperatura del líquido, pudiendo solidificarla e incluso evaporarla sin tener que gastar la gran cantidad de energía que se necesita para hacerlo usando poderes de fuego.
Aun con ello también hay gente que puede desarrollar una cercanía natural a tipos de magia, de forma que todo lo relacionado con la misma le resulta mucho más rápido de aprender, aunque las probabilidades de que esto sucedan son mucho más bajas que con un hechizo concreto, al igual que es más fácil encontrar seres que puedan hacer naturalmente conjuros sencillos a aquellos quienes dominen técnicas de expertos.
Y aunque el libro no dice como conocer que es aquello con lo que se tiene una mayor afinidad sí que da pistas para descubrirlo, a través de un simple ejercicio puedes concentrarte en cómo se mueve la energía por tu cuerpo, y junto a la sugerencia de leer las instrucciones de ese ejercicio y consultar al profesor, explica cómo realizarlo, una vez hecho se debería sentir un cosquilleo en una parte del cuerpo, aquella más sensible al conjuro, si es uno visual debería de ser por la zona de los ojos, si es uno relacionado con el vuelo en las alas, en el caso de Pablo podía percibir el cosquilleo en todo su cuerpo, lo cual podía significar un hechizo en área, pero había unas zonas en concreto donde el cosquilleo era aún mayor. Los puntos en concreto eran su cabeza y sus manos.
ESTÁS LEYENDO
Cronicas de un caido
Fantasi¿Mi historia? Ahora mismo solo te contaré como empezó todo: Toda mi vida en los Estados Unidos fue normal, iba a la escuela, jugaba con mis amigos, o eso creía, a los doce años el ejercito me encontró, de alguna manera habían descubierto que había a...