Imprudent

III.

Parecía que al mundo le gustaba conspirar contra el sueño de Todoroki.

Empezando con los rayos del sol, que entraban fuertes y le segaban la vista, debido a lo delgada que era la cortina de la habitación.

Las blancas paredes, que no hacían más que reflejar los rayos y hacer que la luz impregnara el lugar aún más.

El ruido de trastes chocando, como si alguien estuviera acomodando la mesa para comer en familia. Quizás eran platos de porcelana.

Sin descartar el hecho de que tener una aguja encajada en el antebrazo pasando suero no era nada cómodo para su consideración.

Espera...¿Qué?

Abrió de una los ojos y se sentó alarmado, ese absolutamente no era su cuarto en los dormitorios de U. A.

Una voz lo saco de trance.

-¿Te desperté? Disculpa sólo venía a servirte el desayuno, pero ahora que estas despierto iré por el doctor-. Le habló una joven mujer de cabello castaño con un sereno tono. A juzgar por su ropa blanca, obviamente era enfermera.

Ella acomodaba con suma delicadeza los cubiertos del que sería el desayuno del medio albino. Depositó los platos una mesa y se los acercó con una sonrisa.

-En unos minutos el doctor llegará- Le aseguró ella desapareciendo en la habitación.

No había palabras para describir lo confundido que se encontraba Shouto. Seguía observando el panorama mientras buscaba respuestas.

¿Cómo había llegado ahí?

Sacudió la cabeza. Tenía la mente llena de recuerdos borrosos y lo último que recordaba era una corpulenta explosión. No sabía si había soñado, o en realidad había ocurrido, más a pesar de que estaba en un hospital de seguro la explosión no había sido parte de un sueño.

Tomó un pequeño pan de la mesita que estaba a su derecha, sinceramente moría de hambre. Alcanzó a divisar el control del televisor en los pies de la camilla, tal vez un poco de distracción podría entretenerle.

Lo agarró y encendió la pantalla. Un par de caricaturas, anuncios y un tráiler de la nueva película de All migth se le atravesaron en el transcurso de encontrar algo bueno que ver. Un canal de noticias llamó su atención, no porque a el le gustará ver ese tipo de cosas, si no, porque era él, el que aparecía en la pantalla.

-El martes, mientras las clases de segundo grado realizaban un examen en la ajetreada capital nacional, un incidente le ocurrió a uno de los alumnos que participaban-. Informaba un reportero en la pantalla, en la que se mostraban varias imágenes, la mayoría de estas de la batalla que había tenido Shouto. -Tenemos registrado que eran un total de 67 alumnos que estaban expuestos a buscar y derrotar villanos por todo lo que cabe de la prefectura-.

-Cada salón tenía una sección en específico en la cual realizar su prueba, 2-A iría al norte, 2-B al sur y 2-C al Oeste. El incidente ocurrió en el norte, en una de nuestras calles más tramitadas y saturadas por el tan común tráfico, en la avenida 62, calle Shibuya-. Argumentó otro sujeto, dándole la palabra al primero.

-El alumno atacado fue reportado por las autoridades como Shouto Todoroki, hijo del mismísimo héroe número uno, Endeavor. El intentaba detener a un villano que comenzó a perder la cordura en media calle, atemorizando a los ciudadanos y provocando un pánico instantáneo. Pero por suerte el héroe casi profesional se encontraba rondando por esta calle e inmediatamente acudió a la ayuda-.

El bicolor vio como pasaban pedazos de grabaciones del restaurante de comida rápida de sushi en el que había comido, donde se veía como pedía en la caja, le entregaba su comida, pero después se oían gritos afuera, literalmente Shouto le tiraba el dinero en la cara al trabajador y arrebataba su comida para salir corriendo a ver que ocurría.