Las Cartas de un hada

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POV  narrador

Tres mil años. Tres mil años desde que los sellaron. Gracias a un humano ahora liberados. Dos antiguos reyes que traicionaron a su clan con ellos, como dos nuevos mandamientos.

Un chico, que en esos momentos parecía mas chica, de ojos violetas y con una de las formas de basquias rodeándolo, a forma de protección.
A su lado un gigante de cuatro brazos, con algo cubriéndole la cara.

Ambos traidores de sus respectivos clanes.

Una carta en mano y un permiso. Todo lo que necesito para estar frente a la tumba de su amada.

Ya no era la misma tumba de hace tres mil años. Ahora llena de polvo, sin que su pudiera ver el nombre en esta. El oro al igual que la plata y joyas habían desaparecido, los ladrones las habían robado. Las plantas, antes bellas y llenas de color, ahora marchitas y muertas. No habían recibido ningún cuidado en esos años. Si quiera su clan se acordaba de ella...

Una carta en mano, que le dejaron traer, poco tiempo le dieron. Solo tuvo tiempo de decir unas breves palabras.

—a pasado mucho ¿no?, tres mil años... espero y no te hayas sentido sola... perdón... no tengo mucho tiempo... ya debo irme... mi hermosa y amada flor... Hana — apenas terminadas esas palabras, dejo la carta y se fue, con algunas lágrimas en sus mejillas. Ningún sollozo soltó.

La carta. Con una hermosa letra decía lo siguiente:

Hana.
Te extraño, jamás alguien podría reemplazarte.
Pasaron tres mil años, desde la ultima vez que te escribí...
Nos sellaron...

Apenas hoy tuvimos una oportunidad de salir...
Nos vengáremos...

Por favor no guardes rencor... no quiero que melascula te reviva... y te haga hacer cosas que odias...

Solo puedo decirte ahora, através de esta carta...

Te amo

La carta terminaba y él llegaba a donde sus compañeros lo esperaban. Nadie pregunto a donde fue. La mayoría lo sabía... su amada muerta.

Él venganza contra quien la mato quería. Incluso su capitan, su líder, Zeldris sintió gran dolor, ira y odio a quien asesino a esa chica...

¿curioso no?
Bueno... nadie lo culpa...

Después de todo... el amor de esos dos estaba prohibido...
¿el porqué?
Es fácil...

Demasiado fácil... ella no era un hada... no una completa por lo menos...

Un demonio mitad hada y un hada, el rey. El primero. Ambos enamorados, él uno del otro profundamente.

Amiga de tres personas. Meliodas y sus hermanos...

Ambos traicionaron a el clan demonio... no culparon a la chica... la creyeron manipulada por él...

La chica que no poseía alas de cabellos largos y rosados, y ojos tan azules como el cielo, pero al mismo tan oscuros como la noche. La protegida del mayor demonio era. La del rey.

Un hada y un demonio no se pueden amar ¿cierto?
Esa maldita diosa...
Esa maldita deidad, quien les arrebato algo importante a todos...

Su maldita corrupción, incluso mayor al rey demonio era.

Los diez la odiaban, todos por haber matado a alguien preciado. A la chica que era la enamorada de uno de ellos...

Que mal que dos de ellos volvieran a traicionar a esas personas...

Pero tranquilos la historia todavía no acaba... y el final sorprendente será... no se lo esperarán.