Día 971.3

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Al llegar a Hilltop, curaron a los heridos. Re-ubicaron a los prisioneros y les dieron tareas. Se llevaron a Jadis del basurero, Morgan se fue y Rick los alentaba a rehacer sus vidas en paz y en armonía de la mano de Michonne.

Por otro lado, Daryl curaba las heridas de Sarah con cuidado, siguiendo las instrucciones del nuevo doctor. Ella estaba en silencio. Al igual que él. Ella observaba a su alrededor, pero su mente estaba ocupaba. No podía quitarse de la cabeza aquella imagen.

- ¿Cómo te sientes? -le preguntó Daryl para hacer conversación.

- Bien -respondió cortante.

Silencio.

- Tú...

- ¿Dónde está Carl? -desvió el tema.

- Él...

- ¡Sarah! -se oyó a lo lejos una voz conocida.

Era él.

- Carl.

Ella bajó de la camilla improvisada y se acercó a su pequeño amigo.

- Te extrañé mucho.

- Yo también ¿y Judith?

- Está bien. Deberías verla, está hermosa.

- Me lo imagino.

- Carl -gritó una joven. Era la misma que estaba con Aaron en Oceanside, Enid.

Daryl, tomó a Sarah del brazo y se la llevó lejos para hablar en privado.

- ¿Qué haces? -reclamó la chica-. Me estás haciendo daño.

- No más del daño que me hiciste tú a mí. ¿Acaso tienes alguna idea de lo que sentí al despertar y pensar que todo fue un maldito sueño?

Ella bajó la mirada. No podía verlo a los ojos. Tenía miedo, vergüenza...

- ¿Tienes idea de lo malditamente jodido que estuve todo este tiempo? -reclamó-. Pensaba en ti y en esa estúpida carta. La próxima vez que quieras de deshacerte de alguien hazlo de frente y no de esa forma tan cobarde.

- Lo lamento -susurró con voz ronca. No sabía qué decir en su defensa.

- Sí, yo también. Lamento haberte encontrado.

Ella levantó la cabeza y lo miró con los ojos llorosos, y finalmente tuvo el valor de confesarse.

- Tenía miedo -Daryl la miró con rabia, atento a sus palabras-. Tenía miedo de regresar. Yo fui la culpable de la muerte de Glenn. Si yo hubiera hecho algo él estaría aquí. Él me salvó la vida en muchas ocasiones y yo no pude hacer nada por él. ¿Cómo iba a poder ver a Maggie a los ojos después de eso? ¿Cómo iba a volver después de sentir que los traicioné todo este tiempo? Dime cómo -exclamó llorando-. Dime, maldita sea ¡dime!

Daryl no dijo nada. Se limitó a verla y escucharla. Luego, se compadeció de la mujer que estaba con el alma destruida y se acercó para abrazarla. Sin embargo, ella no se lo permitió.

- ¡No! -exclamó-. Voy a terminar ahora.

Ella limpió sus lágrimas y continuó diciendo:

- Para ti fue difícil y ¿crees que para mí no lo fue? Estar todo este tiempo lejos de ti, pensando en si estabas muerto o vivo. Recordando todos aquellos momentos tan preciosos que vivimos en la prisión. Me refugié en el Santuario porque era lo único que tenía. Lo único que me quedaba. Pensé que ya no tenía caso seguir buscando algo que no tenía sentido. Estaba persiguiendo un sueño, un sueño difícil de alcanzar -hizo una breve pausa-. Estaba sola. Completamente sola. Al menos tú tenías a los demás para apoyarte en ellos. En cambio yo no tenía de otra. Preferí aceptar lo que tenía en ese momento a esperar algo que jamás iba a llegar.

>>Luego, pasó todo y entré en pánico. Tú estabas ahí y me olvidé de mí, para pensar en ti. Hice un trato con Negan -dijo con pesar-. A cambio de una noche te dejaría libre. Lo hice por ti. Para salvarte, ¡maldita sea! -hizo otra pausa para tomar aire y continuó diciendo más calmada-: Después de esa noche me sentí culpable. Estaba abusando de los sentimientos de un hombre para salvarte y recuperar mi libertad en el proceso. Cuando te vi en el bosque pensé que era una broma, una mala pasada del destino. Fue tan hermoso, como si nada hubiera pasado. Y no me arrepiento de nada de lo que pasó esa noche. En lo absoluto, pero volví a pensar en el hecho de que él volvería y que al verme ahí cuando le dije que no lo haría la tomaría aún peor contra ustedes y todo sería por mi culpa. Tenía que alejarme para protegerlos. Aunque al final no sirvió de nada -apartó la mirada.

Daryl la estudió detenidamente. Podía ver su arrepentimiento. Sabía que era sincera, así que se acercó a ella, tomó su barbilla entre sus dedos y dirigió su mirada a la de él. Sus ojos azules nuevamente penetraron su alma, y sin decir nada él sacó de detrás de él la pistola que era de su padre.

- La pistola de papá -dijo ella sorprendida.

- La recuperé cuando escapé del Santuario.

Ella sonrió y algunas lágrimas cayeron nuevamente. Él la abrazó con fuerza y esta vez ella no se apartó de él. Se quedaron así por unos eternos minutos.

- ¿Todo lo hiciste por mí?

- Idiota -inspiró levemente mientras lo miraba a los ojos-. Todo lo que yo hago es por ti.

- Lo sé. Lo sé -decía mientras la apretaba más a su pecho, sin dejarla escapar esta vez.

Ahora estaban juntos de nuevo y esta vez sin temores, sin mentiras. Un amor transparente, puro y sincero. Este era el comienzo de una nueva etapa. Una etapa de paz y de amor.


...

El Diario de una Sobreviviente - Parte 3 [Daryl Dixon-TWD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora