Capítulo 4

2.9K 106 20
                                    

—Sabes ya se me quitaron las ganas de hacerlo contigo—se dio la vuelta y camino hacia la puerta.

—¿Dónde está?—pregunté a susurros, pero él logró escucharme.

—¿Eh? ¿Qué tanto dices?—volteo a verme.

—¿Dónde está el Rey Livius del que me enamore? ¿¡Dónde está!?

Lágrimas caían de mis ojos como si tratasen de cascadas. En estos años ha cambiado demasiado, y ahora dudo que sea solo su pubertad.

—Nike—me miro confundido.

Camino hacia mi, lentamente mientras yo seguía llorando. Pensé que me abrazaría o besaría pero fue todo lo contrario.
Me tomó del mentón, apretando muy fuerte y lastimándome.

—Nike—su tono mostraba algo de enojo pero sus ojos daban miedo—Soy del mismo del que te enamoraste ¿Qué no te das cuenta?

—El pequeño Livi del que...

—¡No me llames así!

—¡Ni siquiera puedo hablar contigo sin que te enojes!—me separé de golpe—Quise ser una buena esposa pero...no tiene caso que lo haga si no está el Livi del que me enamore.

—Supongo que ya no me amas—me miro serio.

—¡Claro que te amo! Pero—cabizbaja—No eres igual.

—Entiendo—seguía sin mostrar un gesto.

—He soportado y he seguido cada una de tus órdenes pero estoy cansada de que abuses de tu poder como Rey.

—¿Ahre? ¿Acaso crees que soy un mal Rey?

—No solo un mal Rey, también un mal esposo.

Por un momento pensé haber aclarado las cosas con él pero cuando mostró una sonrisa maliciosa todo pensamiento se fue.

—Livi—lo mire confundida.

—¿Sabes que te hace falta?—se acercaba lentamente a mi, mientras se desabrochaba el cinturón.

—Li-Livi—retrocedía—¿Qué intentas hacer?

—Tal vez solo debo enseñarte quien manda en este matrimonio—me tiro a la cama.

Él estaba encima de mi, tenía mis brazos agarrados para evitar que escapara. Me besaba como si tuviera demasiada desesperación, no me gustaba para nada.
Comenzó a quitarme el vestido junto con mi ropa interior dejándome desnuda a su merced.

—Li-Livi—intentaba separarlo—Detente.

—Te enseñaré a respetarme.

Metió su miembro en mi de una sola, dolió demasiado, demasiado que no pude evitar llorar del dolor.

—Li-Livi...por favor—seguía embistiendo—Duele...duele mucho...de-tente.

—No lo haré, te enseñaré a respetar.

—Livi—lloraba.

Lo hacía con tanta fuerza que agarraba con fuerza las sábanas. Sacaba lágrimas como fuente.

¿Enserio Livi llegó a esto?

Minutos después

Estaba recostada, cubierta por las sábanas. Me sentía sucia, todo gracias a él.

—Tengo una junta—se vestía—Tienes una hora para arreglarte—sin más salió de la habitación.

No soltaba lágrimas, todas se me habían ido en esos interminables momentos. Me sentía sucia con sus toques, me daba asco verme al espejo.
Sin más tomé un baño y me arregle para ir a esa dichosa junta.

Una hora después

—Hasta que llegas—se oía algo enojado.

—Perdona—no tenía ganas de nada.

—Bien, vayamos.

Horas después

Apenas termino la junta fui a mi habitación a descansar, me sentía muy cansada y preferí no hacer llover hoy.

—Tengo que escapar de aquí—fue lo primero que pensé.

El paso del Tiempo (Livius X Nike)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora