—¿Ahora?—le pregunté lleno de pánico intentando echarme hacia atrás.Él notó mi reacción por lo que se alejó un poco, y se mantuvo en silencio.
—Tranquilo, esperaré hasta que tú gustes —sonrió con dulzura y se acercó de nuevo, mirándome al mismo tiempo que acariciaba mi mejilla.
Escuché sus palabras y me tranquilicé, pero realmente deseaba tener intimidad con él. Sólo...
—No es eso —murmuré bajando la mirada apenado, recibiendo la mirada atenta de Jean—. Pues... yo nunca...
—¿Eres virgen? —Jean sonrió y yo subí la mirada hacia él. Asentí en silencio y él depositó un dulce beso en mi frente—. Con mucha más razón esperaremos a que tú estés listo.
Sonreí con timidez y asentí, observando que su erección seguía allí. Quería reírme, pero sólo me mantuve absorto a mis pensamientos. Jean ya había tenido un par de aventuras con diversas chicas, mientras que yo sólo me ocupaba en mantener mi amor por él en secreto.
—Hagámoslo ahora —sonreí y Jean se volvió a mí, mirándome atentamente,y entonces, proseguí—. Quiero entregarte mi cuerpo, siempre te he pertenecido.
Jean sólo se mantuvo en silencio. Yo supuse que estaba pensando en lo que acababa de decirle. Al verlo no tan convencido me acerqué a él con timidez.
—Dame un besito —sonreí con inocencia y él se inclinó un poco para poder rozar nuestros labios.
En ese momento, sus manos buscaron mi espalda, acariciando con delicadeza al mismo tiempo que él me guiaba a la cama. No tenía idea de cómo habíamos llegado si ambos nos encontrábamos abismados en aquel beso.
Jean se apartó un momento y comenzó a retirar su remera, dejando ver su pálido abdomen, para después volver hacia mí, permitiéndome acariciar su espalda desnuda.
Yo no tenía idea de qué hacer, por lo que sólo me aferré a su cuello, besando de la delicada piel, y concentrándome únicamente en eso, mordiendo con suavidad, y pasando la lengua veces seguidas.—Libardo... —la dulce voz de Jean susurró a mi oído, notando que ambos estábamos sin camisa.
Me sonrojé de forma muy notoria, y él sólo sonrió. Llevó sus manos hacia la bragueta de mi pantalón. Yo sentía la sangre hervir, no quería estar completamente desvestido para él, iba a morir de vergüenza.
—J-Jean... —murmuré apenado al ver cómo desatoraba el pantalón de mis pies. Examinó mi cuerpo, haciéndome sentir pequeño ante su vista.
—Yo no soy el único con problemitas allí abajo —rio entre dientes y noté que él observaba mi entrepierna. Cubrí mi rostro por la vergüenza. No era consciente de lo que sucedía en mi cuerpo.
Sus cálidas manos retiraron las mías de mi propio rostro con delicadeza, encontrándome con Jean, quien sonreía y no parecía alterado por el hecho de estar desvistiéndome o él al tener el pecho desnudo.
Bajó su mirada nuevamente, retirando mi ropa interior mientras me miraba con atención. Yo sólo mordía mi labio inferior con fuerza al mismo tiempo que sentía mi rostro ruborizarse.—Mírame —ordenó con voz dulce, llevando su mano hacia mi miembro erguido. Dejé salir un jadeo al sentir su tacto.
Jean se acercó a mí aún con sus manos plantadas en mi entrepierna, besándome con dulzura mientras yo ahogaba mis jadeos en su boca. Él movía su mano lentamente.
Se alejó de mí esta vez llevando su boca hacia mi hombría.—O-oh, no, Jean, no, no hagas eso —le pedí con la voz temblorosa y mi respiración agitada, pero era tarde. Él succionaba la punta mientras me miraba—. ¡Agh, Jean! ¡Te dije que no lo hicieras!
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BITE ME ↦ LIEAN
Fiksi PenggemarLibardo, un chico que está seguro de su homosexualidad gracias a su mejor amigo Jean; quien no la aprueba y debido a eso tiene que mantener sus sentimientos ocultos. "Solo bésame y libérame" Susurró mirando los oscuros ojos del pelinegro mientras qu...