Basta solo un segundo, una mirada, para vivir una de las mejores experiencias en la vida.
Basta un gesto, una caricia, un roce, para que tu corazón se acelere y la electricidad recorra tu cuerpo de pies a cabeza.
Basta que esa persona se acueste a tu lado, te tome en sus brazos y te balancee como a un niño pequeño, para que te sientas seguro y protegido.
Basta que bese todas tus cicatrices para que te estremezcas, y basta con que te mire a los ojos, haciéndote saber que todo estará bien.Cada una de estas cosas pueden ocurrir en un segundo, haciendo de éste, el mejor de tu vida.
ESTÁS LEYENDO
Diario de delirios de un alma rota
De TodoBienvenido a mi montaña rusa, donde todo es posible...