Como me recordó alguien que es muy sabio: la felicidad no es lo más importante. Siendo sincera, tiene razón. Porque la vida te patea, y feo, hasta que caes de rodillas al suelo, pero está en uno aprender, levantarse y seguir.
También me dijo que, somos cuencos vacíos, y hay dos tipos de persona: los que queremos llenar esa hambre en nuestro interior, ya sea con poder, conocimiento, personas, dinero, o lo que sea; y los que quieren seguir vacíos. Tenemos el poder de decidir de qué lado estar, y espero, querido lector, que elijas el correcto, te sientas a gusto con tu decisión y no precises cambiarla. No seas como yo.
En mi caso, por mucho tiempo elegí el lado de los vacíos, que pasaban por el anonimato sin dejar una huella en los demás, y no digo que esté mal el anonimato... Pero se entiende el punto.
Era de esas personas que creía que la vida le agarró de bolsa de boxeo y se desquitaba con ella por ser mala o porque alguna razón tendría. Y el punto es que no era mala (ni lo soy), ni tenía "razones justificables", simplemente la vida es así: viene, te patea hasta que quedas tumbado en el piso (y aun cuando caes te sigue golpeando), pero, como dije hoy, tenemos poder de decisión.
Podemos elegir estar abajo, y no levantarnos, no aprender, llorar y esperar que todo termine rápido, como el cuenco vacío, o levantarnos, seguir adelante y comernos el mundo como hacen los cuencos que buscan llenarse.
No digo que sea fácil, solo que la decisión es nuestra, y si, la tienes que tomarla cada día, porque es una guerra constante, pero espero de verdad que no elijas la peor de las dos.
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Diario de delirios de un alma rota
RandomBienvenido a mi montaña rusa, donde todo es posible...