culpa.

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Me ha tomado tiempo escribir este capítulo, múltiples borradores, meses pensando en como procesarlo en palabras, pero últimamente han pasado cosas, cosas que me han abierto los ojos, escuchando experiencias de otras personas, mucho más duras que las mías, así que después de mucho pensar, en mi y en los demás, junte la fuerza de escribir esto, por mi, aproximándome a dar fin a esta serie de acontecimientos desafortunados y a ella, le dedicaré un capítulo, fue quien me inspiro seguir y escribir esto, y creo que merece que su historia sea contada.
Como sea, empecemos. Comenzó sexto grado de primaria, con un maestro conocido por ser bastante relajado y buena onda, y al contrario una maestra de inglés conocida por ser estricta. Al inicio yo odiaba a mi maestro, siempre hubo algo.... No estoy muy segura de que, supongo que un instinto que me dijo que me alejara, pero siempre regresaba, cautivada por la satisfacción inmediata que nos ofrecía aquel hombre, malcriandonos a todos, dándonos las cosas fácil.
El era un psicólogo, decía que nos había analizado y sabía quién requería más atención, la cosa es que su atención no era lo que necesitabamos, aprovechandonse de sus "análisis" para convertirnos en el entretenimiento de la clase.
Mi psicóloga de quinto grado había erróneamente diagnósticado que yo escuchaba voces y estaba simplemente loca. El buen hombre que era mi maestro en vez de ayudarme a superar las cosas las empeoró, comentándole a toda la clase que yo estaba demente y que si sobrevivía a la vida simple y sencillamente acabaría en un manicomio, como la "loca esquizofrenica" que era. Pero caray ¿Está tan mal aún tener amigos imaginarios? Confiar en el apoyo que te proporcionas a ti mismo, pues aparentemente si.
Con el tiempo las cosas cambiaron, seguia diciéndome loca, pero supongo que me acostumbré, ya estaba bien, a veces me dolía, yo compartía experiencias que yo recordaba con cariño de mi infancia, momentos felices a los que me aferraba y solo se reía y decía que era lógico que estuviera loca desde pequeña. Pero apesar de esto yo estaba bien con eso, estaba cómoda con la manera en que me trataba.
En algún momento esa comodidad cambio a... Otra cosa.
Empezó ligero, con preguntas incómodas que nos hacía a todo, pero entonces empezó a borrar ciertas líneas.
Algo que mencionar es que mis faldas de la escuela siempre han Sido largas pues vengo de una familia algo conservadora, así que son como una muralla impenetrable que protege mis piernas y básicamente integridad. Bueno, a este hombre no le importo, así que sin nada de pena levantaba mis falda para apretar mis rodillas o hasta muslos a forma de "juego" pues causaba cierto dolor. Cuando llevaba pantalón aún lo hacía pero supongo que no había "tanto" problema pero aún era incómodo. Como sea, los lunes de falda eran horribles.
A veces me encerraba en su salón sola con el, pero me terminaba llevando las llaves y saliendo (agradezco tanto eso). O se ofrecía a llevarme a mi casa, aún que mi mamá jamás lo autorizo (te amo mami). O las cosas que más preocupante resultaron fue que a veces "por accidente" tocaba mi pecho, más sospechoso todavía porque era de las que más tenía. A veces invitaba a unas a migas y a mí salir, de nuevo, mi mamá nunca me dió permiso de ir lo cual agradezco mucho.
Me preguntó si algunas de estas cosas fueron mi culpa, porque no lo aleje, claro, si el tonto este hubiera llegado a más, soy bastante conciente de que era él el que estaría mal y estaría básicamente enfermo. Pero también implica un poco el hecho de que yo no me esforcé por volver a establecer límites, a alejarlo o almenos dar más de una negativa que dejara en claro que no jugaría de esta forma. Y creo que hubo incluso veces que yo le seguí el juego, claro, era una niña (que tomaba decisiones bastante equivocadas a decir verdad) pero creo que sí hubiera hecho ciertas cosas no estaría pensando en eso ahora.
Supongo que fue de los años mas bizarros, lleno de altibajos y confusiones.
¿Recuerdan lo de los golpes? ¿Qué use a palabra "aún"? Bueno, es el momento de la verdad y sinceramente no fue tan grave pero si me evito de recuerdos buenos.
En la escuela siempre se organiza un campamento para los de sexto año para celebrarles su salida, todos hablan maravillas de eso, pero no creo que sea tan bueno. Jugamos muchas cosas y progresaba bien, si no tomamos en cuenta que soy de las menos capaces físicamente así que fui un total fiasco en todas las actividades, pero sin embargo las disfruté, hasta ese momento. Son tres días de campamento, era el segundo e hicimos un juego en el que uno tenía que correr de alguien más, tú decidas a quien desafiabas. Era tipo los listones. La cosa es que solo un lado decidía al principio y si no alcanzabas a la persona que te eligió te atrapaban, y eras "de su propiedad". Como era una total loser fui de las primeras atrapada y nadie se molestó en recuperarme ya que no simbolizaba gran valor en estas actividades. Así acabó el juego y yo estaba apunto de retirarme con toda tranquilidad hasta que la chica que me había "atrapado" me jalo del brazo estaba parada junto a su mejor amiga quien reía, dijo que yo le pertenecía y que no tenía su permiso de irme, le dije que me dejara pero solo me ignoro y le dijo a su amiga que necesitaba ser controlada, ambas me derribaron y arrastraron a través de la cancha de fútbol, lastimando mis muñecas y pateandome de vez en cuando, los niños empezaron a jugar y yo grite que me ayudarán, pero nadie lo hizo, como si fuera invisible, incluso hubo quienes me pisaron y pasaron sobre mi con tal de seguir con su juego, acabe con brazos adoloridos de forcejear y algunos moretones en el cuerpo y A NADIE LE IMPORTO, fue una de esas veces en las que aprendes a no confiar, en la que te das cuenta de que los cuentos de hadas no son reales, que no va a haber alguien que llegue y te salve, que si hay gente buena allá afuera, pero a veces, no puedes contar con alguien que venga a rescatarte.

solo yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora